Capítulo 28AlejandroSalí de casa de Marina hecho una completa fiera debido a todos los sentimientos encontrados que tenía ¿Cómo era posible que además de Dilan tuviera dos hijos más y no me lo hayan dicho? ¿Seria esto a lo que se refería Dorian cuando me decía que no debía dejar de buscarla? Pero por supuesto, él sabía de la existencia de mis otros dos hijos y nunca me lo dijo.No puedo creer que la vida me haya dado este regalo tan grande; aunque sé que tal vez no me lo merezca. Sin embargo; cuando vi sus ojos iguales a los míos y en el momento en que ellos me dieron ese abrazo tan cálido, mi corazón se llenó de gozo. Sobre todo al ver a mi princesa, la cual se diferencia de sus hermanos al ser más parecida a su madre, pero igual es hermosa.Llego a la casa en la que me estoy quedando y lo primero que veo al entrar es a Dorian hablando por teléfono y una vez este termina. Se queda mirándome y estoy seguro de que por la expresión de mi rostro, este sabe perfectamente que acabo de de
Capítulo 29MarinaDespués de que Alejandro se fuera de mi casa, me quede totalmente devastada por no saber de qué manera reaccionar ante esta situación y si no llega a ser por mi madre. No sé que hubiera sido de mí.Luego de calmarme lo bastante como para ver a mis hijos jugar, no podía creer como después de tanto tiempo los tenía a los tres bajo el mismo techo. Puesto que si vamos a ver, la última vez que los tuve así fue en mi vientre.No dire que no estaba más que feliz, tanto que me pase todo el tiempo posible cerca de mis hijos hasta que mi prima llego acomoda de mi madre. La verdad me sorprendió bastante el tenerlas en casa tan temprano; sin embargo, mi prima venía según ella dispuesta a ayudarme a escapar con mis hijos y aunque en un principio le dije que no podía hacer eso por lo que había dicho Alejandro. A ella se le ocurrió la brillante idea de que escapara al anochecer por la ventana del baño, mientras le decíamos a los niños que todo era un juego; lástima que ninguna con
Capítulo 30AlejandroNi siquiera la copa de whisky más fuerte puede pasar el mal sabor de las palabras de Marina. Eran como una herida abierta a la que le echaban limón a cada segundo. Después de que se diera aquella discusión entre nosotros en medio de la carretera, Marina vino conmigo directamente hasta la propiedad la que me estoy quedando, cosa que obviamente no le vino para nada en gracia. Ella solo se dedicó a buscar a los niños y cuando la empleada de servicio la llevo con ellos, se encerró en la habitación sin alguna intención de salir por el momento.– Ahogar las penas con el alcohol no borrará el concepto miserable que tiene ella de ustedes – dijo Dorian y por el tono de su voz presiento una pelea – En ocasiones me he preguntado por qué precisamente escogió a esa chica ¿Por qué no a otra? Una a la que exclusivamente le importara el dinero y nos hubiésemos ahorrado todo esto; así usted hubiese cobrado su herencia sin ningún problema. – No pienso discutir contigo mis decisi
Capítulo 31 MarinaVer a mis hijos durmiendo todos juntos no tenía comparación. Ni siquiera me importaba ya el sacrificio que tuviese que hacer para verlos así; cuando eres madre las cosas son completamente diferentes y ni siquiera el negro corazón de Alejandro podrá hacer que cambie de opinión. Por mis hijos soy capaz de aguantar lo que sea.Luego de haber firmado los dichosos papeles que me unían en matrimonio con Alejandro, no pude evitar discutir con él y sobre todo me llenaba de ira su actitud tan déspota. Así que para ocupar mi mente en lo que realmente era importante en este momento, decidí llamar a mi familia para darle señales de vida. Sin embargo; tal y como lo predije, las cosas no salieron a pedir de boca cuando mi mamá se enteró de todo lo que había pasado. Únicamente me repetía una y otra vez que le dijera donde estaba para irme a buscar, no obstante; para mi mala suerte no sabía exactamente la dirección de este lugar y para como están las cosas dudo mucho que ella pudi
Capítulo 32Marina A la mañana siguiente todos nos preparamos para viajar a New York y yo no pude conciliar el sueño en toda la noche debido a todo lo que me ha pasado en tan solo tres días. Me sentía como si estuviera flotando a la deriva sin ningún curso.Ya habíamos llegado a New York y veía como los niños veían todo a través del cristal de la camioneta con mucho entusiasmo. Era increíble ver todos esos cárteles enormes y brillantes por todos lados, la cantidad de gente caminando de un lado a otro con prisa sin importarles el tráfico. Era muy interesante ver a todas esas personas realizar seguramente sus rutinas diarias, mientras hablan en inglés dejando a algunas personas confusas al no entender bien.Mientras el viaje seguía en curso, de vez en cuando veía a mis hijos y estos sonreían cuando les guiñaba un ojo tratando de coquetear con ellos. Así de paso pasaba el tiempo más rápido y también esquivaba la mirada penetrante de Alejandro, la cual sigue sobre mí a pesar de ignorarlo
Capítulo 33MarinaMientras bajaba las escaleras luego de media hora dentro de aquella habitación, comencé a sentirme nerviosa al ver como mi presencia llama la atención de Alejandro y su madre. Los cuales al parecer mantenían una conversación para nada agradable y lo digo por la expresión de molestia en sus rostros.– ¿Perdón interrumpo? – pregunto a la defensiva para ver si no soy la causante de dicho problema.– Hola querida, no interrumpes nada. De hecho iba a ir a buscarte en unos minutos para hablar contigo; hay muchas cosas que me gustaría platicar contigo. – Por mí no hay problema, pero me gustaría saber donde están mis hijos. – Los niños están bien, están durmiendo en la habitación de la derecha a la de ustedes. Sígueme hasta el jardín, ahí estaremos bien.Una vez estuvimos las dos solas en el jardín, lejos de los ojos de Alejandro; ambas nos sentamos alrededor de una hermosa mesa situada ahí y despuésla señora Ivana se quedó con la mirada gacha mirando algún punto fijo en
Capítulo 34 Alejandro La conversación que tuve con mi madre fue exactamente la que me espere y esta no estaba para nada contenta con las decisiones que había tomado. Sobre todo con la de haber obligado a Marina a casarse conmigo y que para colmo ni siquiera le había comprado un anillo. Cosa que obviamente es verdad y por eso decidí aprovechar que ambas estaban en el jardín para salir a hacerlo. Entre muchos anillos y alianzas que vi, ninguno me llamo más la atención que aquel anillo de oro blanco con una lágrima de zafiro azul cielo. Con pequeños diamantes casi invisibles por los lados, es que ese era el anillo perfecto y para mi suerte venía con la pareja de alianzas perfectas para los dos. Cuando llegue a la casa ya era bastante tarde y Marina junto con los niños estaba cenando muy a gusto, tanto que no pude interrumpirlos. En vez de eso, me fui a mi despacho para terminar con algo de trabajo que tenía pendiente. Ya era media noche y me encontraba camino a la habitación, cuand
Capítulo 35Marina No sé que diablos tengo metido en la cabeza. Esta mañana cuando me desperté, luego de haber soñado con una de las veces que estuve con Alejandro mientras este se hacía pasar por Franco. Al entrar en la ducha para tratar de calmar todas las sensaciones que me hizo sentir ese maldito sueño, sin saber por que razón termine tocándome yo misma de una manera desesperada. Era como si el demonio se me hubiese metido en el cuerpo y cada vez que llevaba mi mano hacia mi zona íntima, era como si él estuviese tocándome. Una ola de placer me recorría el cuerpo por completo, cuando de repente sentí la mano de Alejandro justo contra la mía. Fue un asalto a traición porque no esperaba que él se metiera al baño y cuando percibir hacia donde este quería llegar. Aunque trate de detenerlo todos mis esfuerzos fueron inútiles al tener el cuerpo tan sensible. No entendía como unas simples caricias despertaban en mí un fuego que pensé estaba dormido, un fuego que solamente había despert