Hola estimados lectores.
Con toda la pena del mundo, me veo en la necesidad de poner este aviso, ya que no he podido actualizar debido a dos factores importantes:
1. Me he quedado sin computadora para poder trabajar. desde hace algunos días y estoy a la espera de que me la devuelvan el viernes por la mañana.
2. Tengo dolor en ambas muñecas de las manos, lo que me dificulta ecribir en el móvil, aun asi tratare de avanzar en el móvil y tener más de un capitulo listo para volver.
Esperando su comprensión, de ante mano muchas gracias.
Coon cariño.
Tory Sánchez
—Enzo Lombardi, Chiara Ferrer, Bianca Mancini y su servidor Dante Russo abogado de la familia.—Me alegró que estén reunidos mi nombre es Marcus Romano, soy el abogado de la señora Catalina Mancini de Lombardi, que en paz descanse.—Y bien ¿Cuál es el motivo de su presencia en mi casa? —la pregunta de Enzo, fue ruda, no esperaba tener al abogado el mismo día en el cual se celebrará la misa en honor a Catalina.—Mi intención no es molestar, señor Lombardi, por órdenes de su esposa estoy aquí, la señora Catalina, fue clara y exigente en cuanto a la lectura de su testamento, curiosamente las personas involucrada
Un mes después…—¿Están listas? —Enzo preguntó después de tocar la puerta, estaba nervioso. Miles de emociones atravesaban su corazón, hoy conocerían el sexo del bebé a petición de Chiara.—Sí, voy saliendo —Chiara terminó de arreglarse el cabello, cogiendo el bolso salió de la habitación. Estaba nerviosa, a cita con el ginecólogo no era una normal o como las anteriores, hoy conocería el sexo del bebé que esperaba, deseaba fuera una niña lo anhelaba tanto.—Gracias por acompañarme Enzo, yo…—No tiene por qué agradecer Chiara, soy yo quien te agradece, esta oportunidad — Enzo abrió la puerta del auto para permitirle a la chica subir. Se sentía emocionado y tambié
—¿Qué has dicho?—Lo que has escuchado querida, no tendrás fácil quedarte con la fortuna de Catalina Mancini de Lombardi, porque simplemente no eres su sobrina, por tus venas no corre la sangre Mancini. Sin embargo no ventilaré nada de esto, si a cambio dejas de molestar Enzo —la expresión de Dante, no dejaba en duda que sería muy capaz de exponerla. Bianca sintió un frío correr por su espalda ¿Quién era su verdadero padre?—No, no es cierto, no puedes hablar en serio, ¡No puedes! —Bianca salió de la oficina del abogado con más problemas de lo que llevaba. Se negaba a aceptar que ella no era parte de la familia Mancini.<
Un mes después…Enzo y Chiara se volvieron habituales a la hora de compartir el desayuno, ella preparándolo y él degustando su sazón. De alguna manera les hacía calidez, respirar un aire tranquilo y paz, hacía mucho que Enzo no se había sentido tan bien. El último año había sido una montaña rusa, primero la petición de su esposa para alquilar un vientre y posteriormente los enfrentamientos. Se lamentaría por ello toda la vida; pero no podía cambiar nada del pasado en su lugar trataría de vivir su presente y garantizar a Chiara y a su hija felicidad.Chiara era un viento fresco, su juventud, su alegría, el amor hacia su hija. Tenía miedo de aceptar en voz alta que esa pequeña y joven mujer se había adueñado de su corazón, estaba enamorado de ella y la verdad le hacía sufrir, sentir
Chiara abrió los ojos sorprendida, pero no hizo nada por alejarse de la cálida boca de Enzo, cerró los ojos dejándose llevar por las sensaciones que embargan cada parte de su ser. Emoción, amor, sentimientos jamás experimentados y que le eran totalmente desconocidos y aun así le hechizaban, no quería dejar de sentir esa sensación de mil mariposas aleteando en su vientre y en su corazón.Enzo profundizó el beso al sentir la recepción de Chiara, estaba dispuesto a detenerse si ella se lo pedía, pero en su lugar ella dejó escapar un pequeño ronroneo que le recordó a una gatita. Apartándose finalmente por la falta de aire. El rostro de la joven era un rojo carmesí, la visión más impresionante que jamás había visto, sus labios hinchados por sus besos, le llenó de una satisfacción y placer que por un mo
—¿Un Orfanato? —Chaira estaba sorprendida, nunca imaginó que Enzo se relacionará, con personas menos favorecidas a él.—Si, fue el lugar donde viví y crecí—sonrió con cierto temor ¿Quizás sería mucha información para Chiara? Esperaba que no, quería que ella supiera sus orígenes, aunque ni él mismo supiera toda la verdad.—¿Tú? —la joven preguntó, no podía creer las palabras del hombre, nunca hubiera imaginado que un hombre fino, culto y tan poderoso como él, hubiese vivido en un orfanato, nunca lo habría creído si él no le estuviera diciendo.—Fui abandonado por mi padre en una iglesia en Roma, cuando sólo tenía tres años de edad. Ella prometió volver; pero nunca lo hizo, escape del lugar al que fui l
Enzo nunca había estado más nervioso en su vida que en esos precisos momentos, había aceptado participar en la fiesta para beneficio del Orfanato y llevar a Chiara podría ser un arma de doble filo. Él fue despreciado por la alta sociedad por casarse con Catalina ¿Qué sucedería ahora que le vieran llegar del brazo de una mujer, joven y embarazada? Podía bien soportar que hablaran de él, siempre había sido de esa manera en sus apariciones en público; pero no soportaría que alguien pusiera en duda, el honor de la madre de su hija.Chiara observó a Enzo parado al final de las escaleras. Con un traje hecho a medida, se veía terriblemente hermoso. Sintió su corazón acelerarse, era su primera vez en sociedad y la angustia de poner en ridículo a su pareja, le atenazaba el corazón. Bajo lentamente. Él estaba de espaldas a ella.<
Enzo se acercó lentamente y sin culpas en su conciencia, ella estaba despierta y dispuesta a recibirlo. Con el deseo naciente en su interior, beso los labios de la joven nuevamente, aumentando esta vez la pasión, llevando a un punto de no retorno la relación.Chiara se abrió para recibirlo, sus labios aprisionaron los labios masculinos con pasión desmedida. Estaba enamorada, se había enamorado mucho más al descubrir el corazón que encerraba Enzo dentro de su pecho. La primera impresión que tuvo de él se borró y nuevos recuerdos se hicieron presentes en su mente.Enzo le ayudó a ponerse de pie, sin romper el beso. Chiara cruzó las manos detrás del cuello del hombre, para acercarlo a más a su cuerpo y su boca. Las emociones que nacían en su interior le abrumaban, excitaban hasta el punto de sentir la humedad entre sus piernas, mojand