Actualizaré esta semana. Gracias por la espera. Soy paciente de una enfermedad autoinmune, y estaba muy mal
¿Alguien de confianza? Pensó Emely, si ella sentía más bien que no podía confiar en nadie, después de lo que había descubierto, no quería fiarse ni de su propia sombra— Tengo miedo, Adrien, no quiero que me lleves cerca de tu familia, es vergonzoso para mí — Dijo ella con temor en su mirada. Pero Adrien ya había previsto todo con el fin de ayudarla.Adrien miró a Emely con seriedad, tratando de transmitirle confianza y seguridad en sus palabras — Emely, entiendo que no quieras regresar a París en estas circunstancias, y no, esto no tiene nada que ver conmigo ni con mi familia. Recuerdas a Renata, la diseñadoraEmely asintió, recordando la conversación tan agradable que había tenido con Renata— Sí, la recuerdo. Pero, ¿qué tiene que ver con esto? — interrogó sin ánimos de contarle la confianza que habían establecido en la ocasión que hablaron— Renata es una persona buena, además está sola en París, quizá si hablo con ella pueda tener un lugar donde quedarte y podrás empezar una nueva
— Como sea, Adrien, ya no sigamos perdiendo el tiempo, lo mejor será viajar ahora mismo a París, ve y enfrenta a tu madre y a Valeria, yo me iré con Ágata y buscaré a Renata, en caso que no pueda ayudarme ella, me hospedaré en un hotel, continuaré en la empresa, después de todo hay que organizar el show, así tenga que hacerlo con tu esposa — dijo Emely con sarcasmo y se levantó de la mesa, en verdad el asunto la tenía llena de celos, pues no era capaz de asimilar que el hombre que la hacía suya toda la noche, se hubiese casado con su propia hermanaVerla de ese modo provocó una risa coqueta en la cara linda de Adrien, no pudo disimular lo satisfecho que se sentía por esa actitud.— Vamos, linda, ya perdóname — le suplicó con coquetería y la siguió, pero Emely mantenía la compostura. Ágata y Estéfano pagaron la cuenta en la cafetería y luego caminaron tras ellos dos. Él no podía evitar mirarla con deseo, la abogada era muy sensualFinalmente ya con la decisión tomada por Emely, fueron
— Aló, Renata, soy Emely, asistente de Adrien, lamento no haberme comunicado contigo antes, he estado resolviendo unos problemas familiares. Me gustaría hablar contigo sobre la propuesta que me hiciste y si puedes ayudarme con otro favor, pero quisiera decírtelo personalmente, si me lo permites por favor — pidió Emely con temor— Claro, querida, como te dije, vivo sola, ven a mi casa podemos conversar aquí, te enviaré la dirección ahora mismo — Contestó Renata intentando disimular el nudo que se le había hecho en la garganta. La idea de recordar a su hija a la que llamó Valeria, y ver a la modelo en esa foto, le daba una sensación de culpa indescriptible, pues no lograba entender dónde estaría su hija, y quién era esa que se hacía pasar por Valeria, pues no era la misma que ella había dado a luz.— Muchas gracias, llegaré en un momento — añadió Emely del otro lado, con la misma tristeza de siempre, pensar en que había abandonado su casa y a la que creía su madre, y que ahora tenía que
— Lo siento, no quiero ser una carga para ti, solo que estoy pasando por una situación difícil y no sé a quién recurrir — confesó Emely con sinceridad mientras se acercaba a Renata.— No te preocupes, Emely. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites. Todos tenemos momentos difíciles en la vida, y a veces necesitamos apoyo. Puedes contar conmigo — respondió Renata con comprensión, aunque en su interior, la conexión emocional que sentía con Emely la hacía temblar.En ese momento, Emely fue interrumpida por un acceso de tos repentino. Se llevó la mano a la boca, tratando de contenerla, pero la tos persistió con fuerza. Renata, preocupada, se acercó rápidamente.— ¿Estás bien? ¿Necesitas agua? — preguntó Renata, ofreciéndole un vaso que tenía en la mesita cercana.Emely asintió débilmente, agradeciendo el gesto. Bebió un poco de agua con mucha dificultad y luego se sentó en la cama, recuperándose lentamente.— Lo siento, a veces me pasa. Desde niña he padecido de asma, y estas crisis s
Adrien que no había logrado llegar a casa, se encontraba en el auto con Estéfano, al menos sintió un consuelo mientras con manos temblorosas seguía manejando, se quedó en silencio esperando obtener respuestas y soluciones a la creciente complicación en su vida. No quería adelantarse a los hechos todavía, sobre todo ahora que por desgracia estaba casado con Valeria— ¡Qué pasó¡ — Dijo Estéfano ofuscado— Hay algo urgente que necesitamos discutir — dijo Adrien, sin rodeos.— Se trata de Emely y Renata, verdad, pude intuirlo por tus respuestas durante la llamada — dijo Estéfano, quien siempre estaba preparado para abordar cualquier situación legal.Adrien le relató rápidamente la situación y la repentina complicación en la salud de Emely. Mientras hablaba, Adrien sentía que cada palabra le hacía ver el lío en el que se había metido con llevarla hasta Renata sin prevenir ese tipo de situaciones. Se culpó por no ser ordenado con sus ideas, por no planear bien, por haber causado un caos y n
Ambos se pusieron de pie y caminaron rápido hacia la sala indicada. Un médico de aspecto serio los esperaba allí.— ¿Ustedes son familiares de Emely Durant? — preguntó el médico y el remarcar ese apellido hizo que Renata se sintiera más culpable, su hija, la que ella había abandonado, ahora estaba enferma, y nunca había querido encontrarse con ella de esa manera.— Sí — Renata dudó un momento, no sabía exactamente cómo presentar a Adrien en ese contexto ni como presentarse ella— Soy su jefe — intervino Adrien, tratando de simplificar las cosas, decir que era algo más de ella lo habría metido en un lío pues en todos los medios de comunicación se había hecho pública la boda con Valeria.El médico asintió y luego les explicó la situación actual de Emely.— La joven se ha complicado. Su sistema respiratorio está debilitado, y para garantizar su estabilidad, necesitamos conectarla a un respirador artificial. Es una medida que tomamos en situaciones críticas como esta. Estamos haciendo todo
Mientras Adrien intentaba conciliar el sueño, en busca del descanso, para ya no pensar en la situación de Emely, en su dolor, en la culpa de Renata, en su propia culpa, Valeria, en cambio, disfrutaba de los últimos hechos que con ayuda de Lucrecia había logrado.— Qué hay de ti, querida, se te fue tan fácil venderte a ese tipo, y recién han anunciado tu boda con él, me asombra la capacidad tan grande que tienes para embolatar a los hombres, como lo hiciste conmigo,eres una malagradecida — Escupió Alexandrie tras que esta le respondió la llamada— Influencias de mi belleza, querido, no hay más, por fin estoy agradecida con mi querida hermanita Emely por haberme llevado a los brazos de su jefecito — respondió ella con sarcasmo, pero Alexandre la conocía mejor que nadie, sabía que estaba perdida, sola y amargada— Pues si tu matrimonio fuese tan de maravilla, querida, no estarías atendiendo mi llamada a esta hora, sino que tu desnudez cubriera la de ese idiota — dijo irónico, eso a Valer
Adrien se relamió los labios con rabia, se apretó las manos y respiró profundamente, no le cabía en la cabeza en qué momento había metido a semejante arpía en sus planes, las cosas se habían puesto más complicadas de lo que imaginaba, ahora tenía demasiados problemas, y lo peor era la actitud de su madre ante su relación forzada con Valeria. Pero esta vez lo mejor era callar, y dejar que todo cayera por su propio peso, lo importante era que ya estaba prevenido.Regresó a su recámara, se recostó y abrazó a la almohada pensando en Emely, y su terrible destino, que añoraba tanto cambiar. Ahora había comprendido que la herencia se trataba de propiedades y de mucho dinero, una pista más para llevar a cabo su investigación.Mientras tanto, Emely yacía en la cama de un hospital, siendo observada y cuidada por las lágrimas de Renata, que tras que se durmiera, no pudo evitar llorar recordando su error, y pensando en cuánto daño le había provocado a su hija.Cuando amaneció, Estéfano y Ágata se