—¿Qué par hacemos no? ¿Dos alcohólicos no diagnosticados? A mi pregunta no escucho una respuesta en concreto, solo más ronquidos. No me podía quedar toda la noche con el peso de Luciano encima de mí, así que, tomo las fuerzas necesarias para sacarlo de encima de mí. No es una acción simple, me cues
La confianza es la base de cualquier matrimonio, pero alguien podía culparme de pensar que Luciano me estaba escondiendo más. Lo cual era una locura porque de por sí que fuese el hijo de mi madrastra, y que nos hubiésemos casado, es un disparate del cual estoy al tanto. De lo que no estoy es de lo
“Quien debería tener vergüenza es él. Yo lo arriesgué todo por escaparnos juntos. Le di lo que me pidió. Y me terminó abandonando. Pero volverá a mí, cuando se cansé de ti”. Esto comienza a olerme raro, muy raro. ¿A qué se refería con lo de que le dio algo a Luciano? Aparte lo ilusa que era esta se
—No hemos hablado de qué te dio Anfisa al estar enloquecida de pasión por ti. ¿Qué le sacaste para que se llenase la boca sintiéndose una mártir? Aquí siento sus hombros tensos, y su boca también. —¿Qué me pudo dar ella a mí más que sexo kinky? ¿Era lo que querías escuchar? ¿Cómo ella rellenó mis
El regreso a la realidad es triste, pero necesario. Había regresado a Belmonte Raíces a volver con la rutina y esta vez con la mano izquierda con dos anillos de quizás mayor valor que mi pequeño departamento, ese que seguía pagando. Ironías de la vida. —¡¿Qué haces aquí Marianne Belmonte?! — exclam
—SMB es el socio de transporte y la naviera de confianza de muchas empresas a nivel nacional. Su reputación habla por sí sola. Además, nuestro acuerdo con ellos permite excelentes oportunidades a ustedes. Que destinarán un área importante del centro comercial a la importación y ventas de productos —
Con la llegada de Luciano a la sala de juntas, la incomodidad se apodera de Mateo. Y su incomodidad hace que no termine de revelarme el nombre del accionista, tampoco le termina de contestar a Luciano. En un respiro, Ernesto está de regreso con nosotros argumentando que ya tienen que irse. Con ello
—Noooo. Me refiero a sí… — ahora me susurra como si tuviésemos compañía — ¿ya tuviste sexo en ella con tu esposo? —No Giana. No he tenido sexo en ella con Luciano — exclamo ofendida… y excitada por la idea. —¿Me la prestas a mí para hacerlo con Derek? — pregunta como si nada. —¡No! — alzo mi voz,