Daniela

Me encontraba recostada en mi cama cuando entro Regina.

Ella es la última persona que deseo ver y se presenta en mi alcoba como si no hubiera ocurrido nada.

—¿Qué quieres?

—Hablar contigo, Dani.

—Está horrible tu anillo

—Dani no me gusta que sigas enojada conmigo

—¿Qué quieres Regina? Si me hubieras dicho desde el principio sería diferente, pero me viste la cara de estúpida y sabes que es lo que más odio.

—Tenía miedo de que te pongas mal

—¡Eres una mojigata, siempre te gustó!.

—¡No me hables así!

—¿Qué quieres, Regina?

—Que seas mi madrina de boda.

—Dile a tus amigas, ah cierto no tienes.—Reí burlona

—Dani por favor

—No lo haré y vete. Si quieres casarte con Hugo hazlo, pero no cuentes conmigo para nada.

Tome mi bolso y me aleje de ella sin importarme que está llorando.

Ya me cansé de siempre pensar en ella y tragarme mi dolor.

Durante toda mi infancia siempre fue lo que Regina necesitara, pero ahora quiero ser la egoísta que todos creen que soy y pensar únicamente en m