—Cariño quita esa cara, por todo los cielos iré a Roma, no al otro lado de mundo —Catalina sonrió, para disfrazar su tristeza y angustia, había evitado ver a Chiara, estando fuera todo el día anterior y hoy mientras partía no se despidió, aún no era capaz de verle a ojos sin culpa.
—Lo sé amor, nunca hemos estado separados tanto tiempo, ni siquiera por negocios, déjame reunirme contigo en Roma, el fin de semana —Enzo, abrió la puerta de su auto ante la falta de respuesta de Catalina, sentía como si estuviera alejándose de él. Era posible, solo fueron ideas suyas, todo el asunto de Chiara y Federico, los sentimientos que embargaba su corazón y parte de ellas iban destinadas a la joven embarazada.
—¿Especializados en testamento? —preguntó. —¿Qué sucede Dante? —el mencionado se encogió de hombros. Incapaz de responder, tenía la misma duda.—Lo mismo deseo saber. Catalina no habría recurrido a alguien ajeno en caso de ser un tema delicado, tengo su testamento en mi poder, ambos sabemos si ella ha hecho uno nuevo, el antiguo pierde validez.—Es algo que me tiene sin cuidado Dante, Catalina puede heredar su fortuna a quien ella desee, en todo caso yo solo soy su marido, tengo dinero propio gracias a mi trabajo, me case por amor no por interés —espetó molesto mal interpretando las palabras de su mejor amigo.—No he querido ofenderte Enzo ¡por Dio! Estoy preocupado y es lógico que toque el tema de esta manera, se bien que están casados por bienes separados. Fuiste tú quien lo so
—Viajaré el fin de semana cariño, Chiara vendrá conmigo. No hay necesidad de esconderte cariño, ella no te culpa por lo ocurrido, ha estado preocupada por tu ausencia —Enzo estaba deseando llegara el viernes, para viajar a Roma, se reuniría con Catalina y Chiara, saldrían de compras y se olvidaría de todo lo demás.—“Cariño, no es necesario, volveré a Roma en una semana más” —la voz de Catalina en el altavoz se hizo escuchar. Enzo se preparaba para un nuevo día de trabajo.—Viajaremos a Roma, no quiero negativas Catalina —su tono fue demasiado brusco por lo que dijo. —Disculpa cariño, pero necesito verte —su
—¿Estás lista? —Enzo preguntó. Chiara, tenía el bolso de viaje en la mano, no necesitaba más, sería una estancia corta en Roma. Él debía volver el domingo a Génova, por trabajo y Catalina viajaría a Milán con sus amigos.—Tengo todo lo necesario, estoy nerviosa, nunca he subido a un avión —admitió la joven sonrojándose, por no decir, nunca había salido de Génova.—No te pongas nerviosa, le hará daño al bebé, piensa es como ir en auto, la única diferencia es al momento de despegar; pero no te preocupes por ello, estaré a tu lado, tendrás mi manos sosteniendo la tuya con segurid
Los minutos fueron convirtiéndose en horas, las horas en días. Nadie podía dar razones del accidente, el cuerpo de rescate, simplemente no pudieron dar con el avión. Enzo se negó a dejar Roma, hasta tener noticias, sin embargo no había rastro de la aeronave, ni siquiera sabían dónde había caído, simplemente desapareció del radar y fue como si el mar se lo hubiese tragado.Enzo se negaba a la cruel realidad, se negaba a perder a su esposa de aquella manera, sin un adiós, había sido un hasta pronto se recordó, sin poder evitarlo dejó de ser valiente y lloro, lloro tanto como fue posible, el dolor que embargaba su corazón era demasiado hasta el punto casi de olvidarse de la joven embarazada a su lado.Chiara con el corazón destrozado se acercó a él, podía entender su dolor, ella sufría una dobl
Hola estimados lectores. Con toda la pena del mundo, me veo en la necesidad de poner este aviso, ya que no he podido actualizar debido a dos factores importantes: 1. Me he quedado sin computadora para poder trabajar. desde hace algunos días y estoy a la espera de que me la devuelvan el viernes por la mañana. 2. Tengo dolor en ambas muñecas de las manos, lo que me dificulta ecribir en el móvil, aun asi tratare de avanzar en el móvil y tener más de un capitulo listo para volver. Esperando su comprensión, de ante mano muchas gracias. Coon cariño. Tory Sánchez
—Enzo Lombardi, Chiara Ferrer, Bianca Mancini y su servidor Dante Russo abogado de la familia.—Me alegró que estén reunidos mi nombre es Marcus Romano, soy el abogado de la señora Catalina Mancini de Lombardi, que en paz descanse.—Y bien ¿Cuál es el motivo de su presencia en mi casa? —la pregunta de Enzo, fue ruda, no esperaba tener al abogado el mismo día en el cual se celebrará la misa en honor a Catalina.—Mi intención no es molestar, señor Lombardi, por órdenes de su esposa estoy aquí, la señora Catalina, fue clara y exigente en cuanto a la lectura de su testamento, curiosamente las personas involucrada
Un mes después…—¿Están listas? —Enzo preguntó después de tocar la puerta, estaba nervioso. Miles de emociones atravesaban su corazón, hoy conocerían el sexo del bebé a petición de Chiara.—Sí, voy saliendo —Chiara terminó de arreglarse el cabello, cogiendo el bolso salió de la habitación. Estaba nerviosa, a cita con el ginecólogo no era una normal o como las anteriores, hoy conocería el sexo del bebé que esperaba, deseaba fuera una niña lo anhelaba tanto.—Gracias por acompañarme Enzo, yo…—No tiene por qué agradecer Chiara, soy yo quien te agradece, esta oportunidad — Enzo abrió la puerta del auto para permitirle a la chica subir. Se sentía emocionado y tambié
—¿Qué has dicho?—Lo que has escuchado querida, no tendrás fácil quedarte con la fortuna de Catalina Mancini de Lombardi, porque simplemente no eres su sobrina, por tus venas no corre la sangre Mancini. Sin embargo no ventilaré nada de esto, si a cambio dejas de molestar Enzo —la expresión de Dante, no dejaba en duda que sería muy capaz de exponerla. Bianca sintió un frío correr por su espalda ¿Quién era su verdadero padre?—No, no es cierto, no puedes hablar en serio, ¡No puedes! —Bianca salió de la oficina del abogado con más problemas de lo que llevaba. Se negaba a aceptar que ella no era parte de la familia Mancini.<