*Matteo*Cuando me monté en mi coche rojo volví a contactar a Esmeralda y le pedí que por favor me enviase su ubicación, debía de llegar hasta ella y me di cuenta de que me había citado en un hotel muy lujoso de las afueras de la ciudad cercano al mar ._¿Pero por qué allí?Lo primero que pensé es que aquello sería realmente grave, hubiese esperado más una cita en algún restaurante aunque enseguida pensé que realmente era demasiado tarde .Salí de la villa y me dirigí a toda velocidad a aquel punto, traspasé las principales calles del centro , prácticamente desiertas , y enseguida llegué hasta el mar, que se veía cercano y oscuro. Y cuando me di cuenta, llegué a ese enorme y precioso hotel iluminado entre la oscuridad de la noche. Esmeralda me dijo que pidiese la llave de la hanitación ciento cinco, que estaba donde ella se estaba hospedado y que allí podríamos hablar con más tranquila completamente de manera privada ._Hola buenas noches .Me dijo una recepcionista morena y muy gu
*Matteo*Cuando desaparecí de aquel hotel sabía que debía de inventar una buena historia para que Dianora me creyese, ella no podía saber lo que había sucedido, porque yo pensaba que si ella sabía sobre Emeralda y nuestro encuentro pensaría que ambos habíamos tenido un encuentro de pasión. Y dentro de mí yo sabía que eso no había ocurrido, ella me había drogado sin ningún tipo de reparo, se había aprovechado de mi poca confianza hacia ella para que bebiese esa copa y luego me había dicho que había pasado algo entre nosotros que jamás ocurrió. Porque yo sabía perfectamente que nunca haría eso, en aquellos momentos estaba volcado en Dianora y en su embarazo, e igualmente yo nunca volvería a dejarme engatusar por Esmeralda, eso no me lo permitiría a mi mismo.Nada más entrar a la villa vi a Dianora en el jardín, estaba arrodillada, me di cuenta por primera vez de que su tripa estaba algo contorneada, ese pequeño bebé en su interior se estaba empezando a notar...Me sentí muy cumpable, nu
*Dianora*Me sentía muy cansada, había salido a pasear por el jardín y luego me había puesto a hablar con Margaritta y la había ayudado a doblar mi ropa y la de la Matteo mientras hablábamos sobre recetas de dulces. Después de un par de horas estaba tumbada, yo había decidido acostarme sobre la cama de mi habitación, aquel embarazo me estaba dejando en un estado muy pésimo y me sentía exhausta, me tapé con el edredón blanco, hacía muchísimo frío, puse mis manos en mi vientre, levanté mi camiseta, mi barriguita estaba engordando poco a poco, para ya podía verse algo contorneada. Incluso había visto a Matteo observarla disimuladamente, y eso me gustaba. Yo ya había sentido al bebé pegar pequeñas pataditas dentro de mi, sentía por fin que una vida pequeñita y maravillosa crecía lentamente y con fuerza como una gran luz en mi interior.Seguí tocando mi vientre tranquilamente y cuando estaba a punto de dormirme, sentí un ruido tremendo en la planta baja y gritos. Aquello me asustó increib
*Dianora*Yo sabía que había sido demasiado inocente, siempre lo había sido, y aquello más de una cualidad parecía ser una maldición, porque siempre confiaba en personas equivocas que solo me engañaba y se aprovechaban de mí. A veces ser una persona buena te mete más en problemas que ser una ventaja vital, porque la realidad es que el mundo es superficial y cruel. Y si revisaba mi vida, me había pasado lo mismo en varias ocasiones, con mi padre, con Esmeralda y también... con Matteo. Yo por fin lo había creído, pensaba de verdad que era un hombre bueno y que se preocupaba por mí y supuse que eso fue muy fácil de creer ya que yo nunca había tenido un al lado, el ejemplo de mi padre era devastador, y Matteo había estado a mi lado mostrando soportivo y dispuesto a ayudarme en cada ocasión que me sentía cansada o indispuesta con el embarazo.Fue muy duro haber visto ante mis ojos aquellas pruebas decisivas, las fotografías de Matteo y Esmeralda en la cama de esa habitación lujosa de hote
* Matteo*Nunca pensé encontrarme en una situación igual, mi vida se había convertido en un verdadero caos, en el que no paraba de verme acorralado por problemas, y yo en el fondo de mi sabía que Dianora y su embarazo habían sido lo más bonito que me había ocurrdo en esa tormenta vital en la que me encontraba estancado. Yo estaba completamente desesperado solamente de pensar en que Dianora, mi esposa, estaba en manos de Esmeralda, y que ella podía causarle cualquier daño, me hacía ponerme realmente nervioso. Lo que podía ocurrir era lo más terrible y no podría soportarlo y era la muerte de ella con mi bebé en su vientre. Dios mío quería parar esos pensamientos que se repetían en mi mente una y otra vez pero realmente no podía.Enseguida llamé a Francesco, ¿Porque a quién sino? necesitaba a mi mejor amigo, contarle todo y su opinión, él siempre estaba dispuesto a darme los mejores coonsejos y sabía que no me fallaría. Después de mi llamada tardo menos de quince minutos en aparacer enfr
*Dianora*Y estaba atada en aquel espacio en el que solo había una luz tenue y que olía a humedad, escuché a hombres hablar en lo que parecía el piso de arriba, estaba claro que yo me encontraba en una especie de sótano. Al final pense que Matteo tenía razón, siempre fui una mala esposa, una niña insolente que me metía en numerosos conflictos, y no sabía como finalmente me había visto inmersa en aquella horrible situación, secuestrada en un lugar seguramente remoto por la exnovia de mi esposo por contrato, alguien que realmente nunca había sentido nada por mi. Me arrepentía de haberme sentido confusa y haber hecho el amor por primera vez con Matteo meses atrás, siempre fui impulsiva y no pensé las cosas dos veces desde pequeña, y eso había provocado que me quedase embarazada.Esmeralda volvió a aparecer en ese momento ante mi, ella salía y entraba de la habitación, y en aquella ocasión me había traído un vaso de agua._Necesitas hidratarte.Se acercó fingiendo ser agradable y puso el
*Matteo*Tenía claro que debía de salvar a Dianora y a nuestro bebé de las garras de Esmeralda, pero para ello la única manera era fingir que colaborará con ella para atacar a la mafia rival, algo que realmente no pensaba hacer, porque sería dejarme manipular por aquella víbora a su antojo y tener que además que tener un matrimonio con ella, algo a lo que había llegado a la conclusión que no haría.Ella me llamó y nada más cogerlo me dijo que debíamos reunirnos para planear y ejecutar nuestro plan, luchar con la mafia rival y yo por primera vez fingí convirtiendo en una gran actor como ella había hecho todos aquellos años conmigo._Sí, por supuesto, preparemos el plan y hagamos esto lo antes posible.Dije con voz firme, que fingiese no significaba que pudiese ser un hombre agradable con ella, disimular que no la detestaba sería demasiado._ Matteo me alegra que hayas aceptado esto y quiero que sepas que es por tu bien.¿Por mi bien?, era realmente una manipuladora sin ningún tipo de a
*Matteo*Escuché a Adriano como se acercaba a la propiedad y sin previo aviso la puerta se abrió despacio y la cerró detrás de él.Él me observó y luego a Esmeralda, parecía tener claro que debía hacer y solamente estaba esperando a mi órdenes. Las miradas de Esmeralda y Adriano se encontraron rápidamente, y enseguida ella volvió a mirarme a mi y su voz se volvió muy frágil y lagrimas empezaron a caer por sus ojos._¿Matteo que vas a hacer?Yo no contesté, aquella situación era perturbadora, y me cansaba y nunca pensé que llegaría a aquello. No me gustaba tener que matar a otra persona, y por eso mis hombres lo solían hacer por mí. Mucho menos me gustaba tener que haber llegado a la situación de pedir que mi ex novia, Esmeralda, fuese eliminada, pero ella sinceramente se lo había buscado. Se había convertido verdaderamente en toda una enemiga para mi, prácticamente en la número uno, pretendía manipularme para que le hiciese ascender y ser muy poderosa y sabía que sus objetivos eran re