Fue así como pasaron los días y el orgullo de Imanol seguía intacto. Cuando su madre le preguntó por su nuera, este le comentó que se había ido de visita donde un familiar y que no regresaría hasta dentro de unos días porque aquella persona estaba en delicado estado de salud y ella es su única pariente.Cuando la curiosidad le ganó, bueno, más que todo, las ganas de saber de su mujer, llamó a uno de sus amigos y este le informó que no saben nada de la chica, pero que le urge hablar cara a cara con él y que en ese momento se dirigía a la empresa.—Nos hemos distanciado por tu culpa, hermano, estás molesto y pretendes que todo a tu alrededor pague por ello. —reclamó el joven.—Tienes razón, lo siento mucho. La culpable de esto es Jandé, seguro ella se ha marchado con su amante y yo me la estoy desquitando con ustedes —expresa—. Ella cree que si huye de mí, me olvidaré del divorcio y del dinero que le pagué para que alquilara su vientre. —finaliza.—Deja en paz a la chica. Leo te pidió q
Cargada de ansiedad y al mismo tiempo curiosidad por saber quién es la persona que está próxima a llegar. Jandé se vistió con ropa sencilla, pero que la hacía ver hermosa. Ella guarda la esperanza de que sea Imanol quien haya decidido ir a verla y, por ende, pedirle que se vaya junto a él a casa.Cuando el timbre sonó, se llenó de nervios y no sabía qué hacer, ¿mostrarse enfadada ante él o demostrarle que está muy feliz de encontrarse? Finalmente, y después de un largo debate en su mente, ella corrió a abrir la puerta, va con una sonrisa enorme y vaya sorpresa la que se llevó al no encontrarse con el hombre que tanto había esperado y alucinado que llegaría.—¿Señora Melisa? —dice un poco decepcionada a medida que su sonrisa se desvanece.—¿Acaso esperabas a otra persona? —preguntó con gracia la señora y alzando una ceja, pues se imagina el motivo de su reacción.—Eh, no. Leo no me dijo que era usted la que vendría. Oh, por Dios, aún la tengo de pie en la puerta, sea usted bienvenida.
Jandé se niega por completo al hecho de estar embarazada, ella no acepta la insinuación que ha hecho la señora Melisa y le molesta que todos la estén ahora felicitando como si de verdad hubiera un hijo en su vientre.—¿De qué se alegran ustedes? Además, ¿Usted de dónde ha sacado eso de que hay un bebé entre nosotros? —le cuestiona a su suegra.—Hija, esta mañana solo te vi y supe que estás embarazada. ¡Voy a ser abuela! Mi intuición me lo grita en la mente y en el corazón.—Un momento, no celebren algo que no sabemos si existe. —les dice la chica.—Ahora mismo saldremos de dudas. Mientras tú te duchabas, he llamado a la farmacia y me han enviado una prueba de embarazo. —Se adelanta la señora.—¡No puede ser!, me siento acosada por todos ustedes. —Dice Jandé en tono divertido.—Date prisa, querida nuera, mi hijo pronto llegará a casa y al no encontrarme se preocupará.La señora le entregó una caja que contiene la regleta y de inmediato la enviaron al baño. Mientras los segundos corren,
Seis años más tardeImanolSeis años han pasado desde que vi por última vez a Jandé. Desde entonces no he vuelto a saber nada de ella, bueno en realidad al día siguiente de que fui a casa de Leo y la encontré allí recibí una llamada por parte de ella misma en donde me decía que no la buscara porque se había marchado con un hombre bueno y que se olvidaría de mí.No le tomé importancia y sin dejar que terminase de hablar colgué la llamada. Ella sabía que yo estaba muy cabreado en ese momento porque me habían mentido y aun así creyó que la estaría buscando si desaparecía sin decírmelo.Mis amigos y mi madre tienen prohibido mencionar su nombre en mi presencia, siento mucho coraje en mi corazón cuando en ocasiones les escucho decir que ojalá su Bambi se encuentre bien en donde esté. Sé que a mi madre le ha afectado bastante porque ella la quería como a la hija que nunca tuvo, pero ha sabido controlarse por el amor que me tiene a mí.¿Qué cómo ha ido la empresa sin Jandé?Reemplazar su pue
Seis años atrás…Después de que Imanol se marchó de la casa de su amigo Leo, Jandé se fue a su habitación sin comentarle una sola palabra a este sobre lo que acababa de suceder. Esa noche no pudo dormir por estar llorando y analizando lo mejor que puede hacer para alejarse y no fastidiar a las personas cercanas e importantes para su esposo.Entonces decidió salir en horas tempranas y volver a su antigua casa, a esa que compartió algún tiempo con Darío. Ella nunca se imaginó volver a encontrarse con su verdugo en la misma habitación donde muchas veces hicieron el amor y dijeron amarse con palabras que finalmente el viento se las llevó porque en realidad él no la quería.—Oh, eres tú, que has vuelto esposa mía. Pensé que era un ladrón que se había introducido en nuestro hogar. —Le dijo el hombre que ya estaba preparado para salir cuando escuchó sonidos afuera.—¿Qué haces aquí, Darío? —cuestionó armándose de valor, aunque en su interior se esté muriendo de miedo.—Esperándote, mi amor.
ACTUALIDAD…—¿Estás seguro de que quieres ir tú también o solo vamos nosotros? —Pregunta uno de los amigos.—Iré, ese niño me pidió ayuda directamente y no sería bueno que a su rescate no llegue la persona que él espera. —responde, poco seguro de lo que dice.—Nuestra Bambi nos debe dar muchas explicaciones. ¿Cómo es que el niño sabe que tú eres su padre? ¿Y cómo pudo contactarte también? —se preguntan entre ellos.—Ya les he mencionado que se nota que es muy inteligente para la edad que seguramente tiene.—¿Estás feliz? El amor de tu vida te ha convertido en padre y estás a punto de reunirte con ellos. ¿Cómo te sientes?—No lo sé, me siento confundido, dolido y avergonzado. ¿Y si ese pequeño es hijo de su verdadero esposo y no mío? —dice, sumido en sus pensamientos negativos.—Hermano, antes de que ella desapareciera, tu madre sospechó de su embarazo; sin embargo, no lo pudimos comprobar por un pequeño accidente que sucedió. —confiesa Leo.—¡Ah, y hasta ahora vengo a enterarme!, como
El viaje que hicieron hasta llegar donde se encuentra el helicóptero fue muy pacífico, todos guardaron silencio para que la chica descansara porque la vieron con sueño. ¿Y cómo no?, si tanto que ha sufrido y ahora sentir la libertad es como si haya vuelto a nacer.—Regresen con ella y los niños, por ahora que se quede en casa de cualquiera de ustedes, no quiero que mi madre se entere de nada hasta que yo vuelva y se lo cuente.—¿De qué hablas? ¿Qué harás aquí?—Sabes que tengo un asunto del que ocuparme. Esto no puede esperar más tiempo, ese imbécil se escapará y no lo encontraré.—Ni de bromas te quedarás solo, somos un equipo, ¿ya lo olvidaste? Todos para uno y uno para todos. Además, no sabemos lo que ha sucedido en realidad, deberías de hablar primero con Jandé y que ella lo aclare todo.—Leo… —He dicho que nos quedamos contigo, no se diga más. Le daremos su merecido en su momento a ese maldito, pero por ahora mantén la calma y trata de ganarte la confianza
Jandé lleva tres días interna en aquella clínica, su estado de salud es muy delicado debido a la anemia. El médico le comentó a Imanol que eso se debe a la falta de una alimentación adecuada, y en efecto, los niños confesaron a escondidas de su madre que cuando Darío estaba enojado no le permitía alimentarse más que una vez durante el día.Imanol no ha vuelto a la sala donde se encuentra la chica, ella le pidió que no lo hiciera porque no lo quiere ver por el momento. El trillo de amigos son los que se turnan para acompañarla, ellos prefieren dejar abandonados sus puestos de trabajo para estar cuidando de su querida Bambi.El pequeño Fernando se niega a compartir tiempo con su padre, él es un niño de carácter fuerte igual que su papá y el orgullo no le permite confesarle cuanto deseaba conocerlo en persona y recibir su protección.A diferencia del gemelo mayor, la pequeña Fernanda se ha vuelto muy apegada a su padre. Habla sobre todo lo que han vivido en aquella casa y su primer año d