*Dianora*No fue fácil darme cuenta de que su distanciamiento ya no se trataba de un fin de semana, ni tampoco de una semana si no que más tiempo pasaría hasta que volviésemos a encontrarnos._Matteo por favor, solo necesito verte…Alessandro lloraba, a veces creía que también lo extrañaba, era de noche y había cogido algo de frio, yo olvide poner el aire. Me encontraba tan mal, devastada emocionalmente, que no estaba al cien por cien como madre, y me sentía desquiciada._Te he dicho que no puedo amor… esto me duele más a mí que a ti._ ¡Matteo para!_ Dije fuera de mí. _Tú no sabes lo que es estar sola en una ciudad, sin nadie … solo tú con un bebé._Dianora, mi amor, por favor, tienes que escucharme y tranquilizarme._ ¡No tengo que tranquilizarme! ¿Por qué volviste Matteo?_ ¿Cómo? ¿A qué te refieres Dianora?_ ¿Por qué volviste a enamorarme si ahora te has alejado de mí?*Matteo*Ella estaba enfadada, triste, decepcionada conmigo y era… completamente comprensible. Yo supe cuando la
*Matteo* Ella ni siquiera preguntó porqué había elegido Polonia para vernos, realmente yo ni siquiera lo sabía, simplemente pensé en un destino cercano a Italia y seguro, en el que ella y yo no fuésemos nadie, solo dos extranjeros que venían a conocer el país. Aunque realmente no hicimos una gran visita de la ciudad de Cracovia, aquel encuentro sirvió especialmente para eso… para reencontrarnos, hablar en persona y amarnos intensamente de nuevo. Mi vuelo partió antes desde el aeropuerto de Nápoles, por lo que esperé a que ella aterrizase, y cuando ella salió, vi de nuevo a esa preciosa mujer, no muy alta, delgada y con una figura perfecta, y la cara mas hermosa que había visto en mi vida. Su mirada de otoño se encontró con mi mirada azul, y fue cuando sonrió, y corrió hasta lanzarse a mis brazos. _Pequeña. _Dije en un susurro. Fue entonces cuando nuestras respiraciones se aceleraron al unirnos. La noté en mis brazos más delgada, estaba claro que había a delgado, me costó soltarla,
* Matteo*Me desperté cuando el cielo aún estaba algo oscuro, había llovido toda la noche, una enorme tormenta, y parecíamos destinados realmente a tener aquellos encuentros llenos de pasión y amor cuando había aquellos desastres naturales. Durante horas no había parado de llover con fuerza y podían escucharse las gotas contra la ventana. Por fin había cesado, pero me di cuenta de que unos pequeños milímetros de la ventana estaban abiertos y el cristal no cerraba por completa el hueco, por lo que un frío gélido había entrado.Yo me levanté con cuidado para cerrar del todo el ventanal y entonces observé como se habían creado enormes charcos, la tormenta había sido devastadora igual que nuestro encuentro sexual en el que habían saltado verdaderos fuegos artificiales._Vuelve a la cama. _ Dianora se había despertado, me giré y su preciosa mirada cálida que contenía el otoño choco con la mía._Sí pequeña, solo me levanté a cerrar la ventana, hacía frío._Yo tengo frío así que vuelve y abr
* Matteo*Y después de varios días, que pasaron rápido, demasiado y sin darme cuenta, recibí noticias de alguien. Antonella me llamó, supongo que tenía mi teléfono por Piero, y ella me dijo de vernos, se notaba afectada por la voz, estaba sufriendo y yo estaba dispuesto a consolarla, porque yo también llevaba ese sufrimiento en mi interior.Quedamos en una zona que envolvía a la preciosa ciudad, con vistas maravillosas al mar que ese día parecía demasiado violento, y las olas incluso amenazaban con acceder a ese precioso paseo.Yo me senté en el punto en el que habíamos quedado, justo al lado del castillo enfrente del mar donde miles de turistas llegaban en la estación de verano, pero que en esa tarde de invierno se sentía demasiado tranquilo.De repente observé a Antonella a lo lejos, a varios metros, ella era una mujer sencilla pero guapísima al mismo tiempo… desde que Dianora estaba tan lejos de mí yo me sentía solo, echaba de menos sentir a una mujer y ella… se veía tan linda. Pe
*Matteo*Yo ya había sido informado por mis hombres de que había un pequeño grupo en Scampia, que tenían conexión con la mafia de Sicilia y había rumores de que querían coger el poder principal en Nápoles. Estaba seguro de que eran ellos los que habían tenido algo que ver con el asesinato de Piero y por fin el propietario de un pequeño restaurante habló._Él descubrió a un chico de ese grupo de Scampia, joven, de veinte pocos años, un mandado seguramente al que pidieron que asesinase a Piero._¿Pero por qué a Piero?_Yo tampoco lo entiendo, supongo que pensaron que sería un golpe duro para ti y toda la mafia.Y así lo había sido, pero no lo entendía, ¿ Por qué matar a Piero y llevar meses sin atreverse a atacarnos? Aquello no me parecía que tuviese ningún sentido._Solo asegúrate que fuese ese chico y que ese maldito grupo este detrás de su muerte.No tardaron más de varios días en estar completamente seguro de ellos, y yo no comprendía porque un grupo pequeño, sin demasiado capital
*Matteo*Después de aquella rápida victoria, por fin se había hecho justicia y yo sentía que por fin tenía de nuevo todo el control de Nápoles, aunque en realidad nunca lo había perdido... Lo sucedido con Piero seguía siendo extraño y algo no cuadraba, y no había sido solo un acto triste y despiadado, sino una gran falta de respeto para el grupo Baldini, porque se habían atrevido a tocar a mis hombres, al mejor de ellos…A los dos días de aquel encuentro especial con Antonella en mi despacho, ella volvió a contactar conmigo. Yo había evitado contactar a Dianora, algo me hacía sentirme muy apresado con ella, pero en cambio no dudé en coger la llamada a esa mujer hermosa que me había hechizado sin esperarlo._Matteo, me dijiste que habías pensado en ti y... desde que nos besamos me ha sucedido los mismo contigo y me encantaría que nos viésemos.Sentir su voz reavivo sensaciones extrañas, intensas y placenteras en mi interior, dios mío yo deseaba volver a encontrarme con esa hermosa muje
*Dianora*_ ¿Dónde está Matteo?Había reconocido la voz de Adriano a través a través del teléfono, él llevaba simplemente días sin responder a mis llamadas, y yo me sentía realmente devastada ¿Por qué me estaba haciendo eso? ¿Se había cansado de lo nuestro? ¿Se había cansado de mí?_No lo sé... estaba en su despacho buscando unos papeles y escuché el teléfono._Sí, le he llamado cientos de veces._Pensé que dormía y por eso fui a su cuarto a despertarlo... pero solo he encontrado el móvil sobre su cama._¿Y se puede saber dónde está?, es muy tarde.Era media noche, y yo ya me haya enterado a través de la prensa de lo que había sucedido en Nápoles y sabía que significaba que Matteo estaba detrás de ello y las víctimas de ese incendio por ajustes de cuentas eran los que tenían que ver con la muerte de Piero. ¿Pero por qué no me había dicho nada? Me había prometido miles de veces que en cuanto encontrase y acabase con los culpables volviera y en cambio no lo había hecho... ni siquiera es
* Dianora *Ella respiró en ese momento profundamente, se veía afectada por lo que le había contado, y pensé que quizás desde fuera, desde su punto de vista, ella veía algo que yo no podía concebir._Vete hoy mismo Dianora, vuelve con tu hijo, eso es lo único bueno que has obtenido de ese hombre._Pero él me trató bien, también compró esta casa y…_Eso no importa cielo, no debe de tratarte bien a veces y otras veces mal, una mujer merece ser tratada bien todos los días. Y respecto a esta casa, si quieres podemos devolverla, yo iré contigo a Milán y te ayudaré en todo lo que necesites.Yo agarré su mano con fuerza, sus palabras habían llegado a mi corazón y ella no había temblado o dudado ni un segundo al pronunciarlas. Yo confiaba en ella, era mi única familia y de las poquísimas personas en el mundo que me habían cuidado.Debía aceptar que Matteo era un hombre ciclico, que solamente provocaba alteraciones emocionales dolorosas en mi... no importa que dijese que iba a cambiar, el final