—De todo pasó. Sofía se montó en el candelabro de 100 años del club. Casi se cae de allí, casi llaman a los bomberos — relata emocionada Ana María — Ah y Amber se revolcó con Ryan en la terraza de su habitación.Emma se ahoga con su bebida ante el comentario de Ana María, Amber está a poco de gritar
Emma titubea demasiado, no me da la respuesta que quiero oír. No sé por qué le cuesta tanto. Para mi colmo, su celular comienza a sonar. Ella lo atiende, comienza a responder con monosílabos, y a alejarse de mí. Su cuerpo se aleja de mí. Termina colgando y parándose.—No las hagamos esperar más… ¿ok
No suelo ser una mujer celosa, porque si algo la experiencia me ha dado es la comprensión de que un engaño depende de quién lo cometa. Ahora, en este contexto actual, mis celos salen de la profundidad de mis entrañas porque tres cosas pueden estar pasando:1. Lorenzo y Emma están comprometido por in
—¿De dónde conoces a Emma? — pregunto.He notado que Jesús responde sin rodeos lo que le pregunto, para él no existen los adornos o por lo menos, no en su personalidad como trabajador. Aun así, esta vez titubea, y noto cómo sus manos tantean inquietas el volante.—De uno de mis trabajos anteriores.
Narrado por Lorenzo LewisAl comprometerme con Emma y guardar la distancia que siempre debí guardar con Sara, no me esperé esto. De todas las probabilidades que calculé, nunca lo que había pasado fue una. Traté de excusar lo que sucedió en ese armario por la oscuridad, por el morbo, por el alcohol.
El mejor tratamiento y atención en casa, ese era el que estaba recibiendo mi padre. Sin embargo, ni el tratamiento millonario, ni la atención excelsa de esta gente, lo salvará. Al final de la vida el dinero sólo podía comprar lo material. No reemplazar un cuerpo destinado a la muerte.Estoy perturba
—Hola Emma, también me agrada volverte a escuchar… — respondo agotado.—Quiero que me lo expliques, ya Lorenzo — exclama molesta.Honestamente, el cerebro no me sirve para adivinanzas en este momento.—¿Quién es ella? ¿Cómo nos estamos burlando de ti?Escucho un sonido de exasperación de su parte.—
Esta mañana no me desperté planeando venir a joderle la paciencia a Loren, tampoco a que nos estemos besando de esta forma. Pero la manera en la que sostiene mi cuerpo al de él, y la manera en la que nuestras lenguas están bailando salvajemente, me tienen al borde del abismo.No sabía que era tan bu