Basta decir con que, si Victoria hubiese tenido una escopeta, yo estaría muerta. No paro de darme como mil miradas de muerte mientras estaba al lado de Lorenzo. Sólo a su lado, sin contacto, ni nada que considerase fuera de lugar.Después de algunas palabras de despedida del sacerdote, el ataúd está
Narrado por Emma BianchiNo escucho las oraciones vacías de mi madre mientras masajea mi cabello. Mi cuerpo está muy cansado para yo ocuparme de eso, en cambio quiere quedarse en esta bañera por horas y horas. Mi boda con Lorenzo era prácticamente un hecho, y mis cadenas muy pesadas como para arrast
—Habla — Mauro mueve la mano, le dan un vaso con whisky.—Sería de pésimo gusto, celebrar una boda a tan poco de la muerte del padre del novio. He estado discutiendo esto con los organizadores y coinciden, en que sería prudente regresar a la fecha original de-Mi madre no puede terminar de hablar, M
El jarrón se rompe, yo me corto el brazo y mi madre viene corriendo a mí al igual que los empleados que salen de su escondite a ayudarnos. Mauro se ha ido por las escaleras sin mirar ni una sola vez hacia atrás.……Como la cortadura en mi brazo necesitó de una atención especial en casa, no pude lleg
Narrado por Emma BianchiEstoy con el corazón en la boca desde que me monté en este auto con Jesús. Estar con él era un desafío absoluto a Mauro, y sólo esperaba que esto no saliese mal. No sólo me había escabullido a escondidas del funeral de su socio, sino que ni había podido saludar a mi prometid
Deja de importarme los miedos que tenía con respecto a él, y sus sentimientos por otras mujeres. Si he llegado hasta este punto, que así sea, arriesgar mi vida por un beso. Lo hago, me inclino a él, y uno nuestros labios.Muevo mis labios para que los de Jesús reaccionen, al cabo de un par de segund
Estoy en una nube de comodidad de la que no quiero salir, pero mi cuerpo da un brinco involuntario del susto que me obliga a terminar de despertarme. Al abrir los ojos me doy cuenta de que mi departamento está sumergido en las sombras de las noches. Todo está apagado y a oscuras, me había quedado ab
—No tienes que disculparte de nada Sara. Tampoco es como si hubiese sufrido a tu lado todo ese tiempo, e igual no te lo confesé por temor a que te alejases de mí… el problema fue mío. No tuyo, nunca lo fue… Pero la pagué contigo alejándome de ti, inventando todas esas excusas para no tenerte cerca.