—¿Estás proyectándote en mí? ¿Quién era la que estaba presumiendo de que estrenaría su cama con el tal Mateo? Regreso, y te quedó el gusto, estabas bebiendo un café con él — argumenta divertido — Podrías ser más disimulada. Tenemos un acuerdo hasta donde recuerdo. —¿Un acuerdo? Sí. De exclusividad,
—El mío tampoco ha sido el mejor que digamos… Si te contase las que me ha hecho últimamente — río más descomplicada y atenta a que sigue tomando mi mano. Es muy tarde para percatarme del detalle de a dónde nos dirigimos. No le he preguntado ni una sola vez a Luciano a dónde es que íbamos. Y ahora q
Mentiras y más mentiras. El apellido de América debía ser “Mentira”, y su profesión antes de casarse con mi padre, tenía que ser la de una estafadora innata. No había otra explicación. La historia que mi madrastra siempre había sostenido es que era una heredera extranjera sin hijos y con mucho dine
—¿América si es quién dice ser? ¿Qué más ha estado escondiendo? — pregunto. —Por lo que he podido averiguar, se creó una nueva identidad — explica paseando por mi sala, se toma el tiempo para analizar cada detalle y tantear cada superficie — Cambió de apellido, fingió nunca haberse casado o haberme
Sé que sueno más descarada de lo usual, algo que ha Luciano más le genera incertidumbre. Deja de ver al suelo y me mira a mí. —No es lo mismo… — comenta inseguro. —¿Por qué no lo sería? —Eras virgen. No has estado con nadie más. Deja de jugar con la idea de que sí. Estás enamorada de mí. Una seg
No podía creer la compra que estoy buscando realizar actualmente: una plancha para darle un retoque a mi vestido de madrina. No sería una compra precipitada, sino de último momento. Mañana es la gran boda de mi hermana y mi ex novio. Por eso, estoy paseando por la sección de electrodomésticos peque
Mi hermana reacciona de inmediato con ese contacto, se quita la venda de los ojos y mira al hombre con horror. —¿Qué es esto? ¿Quién eres tú? — pregunta alarmada. —No importa quién soy yo. Importa que tú eres la novia. ¡Un aplauso para la novia! — anima el stripper. Las damas gritan extasiadas y
El sonido del cuerpo de Amanda amortiguando en el agua, me saca del trance en el que estoy. Lo había hecho, esa m*****a demente en serio se había lanzado ella sola al agua. —¡¿QUÉ LE HAS HECHO?! ¡ASESINA! — me grita Estela. Mi rostro de consternación no puede ser más grande al darme cuenta de que