—Estas son las prendas que he seleccionado especialmente para ti —dijo Alejandro mientras entraba en la habitación, su voz cargada de un tono sugestivo—. Cada una ha sido elegida para realzar tu belleza y adaptarse a cualquier ocasión que surja durante tu estancia aquí.Valeria caminó hacia el armario, sus ojos se posaron en la ropa impecable. Había camisas de seda, pantalones de alta costura, y unas sandalias de diseño exquisito que completaban el conjunto. Todo estaba dispuesto de una manera que resaltaba la calidad y el lujo de las prendas.—Es... impresionante —murmuró Valeria, su sonrisa natural asomando mientras admiraba la ropa—. Muchas gracias por esto.Alejandro se acercó a ella, su presencia imponente y magnética a medida que la rodeaba con su aura. Se detuvo detrás de ella, colocando una mano en la cintura de Valeria con una familiaridad que la hizo estremecer.—Quiero asegurarme de que cada detalle esté a tu gusto —dijo Alejandro en un tono bajo, su aliento cálido contra e
Valeria se giró para sentarse en la silla, justo se dio cuenta que había un espejo, entonces vio el cambio de su vestimenta, sintiendo la mirada de Alejandro en su espalda. Mientras se preparaba para la noche, su mente estaba ocupada con la necesidad de mantener su profesionalismo y su determinación de no dejarse llevar por la atmósfera seductora que Alejandro estaba creando a su alrededor.Valeria seguía ajustándose el pantalón, observando el cincho con nervios, cuando Alejandro se acercó de nuevo, esta vez con una sonrisa enigmática en su rostro más picante que antes.—Valeria, creo que es momento de que bajes al comedor —dijo Alejandro con un tono amable pero lleno de insinuación—. La comida está lista y caliente, y sería una excelente oportunidad para que conozcas a mis hermanos.Valeria levantó la vista, sorprendida por la invitación inesperada. Según ella comerían solos. Aunque el ambiente seguía siendo incómodo, aceptó con una sonrisa forzada.—Claro, Alejandro. Estoy lista pa
—Exactamente, Valeria. Estoy seguro de que tu visión y tu habilidad para transmitirla serán fundamentales para el éxito de la campaña.El ambiente en la mesa comenzó a relajarse un poco, aunque la tensión aún flotaba en el aire. Isabel y Bastián intercambiaron miradas, pareciendo reconsiderar sus primeras impresiones sobre Valeria.—Bueno, parece que tienes un plan sólido —dijo Isabel con una sonrisa que parecía genuina—. Estoy segura de que harás un buen trabajo.—Gracias, Isabel —respondió Valeria, con una sonrisa de gratitud—. Estoy aquí para dar lo mejor de mí y para colaborar con todos ustedes.La comida continuó con una conversación más fluida sobre la campaña y otros temas relacionados. Valeria, aunque aún sintiendo el peso de las miradas, comenzó a sentirse más cómoda a medida que la interacción se volvía más cordial.Minutos despues.Valeria estaba a punto de levantarse de la mesa con los platos cuando la voz de Isabel la detuvo.—Necesito tu ayuda para recuperar a Daniel —d
Isabel alcanzó a agarrar la mano de Valeria justo cuando esta iba a dar el último paso para dirigirse al pasillo largo. El contacto repentino hizo que Valeria se detuviera en seco, pero no pudo evitar el estremecimiento que recorrió su cuerpo. Sin embargo, antes de que Valeria pudiera reaccionar, Isabel, con una furia descontrolada en los ojos, le tomó del cuello con una mano firme, apretando su garganta con una fuerza que hizo que Valeria soltara un gemido de sorpresa y dolor.—¡Necesito que me digas todo sobre Daniel! —gritó Isabel, su voz retumbando en la sala con un eco desesperado—. ¡Todo lo que sabes! ¡No me hagas esto!Valeria intentó jadear, su respiración se volvía cada vez más difícil. Sus ojos estaban abiertos en un intento de desesperación por liberar el aire que le faltaba. La angustia y el miedo llenaron su mente, y sus manos buscaron instintivamente el brazo de Isabel, intentando aflojar el agarre.Alejandro, horrorizado por la escena, se lanzó hacia Isabel, tratando de
Alejandro, aún recuperándose del choque emocional de la escena anterior, dio un paso adelante para enfrentar a su tía.—Tía Margarita, déjanos explicarte —comenzó Alejandro, con voz firme pero temblorosa—. Isabel se ha comportado de manera inaceptable. Ella… ella intentó estrangular a Valeria.Bastián asintió, su expresión grave mientras trataba de ofrecer una explicación adicional.—Valeria está en el hospital ahora. Los paramédicos la llevaron para asegurarse de que esté bien. Isabel estaba desesperada por obtener información sobre Daniel y perdió el control.Margarita se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Luego, se giró hacia Isabel con una mirada de desprecio absoluto.—Isabel, eres una sucia y cochina, no se me olvida que tuviste intimidad con él, por eso eres inmunda, y aun asi quieres repetir lo prohibido, llorando por ese hombre que es prohibido —dijo Margarita con frialdad—. ¿Cómo te atreves a hacer algo así? ¿Sabes lo que has causado?Isabel, visib
—Porque a veces, las decisiones personales no se toman solo con el corazón, sino con la cabeza —dijo Margarita—. Y en este caso, proteger a nuestra familia es lo más importante. Si Daniel es lo que tú dices que es, no permitiremos que cause más daño.Isabel, con el rostro pálido y los ojos llenos de lágrimas, se giró hacia Alejandro y Bastián, buscando algún tipo de apoyo o comprensión. Su esperanza se desmoronaba a medida que la realidad de la situación se asentaba en su mente.—Alejandro, Bastián, ¿qué vamos a hacer ahora? —preguntó Isabel, su voz llena de desesperación—. ¿Vamos a dejar que nos separen de alguien que realmente amamos sin siquiera entender la razón completa?Bastián, observando la escena con una mezcla de compasión y confusión, se acercó a Isabel.—No sé qué haremos ahora —dijo Bastián—, pero necesitamos entender toda la verdad antes de tomar cualquier decisión. Si Margarita tiene razones válidas para preocuparse, debemos escuchar y considerar sus advertencias, pero
En la sala de espera del Hospital Central, la tensión era palpable. Alejandro, Bastián y Margarita se sentaron en silencio, cada uno inmerso en sus pensamientos mientras esperaban noticias sobre Valeria. La espera se hacía interminable, y el ambiente estaba cargado de una mezcla de preocupación y frustración.Finalmente, una enfermera salió del área de emergencias y se acercó a ellos.—¿Son amigos de Valeria Sánchez? —preguntó la enfermera con una voz tranquila pero profesional.—Sí, somos nosotros —respondió Margarita con firmeza, adelantándose para tomar la iniciativa—. ¿Cómo está Valeria?La enfermera asintió y les ofreció una pequeña sonrisa de consuelo.—Valeria está estable ahora —dijo la enfermera—. La hemos estabilizado y está en proceso de recuperación. Está consciente y el médico está evaluando su condición en este momento. Pueden entrar a verla en breve.Alejandro, aliviado, pero aún ansioso, se pasó las manos por el cabello, tratando de calmar sus nervios. Bastián, igualme
—Valeria está estable y en proceso de recuperación —dijo el doctor—. No ha sufrido daños graves, pero necesitaremos monitorearla durante unas horas, esta noche para asegurarnos de que no haya complicaciones adicionales.Margarita asintió, agradecida por la información.—¿Hay algo más que debamos saber? —preguntó Margarita, su voz mostrando una mezcla de preocupación y determinación.El doctor asintió y consultó algunas notas antes de responder.—Es importante que Valeria se mantenga tranquila y descanse adecuadamente. Evitemos situaciones estresantes y asegurémonos de que reciba un apoyo emocional adecuado —dijo el doctor—. También es crucial que siga las indicaciones médicas y si pasa algo pues tendremos que hacerle los controles y vamos a tener que programar algunos si ella de pronto, se marea, o pierde el equilibrio.Alejandro, sintiendo un alivio parcial, se acercó de nuevo a la cama de Valeria, intentando ofrecerle una sonrisa reconfortante.—Valeria, me alegra saber que estás bi