Jandé lleva tres días interna en aquella clínica, su estado de salud es muy delicado debido a la anemia. El médico le comentó a Imanol que eso se debe a la falta de una alimentación adecuada, y en efecto, los niños confesaron a escondidas de su madre que cuando Darío estaba enojado no le permitía alimentarse más que una vez durante el día.Imanol no ha vuelto a la sala donde se encuentra la chica, ella le pidió que no lo hiciera porque no lo quiere ver por el momento. El trillo de amigos son los que se turnan para acompañarla, ellos prefieren dejar abandonados sus puestos de trabajo para estar cuidando de su querida Bambi.El pequeño Fernando se niega a compartir tiempo con su padre, él es un niño de carácter fuerte igual que su papá y el orgullo no le permite confesarle cuanto deseaba conocerlo en persona y recibir su protección.A diferencia del gemelo mayor, la pequeña Fernanda se ha vuelto muy apegada a su padre. Habla sobre todo lo que han vivido en aquella casa y su primer año d
Un mes más tarde, la familia completa pudo regresar a la ciudad, los padres y sus hijos. El trillo de amigos regresó dos semanas antes porque no podían estar ausentes por mucho tiempo en sus trabajos.Cuando la chica se dio cuenta de que sus hijos estarían al cuidado de Imanol, se sintió nerviosa. Es obvio que él ya se los ha ganado y ahora no sabe qué será de su vida. Los niños ya encontraron a su padre, pero ¿y ella? Su corazón aún está herido y resentido con el hombre al que amó con locura.Jandé le informó a Imanol que alquilaría una casa para no molestar en la de él, según ella, siempre cuenta con el dinero de la herencia.—Está bien, si no quieres que yo esté cerca de ustedes, compraré una casa, tú solo te encargarás de elegir la que mejor te convenga.—No es necesario que pretendas ayudarme con eso, ahora yo también tengo dinero y puedo costear los gastos por mi propia cuenta. Es más, te devolveré el dinero que me pagaste para que mintiera frente a tu madre y te diera un hijo p
Por la mañana la chica se despertó antes que el hombre lo hiciera, tomó una ducha y se alistó para ir a su trabajo mientras el amante sigue durmiendo en la cama. Ella se marchó cuidadosamente y ni siquiera dejó una nota para informarle el motivo de su escapada temprana.Cuando Imanol despertó, buscó a la chica por toda la casa y al no encontrarla se volvió loco. De inmediato le llamó a su celular, pero esta no le atendió y finalmente lo apagó.—¿Qué está pasando? ¿A dónde has ido, mi amor? —Se pregunta apretando el aparato con fuerza al no obtener respuesta.Regresó a la mansión, la señora Melisa sonrió al verle llegar tarde, ella sabe que él no durmió en casa y supone que se quedó con Jandé.—¡Buenos días, hijos! —Saludó a los pequeños y luego a su madre que sonríe con amor.—Papá, ¿puedes llamar a mamá, por favor? —pide el pequeño Fernando.—Le llamaremos del teléfono de la abuela, el mío se ha quedado sin batería. —Mintió, recordando que desde hace rato intenta localizarla y ella n
Jandé se alejó de Imanol, obviamente no irá en busca de algún hombre dentro de la fiesta. Ella se fue a sentar en un rincón del salón en donde pudiera pasar desapercibida de todos los invitados. Desde la oscuridad logra captar en ocasiones los movimientos de su hombre, lo nota un poco desesperado y con su mirada buscando a alguien entre la multitud.Imanol se volvió loco de celos y comenzó a buscarla con desesperación desde que ella le dijo que iría a bailar con otro, en ocasiones ni siquiera se detenía a platicar cuando alguno de sus conocidos se acercaban a felicitarlo por su natalicio.Para mayor desgracia, justo cuando estaba a punto de encontrarla, un hombre notó la presencia solitaria de la chica y, confiando en sus instintos de macho seductor, se acercó a ella llevando dos copas en sus manos.—¡Hola! ¿Puedo acompañarte?—No, no puedes porque ella es mi esposa y ya nos vamos. —Dijo Imanol apareciendo ante ellos y acercándose a la hermosa dama para tomarla del brazo y hacerla pon
Después de la velada romántica y llena de risas que la pequeña familia tuvo, regresaron a casa. Jandé les consultó a los niños si se quieren ir con su padre y mañana regresar muy temprano para que vayan de compras al supermercado.—Papá, nosotros cuidaremos de la abuela, pero mamá no puede quedar sola y tendrás que quedarte para hacerle compañía. —protestó el pequeño Fernando.Los adultos se quedaron asombrados por tal petición y la chica se arrepintió de haberles hecho esa propuesta, mientras que el hombre rebosa de felicidad y en su interior agradece que los niños estén colaborando tal y como él se los ha pedido.—Por supuesto que sí, hijos. Los llevaré con la abuela y regresaré a cuidar de su madre para que ningún fantasma la venga a asustar. —Responde Imanol.—Ni se te ocurra volver, imbécil. Cuida de tus hijos, yo ya estoy grande y me puedo cuidar sola. —Le amenaza su amada, rechinando los dientes.—Ya escuchaste a los niños, no podemos desobedecerlos. —Dice, guiñándole un ojo y
Jandé ha vuelto a trabajar en la empresa como asistente de Imanol. Sus días de felicidad han regresado y todo rumor del pasado ha sido aclarado, prometiendo así no volver a desconfiar de la otra persona sin antes escuchar su versión.Este fin de semana la familia y amigos tienen planeado viajar a la casa de campo de los Volkover, hace años, que no se reúnen de esa forma para divertirse, hasta ahora.En unas horas estuvieron todos reunidos, y hasta entonces se repartieron las habitaciones. Los señores encargados de cuidar la propiedad tienen una hija muy hermosa y educada, ahora mismo está de vacaciones y ha vuelto al pueblo.La misión que su madre le ha encomendado es que le ayude a atender a los jefes durante su estadía en el campo. Lo que la joven no se imagina es que se topará con un loco que se obsesionará con ella y le hará pasar el mejor o peor fin de semana de su vida.La madre envió a su hija para que le preguntara a cada uno lo que querían que se les preparara para la cena de
Los amigos observaron un tanto sospechoso a Marco y le consultaron que se traía entre manos; han notado que algo no andaba bien porque uno de ellos propuso quedarse en el jardín toda la noche para hablar de cosas triviales; sin embargo, Marco se negó a la idea.—No es nada, bueno, en realidad estoy preocupado por un caso que me está costando mucho resolver en el bufete. —Mintió, pues no dirá que ha citado a la joven cocinera allí.—Olvídate, del trabajo. Estamos aquí para relajarnos. —Le insisten.—Es mejor que esta noche descansemos, mañana haremos actividades y entonces nos divertiremos. —Dicho eso, se levantó y fue a su habitación. Seguidamente, cada uno se retiró hasta que el jardín quedó vacío.—Qué bueno que logré despistarlos. —alardea, celebrando su victoria.A la hora acordada salió al jardín, más la chica nunca apareció, los minutos iban corriendo como una gacela, pero de ella no había rastro.—Ah, debí suponer que eres una pequeña testaruda y no vendrías. —dice para sí mism
Imanol les ha pedido a todos que se reúnan en ese maravilloso lugar por un motivo, eso sí que no se lo ha comentado a nadie, bueno solo los gemelos lo saben y ellos son sus cómplices fieles.—Cariño, regresaré en unas horas, ha surgido un problema en la empresa y se requiere mi presencia. —Informó Imanol.Jandé se despidió de su hombre y fingió creerle, ella sospecha de que le miente porque cuando sucede algo grave ella como su asistente personal también es de los primeros en enterarse. Para ella el día fue muy aburrido, su mente solo piensa en lo que podría estar haciendo Imanol y no logra disfrutar con el resto.—Mamá, no estés triste, papá vendrá muy pronto. —Le consuela su hijo Fernando.—Tranquilo, mi amor. Estoy triste porque me doy cuenta de que ustedes ya se me están creciendo y pronto serán unos preciosos jovencitos que se irán a estudiar y me dejarán sola.Jandé sintió tristeza en su corazón con las palabras llenas de amor por parte de su hijo, decidió dejar a un lado el tem