La pareja que se formó por contrato entre el empresario Imanol Volkover y su asistente Jandé Marroquín, dio un giro inesperado cuando en el proceso se enamoraron y aun con cada una de las diferencias que tuvieron y la mala actitud de personas que se interpusieron en su camino, ahora son una familia feliz y decidida a luchar en conjunto por sus hijos y su matrimonio.Imanol ya lo tenía todo planeado desde hace unas semanas, en aquella ocasión cuando se casaron por petición de su madre no hubo luna de miel y es por eso que ahora pretende hacer que su amada tenga buenos recuerdos de este acontecimiento tan importante para ambos.—Hermano, estamos felices por ustedes. Pero seguimos molestos porque no nos hiciste parte de tus planes. —comentan los amigos.—No se sientan mal, sé que si se enteraban iban a correr a contarle a su Bambi y mis planes se arruinarían. —se justifica.—Ah, qué bien nos conoces, tu sí que eres un gran hermano. —sonrieron y lo felicitaron con mucho cariño.Los amigos
Un mes después—Mi amor, esta noche llegaré tarde a casa, quizá ni siquiera alcance a llegar para la cena. —Informó Imanol.—Está bien, cariño. Sé que tienes mucho trabajo y yo tengo que ir a recoger los niños a la escuela, de igual manera esperaremos un poco por si llegas temprano comamos todos juntos. —Promete su mujer.Jandé se retiró de la oficina y junto a su chofer pasaron por la escuela donde estudian los gemelos. Llegando a casa se percató de que las llaves las había olvidado en la oficina, así que regresaron a la empresa sin comunicárselo a Imanol. Antes pasaron comprando un café para que lo tome mientras termina el trabajo restante.Al acercarse a la puerta escuchó lo que jamás pensó, su corazón se detuvo y la rabia le inundó las venas cuando escuchó la voz de una mujer y que viene de la misma oficina de Imanol.—Señor, le digo que este bebé es suyo. Le juro que hace seis años en aquel hotel tuvimos relaciones sexuales en su habitación, producto de ello me quedé embarazada y
Sin saber el motivo por el cual su esposa está molesta, Imanol se fue a descansar. No ha vuelto a pensar en la posibilidad de que aquel hijo que le quieren hacer pasar como suyo sea así, él está seguro de que no tiene nada que ver en ese asunto porque nunca se acostó con ella. —Mi amor, no quiero que cocines, saldremos a almorzar dentro de un rato. —Gritó desde la habitación. —¿Qué has dicho? —pregunta ella, abriendo la puerta. Ha escuchado muy bien, pero siente que ya no puede aguantar más su rabia y prefiere desahogarse. —Iremos a almorzar. —Repitió. —¿Irá tu amante también? Si es así, no tengo por qué arruinarles su almuerzo de pareja. —Jandé, ¿de qué estás hablando? —¿Vas a negar que tienes un hijo con tu amante? —reclamó. —Amor, no sé cómo te hayas enterado de eso, pero quiero que sepas que no es cierto. —Te escuché hablando con ella y por la noche no llegaste a casa, ¿qué más quieres que piense? —¿No confías en mí? —Ya confié y me fallaste. —Que no he hecho nada malo p
El abogado Marco y su pequeña traviesa siguen en contacto. La chica ya ha terminado sus vacaciones y está de vuelta en la ciudad para continuar con sus estudios, cosa que tiene muy contento a su enamorado porque estarán más cerca y podrán verse más seguido.— ¿Tus padres saben que pasó algo entre nosotros? —Preguntó. Observándola con ojos de amor.— No. Si se enteran me castigarán y me enviarán de regreso al campo. No me lo quiero ni imaginar, se sentirán deshonrados y avergonzados con el señor Volkover, siendo gracias a él que estoy sacando la carrera de mis sueños. —confesó.Marco es muy cariñoso y detallista con su chica. A estas alturas ninguno de los amigos está enterado de su relación con ella, prefiere que sea así porque teme que la molesten, así como hacían con Jandé e Imanol. Ahora que lo recuerda, sonríe por cada broma que hicieron y que ponía de los nervios a Imanol.— ¿En qué piensas? Debe ser algo muy divertido porque estás sonriendo. —Dijo la chica al estar a su lado mie
ALEXADos meses han pasado y del imbécil de Marco no he vuelto a saber nada. En ocasiones me he sentido tentada a llamarle y preguntarle como está, pero cuando recuerdo aquellas palabras que me dijo y ver el rostro de triunfo de su puta, me lleno de rabia y las ganas de saber de él se esfuman por completo.Desde hace una semana estoy presentando síntomas dudosos, mareos, vómitos matutinos e incluso repulsión a ciertos alimentos. Mi mejor amiga, que también es mi compañera en la facultad, me dice que estoy embarazada. Yo me niego a que sea eso, no lo quiero aceptar, no es posible que ahora que Marco y yo nos hemos separado aparezca un bebé para acabar de matarme.Mi amiga logró convencerme para que fuera al hospital y realizarme los estudios correspondientes. Cuando íbamos de camino, recibí una llamada de mi hermano. Él y yo nos criamos juntos, pero no somos hermanos de sangre, pero igual nos queremos sin diferencia.Me comentó que estaba en la capital y que quería verme. Claro que se
Sus manos se formaron en un puño, necesitaba hacer eso para que la sangre en sus venas se relajara y no le hiciera desplomar en ese momento. Duele, duele saber que la mujer que amas ahora está embarazada y no saber si el bebé es tuyo o del amante.Justo en ese entonces llegó Alexa, todos estaban callados, cada uno asimilando la noticia.— ¿Marco? ¿Qué haces aquí? —Preguntó con molestia.— ¡Que Marco, ni que nada! Olvídate de lo que haga o deje de hacer este idiota y mejor explícame cómo es eso de que estás embarazada. —Preguntó, rechinando los dientes.— ¡Oye! ten más respeto cuando le hables. —Dijo Marco, metiéndose en su discusión, no soportando que en su presencia alguien más que no sea él le hable en ese tono.— Tú no te metas en lo que no te importa. ¡Este asunto es entre mi hermana y yo! —exclamó, dándole un empujón para que se alejara.— ¿Hermana? ¿Hermanos? —susurró sin poder creer lo que había escuchado.— Ven conmigo, dejemos que ellos hablen, lo necesitan. Le aconsejó su am
Esa noche Marco fue al apartamento de Alexa, ahora está desesperado por hablar con ella y pedirle perdón. Sin embargo, por más que estuvo llamando a la puerta la joven no salió, en realidad, ella no quiere ni verlo porque hasta la vez le duelen aquellas palabras.Marcó su número de teléfono, pero este lo enviaba al contestador automático. Ella hace unos días se cambió de red y él no lo sabe. Al día siguiente ocurrió lo mismo, hasta que unos días después la pudo localizar y finalmente hablar.— Hubo un malentendido en aquella noche, revisé tu celular y pensé que me estabas engañando, así que, contacté a una mujer de la vida alegre para que me hiciera olvidar de ti. Antes de que pasara algo, llegaste tú y te hice creer que estaba saliendo con ella. —confesó.— No soy estúpida, Marco. Esa mujer te observó y se dirigió a ti como si te conociera de antes, no me vengas con el cuento ese.— Amor, mi pequeña. Juro que te estoy diciendo la verdad. Debes de creerme, por el bien de nuestro hijo
— ¿Qué sucede? ¿Por qué estoy aquí? —Preguntó al recobrar el conocimiento.— ¿Qué es lo último que recuerdas? —indaga uno de los amigos, tratando de confundirlo aún más.— ¡Ah! Díganme que… que no es cierto lo que esa doctora dijo. Esteban, tú eres ginecólogo y no me vas a mentir, dime que fue lo que viste en esa pantalla.— Hermano, tus cinco hijos se veía muy felices, incluso saludaron con su manita a la madre y a todos sus tíos. —confirmó el antes mencionado.— ¿Dónde está Alexa?— Quizá ya se ha marchado con su amiga. Tu cuerpo se desvaneció y nos preocupamos por ti, no sabemos el resto.— O sea que… ¿ella no estaba preocupada por mí? —lamentó con su mirada triste.— Dijo que no le importaba si dejabas la vida en este hospital. Ella está muy dolida, hermano, creo que te costará un mundo hacerla que vuelva a creer en ti.Marco siguió preguntando que como es que ellos sabían que la chica estaría en ese lugar. Ellos dijeron que había sido una coincidencia, la encontraron y supieron e