—¡Tíaaaa! — me saluda animada Amy.Me inclino hacia ella para corresponder al gran abrazo que me quiere dar. Lo atesoro tanto, y beso su cabecita. Amy no estaba sola, está con Amanda. Desde que el peligro acabó, Amy ha estado con su madre.—Hola Marianne…—Hola… pasen… — les invito a las dos.Amanda
Las oportunidades están para aprovecharlas, y cuando se presentan no hay que despreciarlas. Sin embargo, estoy sintiéndome un tanto arrepentida de tales pensamientos ahora mismo. Me paseo por el amplio baño de mi habitación de hotel mientras peino mi cabello. Lo de caminar de un lado a otro lo leí e
—¿Positivo? ¿Ya salió positivo? — escucho hablar a Giana desde el celular, me vuelvo a enfocar en la cámara.—¿Cuál es tu prisa? En la caja dice 5 minutos como mínimo…—¡VELA YA! — me grita desesperada.Tengo que hacerlo, mirarla… de repente me siento la mujer más estúpida del universo.—Estoy embar
Narrado por Luciano Brown Puedo decir sin necesidad de exagerar que me he enfrentado a todo tipo de riesgos en mi vida. Peleas a puño limpio en las que casi me tuercen el cuello, balas que han marcado mi piel permanentemente, he saltado de autos en marcha, y huido corriendo de un montón de mujeres
No me convence su explicación, pero como a Marianne nadie le gana terminamos yendo al cumpleaños de la hija de Lemuel.……¿Qué puedes esperar del cumpleaños de una hija de Selena? Esto más que un cumpleaños parece una exposición de proveedores de fiestas infantiles. Lo estoy diciendo por la extravag
—Aquí viene, aquí viene — anuncia la doctora sacando a la bebé.Inmediatamente en la sala de parto se escucha el llanto de nuestra hija. El cambio de expresión de Marianne es asombroso, sus facciones se alivian y su respiración se vuelve normal. Aunque su alivio se acaba cuando ponen a la bebé en su
Narrado por Liam Brown La sangre Brown era débil, estaba m*****a y condenada a desaparecer. O eso era lo que mis hermanos y yo pensamos durante muchos años. Imposibilitados de tener más hijos aparte de nuestros primogénitos, era la única realidad, el apellido se acabaría con ellos. Pero algo cambió
—¿Qué hacían peleando por uno de esos aparatos? ¿No tienen el suyo cada una? — les pregunto.—¡Lala mala y fastidiosa! — grita Lucero con un puchero — ¡Es mío! ¡El de ella lo rompió!Layla decide impacientarse hacia la acusación y extender los brazos hacia mí para que la cargue. No podía negármele a