Tanto era el amor que Paúl tenía por Laura, que una noche le propuso matrimonio.. Después de haber llegado de uno de sus viajes por cuestiones de trabajo, fueron a la casa de él para luego de unas horas terminar caminando por el muelle y en ese momento. A la luz de la luna y frente al mar, con las estrellas como testigos y las olas que se agitaban alborotadas, era el escenario perfecto para Paúl y su propuesta. Y ahí estaban, en aquel muelle donde a Laura le gustaba ir, para ver los barcos pasar. De pronto él la sorprende abrazandola por detrás y susurrándole al oído, le preguntó; — ¿Laura, te casarías conmigo?.— Laura de un sobresalto regresa lo mira directo a los ojos y le responde con otra pregunta: — ¿Qué dijiste? — — Lo que escuchaste. ¿Te quieres casar conmigo?— Laura sonrió, no sabía que decir por su mente pasaron una serie de preguntas, dudas. Y respondió. — ¿No te parece que es muy prematuro?— — No, lo que yo siento por ti es algo real, yo te amo, y deseo vivi
En horas de la tarde las chicas se encontraban en el departamento de Laura. Y entre risas y conversaciones.. le preguntaron a Fiorela algunas dudas que tenían. — Bueno, ahora que estamos cómo más tranquilas. ¿Nos contarás con quién anduviste este fin de semana?— Preguntó Olga muy intrigada, mientras Laura sonreía y esperaba una respuesta de su apreciada amiga. Fiorela sonriendo se levantó del sofá mientras se llevaba a la boca un sorbo más de su bebida. Y respondió; — Por lo que les voy a contar no quiero que me critiquen, y si lo hacen, la verdad, me dará igual. — Yo creo que no será para tanto, no tienes porqué decirnos eso.— Alegó Laura. — ¿Se acuerdan de Roberto?— — ¿Roberto Román Astudillo?— Preguntó Laura, mientras que Olga asentía con la cabeza. — Sí, ese mismo.— — ¿Qué pasó con él? — preguntaron con mucha curiosidad. — El día que viajé a Panamá lo encontré en el mismo restaurante que yo estaba con mis nuevos socios, y esa noche salimos a cenar los dos, y desde esos d
La mañana del sábado transcurrió normalmente, Laura arreglando ciertas cosas en su departamento con ansias de ver a Paúl, Olga en su casa hablando con el amor de su vida. Fiorela revisando unos documentos con su asistente personal. Aparentemente todo estaba tranquilo. En horas de la noche Olga llegó al departamento de Laura porque no quería llegar sola al matrimonio de los Castillos. — ¿Nos vamos? — — Paúl aún no llega, le envío mensajes y no los recibe, creo que viene en la carretera. — — Bueno entonces avancemos y de la boda lo llamas.— — No cómo crees y llegar sin él, no.— — Ay ni que fuera tu esposo.— — Lo sé, pero igual es mi novio y mejor lo espero.— — Yo opino que mejor lo llames y le digas que allá se ven. No creo que lo vea mal. ¿ Y si llega tarde? Te habrás perdido la fiesta.— — Mmm está bien, pero voy hacer el último intento.— Laura llamó a Paúl nuevamente, pero está vez la llamada si salió. — Hola amorcito — Contestó Paúl. — Amor, te estoy esperando para ir a l
Aquella noche se prestaría para muchas cosas. Mientras Paúl llegaba, Laura conversaba con su amiga Azucena y con Sabrina, de pronto vió que Paúl había llegado y estaba saludando a otros amigos.. ella sonrió al verlo, pero a la vez estaba un poco incómoda por la presencia de Alejandro nunca se imaginó que lo volvería a ver, ahora ella solo trataba de ser muy indiferente con él, pero él trataba de buscar un acercamiento entablar una conversación con ella, para poder dejar en claro cosas que habían sucedido en el pasado y que en el fondo de su ser no había olvidado. Paúl se acercó a la mesa donde ellos estaban y saludó a todos de una manera muy cordial, con Alejandro no sería la excepción ya que a pesar de todo eran amigos. — ¡Alejo un gustazo verte! ¿Cómo has estado hermano?— Se lo veía muy animado. Mientras que Laura se sintió rara Paúl la saludó dándole un beso en la boca. — Hola mi amorcito, te ves hermosa.— Laura correspondiendo el beso diciendo gracias y sonriendo presen
La noche prometía aún algunas sorpresas entre ellas la plática que Alejandro quería tener con Laura. Ella por su parte miró Alejandro y respondiendo pronunció un tanto desconcertada: —Sí claro dime.— — Me gustaría que habláramos en un lugar más tranquilo aquí hay mucho ruido.— — Por mi parte no hay problema yo te escucho bien — — Sí, pero lo que debo decirte es muy importante por favor. — Laura miró a Paúl y vio que aún bailaba con Priscila miró a las chicas y les dijo, que iría un momento hablar con Alejandro, a Olga cómo que no le gustó la idea, pero igual solo le dijeron que fuera con cuidado. Se dirigieron a uno de los balcones que tenía el salón y ahí hablaron tranquilamente. Por otra parte Paúl hablaba con Priscila diciendole; — Desde un principio te dije que no quería nada serio contigo, porque tú me lo diste a entender así .— — Lo sé mi príncipe, solo que desde aquella vez no te he podido olvidar eres tan especial. — Trataba de besarlo. — Cómo te has podido dar cu
Mientras tanto Laura que se dirigía a la mesa se encontró con Fiorela ella viendo que Laura estaba cómo rara le preguntó.— ¿Qué sucedió hablaste con Alejandro? Paúl te estaba buscando.—— Sí, hablé con Alejandro y Paúl nos encontró cuando estábamos hablando, o mejor dicho, Paúl nos encontró cuando Alejandro me tenía tomada de la mano.—Fiorela se sorprendió y dijo:— ¿O sea que tú y Alejandro?.—— Ay no Fiorela ni se te ocurra decirlo yo y Alejandro nada, simplemente él quiso disculparse conmigo por las cosas que pasaron entre el y yo y darme sus explicaciones nada más. Que al fin de cuentas ya ni me interesan.— Se sentía molesta.— Bueno disculpa. ¿Entonces por qué te tenía tomada de la mano? Laura miró a Fiorela y le dijo:— Te lo cuento en el camino— mientras conversaban llegó Paúl y le dijo a Laura:— Nos vamos —— Pero si es temprano — respondió ellaÉl con tono seco pronunció: — Nos vamos estoy cansado y para mí ya es tarde.— Laura entendió el porqué así que no alegaría nada
Laura se fue a poner algo más desente ya que estaba en pijama para esperar a sus amigos. Cuando después de media hora tocaban el timbre, ella dando la orden al guardia del condominio para que los dejara subir sin saber quién mas iría.Abriendo la puerta se lleva la gran sorpresa que Priscila también estaba ahí.— Hola buenos días dijeron todos un poco entonados por las bebidas que llevaban.—Laura tomó del brazo a Olga y llevándola a la cocina. Mientras les decía a los demás que pasaran y se pusieran cómodos..— ¿Me puedes decir qué hace esa mujer aquí? Me dijiste que solo era Rodolfo y las otras chicas, no que también Oswaldo estaba con ustedes.— Estaba un poco molesta.— Ay amiga disculpa, lo que pasa que camino para acá Rodolfo llamó a Oswaldo y lo invitó yo me enteré cuando nos dijo que lo esperemos.—Laura solo rodó los ojos y dijo:— Bueno, no me haran tanto ruido aquí en el depar. — salieron de la cocina llevando unos vasos para las bebidas. Mientras que Laura le decía a Olga e
Al escuchar lo que Olga le dijo Laura solo se echó a llorar.. — No puede ser que otra vez me esté pasando lo mismo, no..— Se lamentaba muy triste. — Pensé mucho para decirtelo, pero no pude callarme con algo así, peor viendo cómo él te trató en tu propia casa. Te ignoró por completo. Eso sí me molestó.— Laura no sabía que decir, sus ilusiones se estaban yendo al piso. Y comentó. —Ya decía yo, que era muy bonito para ser real..— — Ya no llores, él no vale la pena.— Mientras tanto Paúl se estacionaba en la casa de Oswaldo.. — Gracias amigo por traernos, las chicas se quedan aquí, menos Priscila y Bianca ellas se van al hotel. ¿Las puedes ir a dejar?.— —¿Por qué no me dijiste para pasarlas dejando primero?.— — Se me pasó por alto pana, pero por favor llévalas, aquí no hay camas para ellas.— y rieron con las otras chicas, mientras entraban a la casa. Y así fue, Paúl las llevó al hotel donde estaban hospedadas. Y Priscila quisó aprovechar la situación. — Estamos muy mareadas. ¿