Si quieres la seguridad de que obtendrás un trato importante, es mejor hacerlo por tu propia cuenta. Este consejo pesa mucho más al considerar que el enemigo está pisando mis talones. Así que, veme aquí tomando café en una tacita floreada, en este sofá incómodo de dos plazas, mientras intento ganar
—¿Está dormida desde que llegaste? — me pregunta sonriendo simpático.Como si esperase que le respondiese con amabilidad. Como si nada hubiese pasado y él no fuera un idiota.—¿Un plan de seguro? ¿Con eso los comprarás? ¿Y dónde vivirá esta familia? — le reclamo en voz baja para que los hermanos no
Mucho me había aguantado, y no planeaba seguir postergando esto o me terminaría de volver loca. Más loca de lo que por sí sentía que me volvería con ignorar lo que está pasando. Para completar, Lorenzo no habla, se ha quedado mudo. Hasta que se recuerda que es capaz de mover su lengua.—¿Te acuerdas
—Yo… no te odio. Vamos a mi auto, te sacaré de aquí, que alguno de tus empleados se encargue del tuyo — él intenta tomarme del brazo nuevamente, me alejo de él.—¡No te necesito Lorenzo! ¡Ya me cansé de suplicarte una explicación! ¡Ahora soy yo la que te quiere lejos! ¡Muy lejos de mí! — le grito.M
Los hombres para mí son como bombones. Es divertido seleccionarlos, probar sabores nuevos y tener mucho de ellos mientras exista la novedad en su presentación. Sin embargo, pasado un tiempo son más de lo mismo. Los mismos patrones, las mismas mentiras y los mismos juegos. La primera regla de las rel
—¿Es tu familiar? ¿Quieres que lo considere para el puesto?Elliot se sienta a mi frente super nervioso, lo veo sudar de los nervios incluso, lo cual me causa diversión. Le sonrío con malicia.—No te sabía capaz de estas trampas.—Por favor, considéralo. Es un buen muchacho y le ha costado conseguir
—Perfecto señorita Brown.…….No me gusta obedecer a nadie, por eso me cuesta, me cuesta mucho hacer estas entrevistas. Ningún candidato ha hecho clic conmigo, ni me ha dado una buena impresión, ni confianza, y presentía que hablaría pestes de mí a mi espalda. Contratar a un escolta es diferente a c
No tengo fiebre, no tengo temblores, no tengo mareos, pero debo estar enferma. Debo estar muy enferma como para haber dejado el viernes y el sábado pasar rechazando varias propuestas para salir de fiesta. Para lo único que me da el cuerpo, es un Brunch con Ana María y Amber, al que no me puedo negar