Mientras Olga cerró la llamada, miró a Laura y dijo:
— Prepárate para responderle en cuanto te llame y no me salgas con el cuento de que no vas a salir, porque cómo que ya estás cansando.—
Laura se recostó en el mueble y pronunció:
— No me siento preparada para una nueva relación.—
— ¿Y quién te dijo que vas ha tener una nueva relación? Solo es una salida a comer nada más. Ni que te fuera a pedir matrimonio.— sonrió Olga.
Laura rodó los ojos y mirando a Olga comento:
— Tú sabes que algunos hombres si te invitan a salir no es solo por una amistad, es porque quieren algo más y sé que Paúl quiere algo más, y yo no me siento cómo acta para corresponderle.—
Olga frunció el ceño y respondió:
—Mira Laura, te voy hacer una pregunta—
— Sí, dime.—
— ¿Te vas a quedar para vestir santos. Cómo te dijo Cristina.?—
— A esa firulais no me la nombres.—
— Entonces está noche te alistas, escoges uno de tus mejores trapos y te lo pones y te vas con Paul y que pasé lo que tenga qué pasar. ¿Ya? —
Laura sorprendida responde:
— ¡¿Cómo qué pase lo que tenga que pasar?!.—
— Es una forma de decir, además eres tú la que pones los límites, tú verás hasta donde llegas con él y por último no te olvides que ya llevas como cinco años de nada de nada y pues creo que ya es hora de un mantenimiento. ¿No te parece? — Olga reía pícaramente.
Mientras que Laura se sonrojó y sé quedó pensando. Para luego reaccionar y decir:
— Voy a llamarlo y le voy a decir que me pase viendo a las siete.—
— ¡Eso! Así se habla decidida con muy buena actitud.— Olga celebraba la reacción de su amiga, mientras que Laura añadía algo más:
— Solo te quiero dejar algo claro, voy a salir con Paúl, pero entre él y yo no pasará nada más que una amistad como siempre se ha mantenido.—
Luego de unos minutos Laura llamó a Paul quedando de acuerdo con la salida. Ya en horas de la tarde nuevamente Laura se encontraba frente a su closet no se decidía aún, hasta que escogió unos jeans y una blusa de mangas largas color beige con un escote no tan revelador. Y tacones dorados. Habían pasado las horas ya estaba casi lista, de pronto su celular timbró, era Fiorela para preguntarle cómo se sentía, Laura le comentaba que estaba un poco nerviosa, ya que sería la primera vez después de mucho tiempo salir con un hombre. Fiorela le decía.
— La ventaja es que Paúl no es cualquier hombre ya lo conoces y sabes más o menos cómo es él, además fue nuestro compañero de colegio y lo importante aquí es que tú realmente te sientas cómoda no queremos presionarte, Olga me comentó lo que hablaron hoy en la tarde, concuerdo con ella en que debes de salir y que debes darte una nueva oportunidad, pero como ella dijo tú eres la que pones los límites, nosotros lo que queremos es que realmente seas feliz.—
Laura sonrió y pronunció:
— Gracias amiga por siempre estar para mí.—
En ese momento se dió cuenta que estaba entrando otra llamada, era Paul y por cierto muy puntual.
Laura se despidió de Fiorela e inmediatamente contestó la otra llamada y le indicó que ya bajaba.
Él al verla no dudó en ser atento con ella.
— Estás hermosa Laura, no has cambiado.—
Laura sonrió y agradeció el gesto, mientras pensaba si aceptar la invitación de Paúl había sido lo mejor. Ya en el carro se dirigieron a recorrer un poco la ciudad entre conversaciones y risa Laura se estaba sintiendo cómoda.
Hasta que llegaron a unos restaurantes que quedaban por el muelle cerca de la playa. Laura se inquieto un poco al verse por esa parte de la ciudad y le preguntó.
—¿A qué restaurante vamos?—
— A la caída del sol— respondió él, muy tranquilo..
Laura se tranquilizó y sonrió añadiendo.
— Me han comentado que es un buen restaurante y que la atención es muy buena.—
— Sí, la atención es muy buena y la comida ni que se diga, es la mejor. Aunque te quería llevar a un nuevo restaurante que no hace poco inauguraron, pero mejor me decidí por este.— sonrió.
Entraron al restaurante ya tenían la reservación y la mesa quedaba con vista al mar, aunque era de noche se podía apreciar las olas y el brillo del mar por la luz de la luna. Esa noche disfrutaron de una parrillada de mariscos con un buen vino. De pronto Paúl preguntó.
—¿Me imagino que debes tener muchas invitaciones.?—
Laura sonrió y dijo:
— Pues te equivocas como te he comentado, mi vida se a resumido en pocas cosas en estos últimos años. Pero me siento bien. —
— ¿Pero me imagino que alguien debe estar en ese corazóncito?—
Laura carraspeo un poco para responder esa pregunta que por cierto la había incomodado..
— Pues he estado bien en todo este tiempo.— bebió un poco de vino.
— Disculpa si te incomodé con la pregunta. —
— No te preocupes me estoy acostumbrando que últimamente me pregunten por mi vida amorosa.— sonrió y preguntó:
— Mejor cuéntame tú ¿qué tal amores?—
Paúl le comentó que había tenido un compromiso con el cual duro cierto tiempo.
— En ese tiempo yo trabajaba fuera de la ciudad y pues pasaba más en el trabajo que en casa, solo llegaba los fines de semana, ella estaba aún en la universidad y pues también tenía su trabajo. Pero decidimos separarnos por nuestro ritmo de vida, no le podía dar mi presencia como ella quería. Y a veces habían fines de semanas que discutíamos. Y pues eso no es sano en una relación, no digo que en una relación no hayan desacuerdos, pero cuando te ausentas y llegas a casa esperas algo tranquilo y por esos motivos mejor dejamos las cosas así..—
— Y eso hace que tiempo fue?—
— Eso fue hace como unos siete años atrás.—
— Y desde ese tiempo no has tenido otro compromiso? —
— ¿Algo serio?. No, solo relaciones de meses o de semanas. No tengo porque negarte eso. Me he dedicado a trabajar en lo mío y pues posiblemente ya me quede quieto por estos lugares por algún tiempo y pues quién quita y encuentre a esa mujer que despierte en mi ese deseo de formar un hogar.— miró a Laura con cierta picardía, mientras ella no pudo disimular y se sonrojó y cómo para salir del asunto ella comentó que ya estaba como tarde y al otro día tenía que trabajar. Paul por su parte le preguntó si mañana se podían ver nuevamente. Laura sin más rodeo le respondió con otra pregunta.
— ¿Qué estás buscando Paul?—
— ¿A qué te refieres?— Preguntó él, dudosamente.
— Que me invites una vez está bien, pero que me digas que mañana me quieres ver eso me suena ya a otra cosa— Habló muy seria. — Así que te lo pregunto sin anestesia. ¿Cuál es tu plan?.
Paúl sonrió mientras la miraba fijamente y entrelazó sus dedos en su cabello y respondió. — Quiero que me des la oportunidad que nunca me diste hace mucho tiempo.— Laura al escucharlo se sintió un tanto incómoda,. Pero a la vez confundida. — Paúl creí que lo tuyo en el colegio y en la universidad era solo joda. Además siempre eras cómo el don Juan del grupo, siempre estabas molestando a cuánta chica se te atravesara— Respondió mientras miraba hacia otro lado, tratando de ser irónica. — Siempre me gustó ser atento con las damas, respetuoso fue algo que lo aprendí de mi abuelo y mi padre. Pero no tenía la culpa que ciertas chicas creyeran que yo trataba de buscar otra cosa. Además siempre me gustó escuchar los problemas que tenían amigas y conocidas, ellas decían que era genial hablar conmigo, que de ahí surgieran otras cosas pues era mi naturaleza— Sonrió. — Sí claro, tu naturaleza, pero algunas caían en tu trampa. No se daban cuenta que ese era tu carta de presentación ser at
Habían pasado algunas semanas y Laura estaba pensando seriamente en darle una oportunidad a Paul ya tenía muy claro que ella debía salir de esa burbuja, además Paul no le era indiferente en toda esa semanas él había aportado muchas cosas lindas en su vida. Así que no dejaría pasar esa oportunidad.. Aquellos días estaban de vacaciones, las clases empezarían en Abril.. decidió llamar a Fiorela para planear una salida por la noche.. las chicas se pusieron de acuerdo, cada quien iría con su pareja.. Olga estaba feliz porque su novio había llegado del extranjero, así que esa noche se los presentaría a sus amigas. Y Laura iria con Paul, ya que esa noche ella formalizaría su relación con él. Pero antes de eso las chicas hicieron videollamada.. y Laura aprovechó para contarles los últimos acontecimientos.. — ¿Qué te vas a poner esta noche? — Preguntaba Fiorela a Laura. — Aún no lo sé, pero quiero compartirles algo, en estos días como no nos hemos visto mucho y como ustedes saben , Paul me
Aquella noche salieron a casa de Fiorela, siguieron la conversación, habían algunas interrogantes respecto a la relación que Olga sostenía con el italiano un hombre muy sofisticado. Llevaban año y medio de conocerce por chat, pero un año como pareja, las amigas tenían curiosidad de saber más de Erick Rinaldi, la conversación se vaso en los viñedos que tenía ya que era y una de sus ocupaciones y mientras disfrutaban de aquel vino que él había traído de su última cosecha también platicaban la manera cómo se conocieron con Olga... a ella se la veía muy feliz,. Luego de unas horas se despedían, la noche había sido buena, aunque Olga se había pasado un poco de copas y estaba muy feliz.. — Laura estoy emocionada porque al fin tu no estás sola tienes a Paúl que ha estado todos éstos días para ti.. y me emociona mucho.— — Si amiga gracias, pero vamos al carro ven te ayudo, creo que bebiste demasiado, debiste guardar la compostura que pensará Erick. Además no te niego que me da un poc
Las chicas se encontraban muy felices con sus planes.. Pero Olivia había notado ciertos cambios de ánimo en Fiorela. —Y tú Fiorela cuéntanos cómo van las cosas con Fernando, el día que salimos lo noté un poco distante de ti.— Comentó Olga. — ¿Se notaba?— — No mucho — Respondió Laura —ya que con los demás él actuaba normal, es más lo noté muy animado con todos nosotros, pero contigo estaba cómo raro. ¿Tú si notaste eso Olga?.— — Claro que sí, por eso estoy preguntando ¿O acaso hay algo que no nos has contado?.— Fiorela solo las miró y pronunció; — Ay chicas ustedes tan curiosas cómo siempre.. — ¿Y no piensas contarnos? A estás alturas de la vida te da por guardarnos secretos,. Sabes muy bien que somos como hermanas y que nos conocemos desde hace años luz. Así que vomita.— Laura solo sonrió y dijo; — Déjala, si no nos quiere contar es cuestión de ella, ya no somos unas chiquillas.— — No, las cosas no son así somos amigas, y las amigas es decir, las verdaderas se cu
Camino al departamento. Fiorela comenta. — Qué bueno que Erick no está solo, por lo menos a tenido amistades acá. — — Sí, es una ventaja, así no me extraña demasiado.— Sonreía. — ¿Te sientes muy bien con él verdad? — Preguntaba Laura. — Sí, no lo voy a negar, sé que hoy tuve que dejarlo por unas horas,. Pero también quería que pasara tiempo con sus conocidos. Me siento cómo realizada, Erick es muy lindo en todo los aspectos y estoy enamorada de él. Recuerdo cuando lo conocí, esa tarde fui a la casa de doña Victoria. ¿Te acuerdas Fiorela?.— — Sí, cómo no olvidarme si después que terminaste de hablar con él.. te quedaste impresionada con la voz de él . Además esa historia ya la sabemos..— Dando una media sonrisa. —Desde ese día creo que te hiciste más amiga de la señora Victoria Uskokovic— Pronunció Laura sonriendo.. —Sí, ella estaba ocupada y me pidió que por favor contestara la llamada que sonaba en su teléfono. Y me gusta recordar ese momento. Fue cómo que esa llamada es
Las chicas se sentía mal por la situación que estaba enfrentando Fiorela,. No sabían cómo ayudarla.. ya que era un problema que ella debía solucionar, pero ellas estarían ahí para darle el apoyo que necesitaría en su momento.. Mientras tanto Olga se despedía.. — Chicas me gustaría quedarme más tiempo, pero ustedes saben mi amor me está esperando y no quiero que se me haga más tarde.— — No te preocupes tranquila, ve con cuidado.— Pronunció Laura. — Fiorela tu sabes que puedes contar con nosotras para lo que esté a nuestro alcance,. Así que no dudes y no te sientas con vergüenza en contarnos lo que te está pasando, deja de ser tan reservada, somos tus mejores amigas.. como ya se los dije ustedes son como mis hermanas.— Las miró a las dos. — Gracias Olga, sé que siempre he demostrado ser una mujer segura de sí misma, que nada le afecta, a veces pienso que me tocó madurar antes de tiempo, y por esa razón soy así... muy reservada, muy seria en ciertas ocasiones, creo que indirec
A la mañana siguiente Laura despertó de un sobresalto. Paúl al sentirla también se despertó y preguntó; — ¿Te sucede algo amor? — Laura lo miró y respondió: — Creí que había sido un sueño lo de anoche.— Sonrió — Todo fue tan real como el amor que siento por ti.— Dijo Paúl, mientras la abrazaba y ella se acomodaba en sus brazos donde se empezaba a sentir segura. — !Ey¡ me debes una cena — Dijo ella mirándolo. Él sonriendo le contesta. — No nos hagamos problemas, prepararé el desayuno, además quiero proponerte algo.— Mientras Acariciaba el cuerpo de ella. — ¿Ah sí, qué me vas a proponer?— Preguntó ella con mucha curiosidad.. — ¡Vamos a ducharnos¡ y te voy contando— Mientras tanto en otra parte de la hermosa ciudad de la Costa, estaba Fiorela. —¿Entonces no vas a venir ésta semana?— — No mi amor, debo dejar en orden unos asuntos para el nuevo lanzamiento.— —!Listo no hay problema¡ Yo viajaría está noche para la capital y así podré ayudarte con lo que haga falta.— — No amo
Aquella noche se instalaron en uno de los departamentos que la familia de Paúl tenía en aquel lugar. Luego de un momento, salieron a caminar un rato y a cenar.. mientras Paúl le respondía ciertas preguntas que Laura hacía... Cómo cuántas clases de camarones existían y cada que tiempo era la cosecha. Laura lo escuchaba con mucha atención, se notaba que se interesaba por el tema...esa noche disfrutaron el uno del otro, reían todo era cómo perfecto. él se deleitaba por compartir con ella ese momento. A la mañana siguiente. Paúl se levantó muy temprano. Dejando dormida a Laura con una nota que decía: // Amor, me fui al trabajo, espero tu llamada para venir a verte. Te amo.// La mañana seguía sin nada relevante, el trabajo en la empacadora fluía con normalidad. Mientras que Paúl daba un recorrido a uno de los laboratorios, llegando a su oficina se encontró con su secretaria la cual le dice: —Señor Paúl buenos días, un gusto tenerle nuevamente por acá.— — Buenos días Sarita. Cómo hemos