Daniela

Durante las últimas semanas Regina se ha recuperado y yo la he ayudado con los preparativos para la futura boda.

Las invitaciones, flores, pasteles y comidas, la música, los vestidos y todo lo que implica una boda.

Contratamos a una organizadora quien nos está ayudando, pero aun así es mucho trabajo.

En este instante me encuentro estoy en mi oficina adelanto mi trabajo.

Muy pronto se acercará la fecha de entregar mi tesis y aún no la he terminado quiero concentrarme en eso, en acabar la carrera.

Todavía recuerdo que papá prometió ascenderme de puesto cuando me convierta en licenciada en finanzas.

Salí de mis pensamientos cuando alguien entro a la oficina sin tocar, no me sorprende porque él nunca pide permiso, sigue igual de insolente que el primer instante.

—¡Toca la puerta!—Lo reprendo

Él ríe —Es la costumbre—Él toma asiento sin siquiera ser invitado—¿Cómo se encuentra Regina?

—Mucho mejor, esta feliz organizando la boda.

—soy consciente de que esto es difícil para ti