Mathew fue directo a enfrentar a Helen, su corazón latía acelerado y su ira estaba a punto de estallar. —¿Por qué trataste así a Jenna?—exclamó con voz firme dentro de la oficina. Helen, visiblemente nerviosa, intentó justificar sus acciones, pero Mathew no estaba dispuesto a escuchar excusas. —Estas despedida—anunció con decisión. Helen se resistió, pero la determinación de Mathew era inquebrantable. —No te importa lo que yo haga, solo eres el protegido de Sullivan—Helen gritó con amargura. Mathew tragó su rabia y la ignoró, centrando su atención en Jenna. Sabía que ella merecía más, y en un acto impulsivo, decidió ofrecerle el puesto de Helen sin importar su experiencia. Jenna regresó a su modesto apartamento, donde vivía, desconsolada por no obtener el trabajo. Yulieth siempre la acompañaba y esa tarde no era la excepción —No te preocupes por los zapatos, puedo reponerlos—Intentó consolarla Yulieth. Jenna le explicó lo sucedido con la mujer que la despidió, pero
Eran las 8 de la mañana, y el sol comenzaba a iluminar las puertas de PRISMA ENTERTAINMENT mientras Jenna se emocionaba por su primer día de trabajo. Esta vez, sentía la seguridad de tener un empleo estable. —Buenos días, señorita, el día de ayer me llamaron para confirmar mi ingreso a la compañía, y aquí estoy—dijo Jenna con una amplia sonrisa, sintiéndose completamente diferente al día anterior. Las luces brillantes y el ambiente cálido de la empresa la acogían con los brazos abiertos. —La señorita Jenna—, respondió la recepcionista con una sonrisa amable. —Sígame por aquí, el CEO la está esperando—. Jenna siguió a la recepcionista por los pasillos iluminados, dirigiéndose hacia la majestuosa oficina de su nuevo jefe. Aunque había tratado de estar mejor preparada que el día anterior, los nervios seguían presentes. Sus manos temblaban levemente y sus mejillas se sonrojaban por la emoción. Al entrar a la oficina, Jenna quedó sorprendida al encontrarse frente a frente con una fi
Mathew no podía apartar a Jenna de su mente ni un solo instante. Se sentó en su ático frente a la ventana mientras la luna menguante iluminaba la habitación. Aunque faltaban unos días para que la luna llena lo convirtiera en la fiera que llevaba dentro, sus temores se incrementaban. Jenna era su compañera predestinada, y su llegada había revolucionado por completo su vida. Estaba a punto de llenar una segunda copa de vino cuando el timbre de su casa lo alertó. Mathew abrió la puerta y quedó sorprendido al ver a Margaret parada frente a él. —Margaret, ¿qué haces aquí?—la interrumpió, sin darle oportunidad de hablar. —¿Cómo que qué hago aquí, Mathew? No me llamaste en todo el día y tampoco respondiste mis llamadas. Además, soy tu prometida, ¿no puedo venir a tu mansión cuando quiera?— Margaret respondió con firmeza, poniendo sus manos en su cintura y mirándolo intensamente. —Querida, estuve ocupado. Deberías haber llamado de nuevo. Ya es muy tarde, te llevaré a casa—Mathew trató d
JennaPrisma entertainment, todo lo que una mujer como yo puede soñar, y mucho más de lo que realmente puede obtener, no dejó de suspirar al ver sus grandes instalaciones y todo lo que tiene para mí, la gran oficina, mi gran cargo, es como si estuviera viviendo un verdadero sueño.Al llegar a mi escritorio veo un abarrotado montón de carpetas, trabajo acumulado, y no sabía de cuánto tiempo, no importaba, yo era la jefa de departamento, debía hacerme cargo, eso mantendría mi mente ocupada para no pensar en él, pues mi jefe debía salir de mi cabeza de inmediato; levanté la bocina del telefono de mi oficina y llame a mi secretaria, por increíble que fuera, también tenía una, quien iba a pensarlo.—Anny buenos días, ¿Qué tenemos para hoy? ——Buenos días, señorita Jenna, para usted soy la señorita Hattawey, y para hoy tiene que resolver ese montón de trabajo que esta sobre su escritorio ¿acaso no se está dando cuenta de lo que tiene al frente——Claro que me doy cuenta, pero la verdad llevo
Unos cuantos días pasaron, y la comunicación entre Mathew e Jenna era casi nula, a pesar de que ambos tuvieron sentimientos en el consultorio, por prudencia y sin hacérselo saber al otro, evitaron el contacto.Mathew estaba frente a su gran ventana, en menos de una semana de nuevo habría luna llena, y con ella, toda su transformación, en su cabeza todavía había un montón de dudas y enigmas, quería saber más sobre sus orígenes, y cómo funcionaba la vida para los hombres lobo como él, y claro si habían más de los suyos en el mundo…Como si lo estuviera atrayendo como un llamado, en la puerta de su oficina se escucharon dos toques, sacándolo completamente de sus pensamientos.—¡siga! — Mathew dio la orden, Anny era quien había tocado la puerta.—Señor Sullivan, hay dos personas que lo están buscando en este momento, pero no tienen cita previa con usted, pero insisten que es urgente que los atienda—Mathew se levantó de su escritorio desconcertado por la extraña visita.—¿Te dijeron quién
Mathew había perdido su telefono, por eso todos habían pensado que se trataba de un robo, después de salir del hospital, lo único que deseaba en ese instante era ir a buscar a Jenna. Quería saber cómo estaba.—Lía, si tienes que irte, está bien, yo me puedo cuidar solo——Mathew cariño, quedamos en ir a buscar los arreglos florales para la fiesta de nuestro compromiso, estamos en la época perfecta, faltan dos días para luna llena, debemos escoger los mejores para que sus botones abran perfecto——Lía ¿podrías encargarte de eso tu sola? No me siento de ánimos para esas cosas— Mathew salió de la habitación del hospital, dejando a su prometida sola.—¿De nuevo te vas? ¿Qué te pasa Mathew? Eso me pasa por estar aquí contigo, eres un arrogante—Mathew gruño para su interior, tener oídos tan sensibles le hacía detestar la voz de Lía, que parecía chillar cada vez que iba detrás de él.—Lía cariño, ya te dije que no me siento bien——Por eso mismo, yo te llevo entonces Mathew, no me dejes aquí c
Llegaron a un departamento ubicado muy cerca al elegante ático en donde vivía Mathew, cuando Jenna se giró para ver el edificio, quedó impactada, negó con la cabeza y dudo por un momento continuar con esa locura.—No, esto es mucho para mí, yo no poder mantenerme aquí Mathew, es demasiado——No tienes que pagar alquiler, no debes pensar en nada más que no sea estar bien Jenna— él le respondió con dulzuraJenna se giró de nuevo hacia Mathew, sus ojos estaban en completa confusión, sus labios no dejaban de temblar, él le inspiraba confianza, pero se le hacía muy extraño todo lo que estaba haciendo por ella.—Dime, ¿Por qué estás haciendo todo esto? —Mathew acarició su mejilla con ternura, e hizo un gesto mostrando confusión.—Jenna, es difícil de entender lo que está pasando por mi mente y mi corazón, solamente sé que te anhelo más de lo que las palabras pueden decir, y aunque sé que te conozco hace muy poco, no necesito que pasen los días para estar completamente seguro de los sentimie
Sin el control de sus emociones y convertido en una fiera salvaje, Mathew, llevado por su instinto llegó hasta el bosque en donde estaba su manada, olfateó cada uno de los espacios que estaban a su alrededor, y se dirigió directo a ellos.Cuando se asomó, muchos de los suyos se quedaron viéndolo con reverencia, mientras que otros huían con temor.—Es él, juro que es él— una de las lobas que estaban en el lugar se acercó a Mathew admirada, pero él su prepotencia, empezó a atacarla, ella tuvo que forzosamente convertirse en loba para defenderse y pelear con él.Mathew estaba salvaje, sus colmillos estaban afilados, y desde que se enteró de sus orígenes, le era más difícil actuar como alguien racional; los dos lobos estaban sumergidos en una fuerte pelea.—¡Cariño! ¡Mathew, para por favor! — una dulce voz que él ya conocía grito a unos cuantos metros de donde él estaba peleando; él soltó a la loba que estaba atacando con sus dientes y despacio se fue directo hacia Gloríe, comenzó a olfa