Entonces… escucho un estruendo grande y poderoso en el salón.Se escucha tan fuerte, que creo ha sido mi imaginación. Lo que no es mi imaginación es… el sonido de la alarma contra incendios que empieza a sonar. Desde aquí, el desorden se apodera del salón. Rumores por doquier, y gente queriendo sali
Narrado por Luciano BrownEl sabor de la sangre se cuela por mi lengua, es ese el que me permite recuperar el conocimiento. Intento mover mis manos, pero estas están atadas a los brazos de la silla. Estoy inmovilizado en donde ando sentado, apenas puedo recuperar el sentido tras la paliza que me han
Regreso al sitio donde desperté, tomando otra silla y sentándome para fingir seguir inconsciente en esta. En lo que escondo mis manos detrás de mi espalda, la puerta se abre.—Aquí lo tienes. ¿Qué harás con él? — escucho la voz de Mateo.También escucho una risa desagradable y nauseabunda, una que m
Pero…Eso Mateo… no lo sabe.—¿Qué te hace pensar que podrían responsabilizarme de una muerte accidental? — lo aterro, él está muerto del miedo — Podrías quedar encerrado en cualquier habitación del edificio y ser devorado por las llamas. ¿Cómo sería culpable yo de eso?Los labios de Mateo tiemblan.
A una semana de haber sido lanzada en una habitación oscura en contra de mi voluntad, recordarlo todavía hace a mis manos temblar. La zozobra de esa noche, el pánico que sentí y las pesadillas posteriores todavía están ahí en el fondo. Responsabilizo en parte que la ciudad se haya escandalizado por
—¿Pasa algo?—No… nada… — responde él sin convencerme.—Lo tenemos. El alta. A preparar tus maletas viejo que Leandro está mandando su avión — anuncia Luciano llegando a la habitación.A Liam le cambia el ánimo, es uno más alegre, me pide ayuda para levantarse de la cama porque le cuesta un poco por
—¡Tíaaaa! — me saluda animada Amy.Me inclino hacia ella para corresponder al gran abrazo que me quiere dar. Lo atesoro tanto, y beso su cabecita. Amy no estaba sola, está con Amanda. Desde que el peligro acabó, Amy ha estado con su madre.—Hola Marianne…—Hola… pasen… — les invito a las dos.Amanda
Las oportunidades están para aprovecharlas, y cuando se presentan no hay que despreciarlas. Sin embargo, estoy sintiéndome un tanto arrepentida de tales pensamientos ahora mismo. Me paseo por el amplio baño de mi habitación de hotel mientras peino mi cabello. Lo de caminar de un lado a otro lo leí e