Emma pareciera que perdiera cada gota de color de la piel de su rostro, su madre también. Tengo que intervenir.—Emma y su madre vendrán conmigo a mi departamento — aseguro con tranquilidad.Mauro me ve con todo menos tranquilidad.—¿Por qué mi mujer y mi hija tendrían que ir contigo? — pregunta en
Tengo que reírme una vez más por lo que veo en la computadora de mi oficina, otra noticia haciendo añicos la reputación de Mauro Bianchi. Quizás el susto que nos pegamos al ver a Jesús peleando en público con Mauro haya sido muy grande, pero valió cada instante de miedo. De Mauro había circulado tod
No estoy tan segura, pero como lo tenía a él, y él usualmente sabía lo que hacía, le doy un voto de confianza. Él pone su mano en mi espalda, y su toque con su mirada, me alivian de inmediato. No podíamos retrasar más esto, a todos nos convenía que él fuese declarado el heredero principal de esa for
—¿Una qué? — se me sale decir esto del asombro que me causan tales palabras, el resto está igual de confundido.—Mi propio orgullo y ambición no me dejó ver con claridad la gran oportunidad que teníamos de unir nuestras familias. Pero he tenido una epifanía, propiciada por Leonor….—Esa vieja lleva
Sé que mi papá me había hablado de las consecuencias de los matrimonios abiertos, pero no me esperaba una confirmación así de certera, bochornosa y pública. Tampoco que alguien callase así de fuerte a Victoria sin siquiera gritarle. Pero es que el nivel de shock, por lo menos de mi parte, es legenda
—¿Crees que es tiempo de callar? ¿O fue maravilloso vivir a las sombras del único y verdadero hijo de nuestro dizque padre? Porque él nunca nos consideró sus hijos, pero nosotros sí a él nuestro padre. Vivimos una mentira por tu culpa Victoria — acusa Julián.—No estoy para estas escenas actualmente
Mis pies van desenfrenados hacia el estacionamiento, no veo a Loren por ninguna parte, y tengo miedo de que se haya marchado en esta condición. Por eso, al no verle en el ascensor o en el pasillo, voy directo a mi auto. Mi búsqueda termina con rapidez al encontrarlo recostado de mi auto, esperándome
—Mira lo que has hecho, te has portado muy mal.—Esto debe ser un sueño…—Oh Dios. ¿Soñabas con embarazarme? Sucio pervertido — me río.Él no se queda quieto esta vez, me toma por las caderas y me gira de modo que queda sobre mí. Comienza a besarme de nuevo con voracidad, mis piernas abrazan sus cad