Caleb y yo entramos de la mano; él me coloca apoyada en su espalda mientras avanzamos hacia la barra donde está Benjamín y Jacinta.—Mejor te llevo así, no quiero verme en una pelea en nuestro primer día de novios —dice en mi oído, yo río.—Ambos nos veríamos en ella —digo, ahora es su turno de reír.—Quizás yo tendría que apartarte para que no lo noquearas.—Eso es lo más probable, nadie me toca sin mi permiso.—Que bueno que tengo tu permiso —dice, yo asiento.—Nosotros dos lo vamos a pasar muy bien —digo mirándolo hacia atrás con una sonrisa, él aprieta sus manos en mis caderas.—¡No me mires así, porque de otro modo nos iremos de inmediato!—Copiado —digo riendo, cuándo llegamos hacia Benja, él me mira fulminándome con la mirada, yo ruedo los ojos.—¡Hasta que apareces!—No eres mi niñera, relax —digo, luego mira las manos en mi cadera de Caleb.—¿Y eso? —pregunta, yo me encojo de hombros.—Después de tanto insistirme que era el futuro amor de su vida, hermosa, inteligente y muy b
No dejaba de mordisquear el cuello de Caleb mientras él subía conmigo en brazos hacia su habitación.—Morena, si sigues no podremos llegar a la habitación —susurro con la voz ronca, yo sonreí en su cuello y chupe su piel.—Lo haremos, sólo sigue subiendo.Caleb gruño y comenzó a subir más rápido, cuando llegamos a su habitación, él abrió la puerta de una patada y la cerró de la misma forma, caminó conmigo hacia la cama y me tiró en ella, yo me mordí el labio y me apoye en mis codos mientras miraba como él se sacaba la chaqueta negra y dejaba a mi vista sus hombros anchos.Definitivamente no había una descripción adecuada que describiera lo bueno que estaba.—No te detengas, disfruto de la vista —le digo mordiéndome el labio y acercándome a él.—Estoy seguro que sí, morena, pero creo que disfrutarías más, sacándomela tú —dice, yo sonriendo y me levanto para quedar casi, cara a cara, ya que Caleb es más alto que yo.—Tienes razón, chico malo, definitivamente lo disfrutaré más.Agarro el
Caleb toma mi mano y me da un apretón yo suspiro justo cuando entramos. Su madre se da vuelta rápidamente hacia mí, me mira por lo que parecen horas y luego sonríe grande.—¡Mira que linda es! —dice ella acercándose a mí, me envuelve en un abrazo apretado, yo me suelto de la mano de Caleb y se lo devuelvo, con más timidez de la que quiero dejar ver.Esto es realmente nuevo para mí. Ella tiene un perfume dulce, que sabe a amor y amabilidad.—Nunca pensé que llegaría el día en que yo viera a alguno de mis hijos con una novia, y tú ¡eres hermosa! —exclama con emoción, yo miro hacia Caleb y él rueda los ojos.—Morena es genial, mamá —dice Jared detrás de ella, él esta sentado en los asientos que rodean un mesa en la sala, yo le sonrío.—¿Morena? —pregunta ella confundida, yo asiento.—Bueno, ese no es mi nombre, pero cuando nos conocimos, Jared comenzó a decirme así —digo, ella ríe.—Es algo que mi hijo haría.—Me llamo Trinidad —digo, ella asiente y me da un beso en cada mejilla. La emoc
—Mamá, no sé de que hablas —digo cuando me dispongo a caminar y paso por su lado; ella enarca una ceja.—¿Segura qué no lo sabes? Yo resoplo.—Si ya sabes… —comienzo pero ella se cruza de brazos y me mira—. Él me pidió ser su novia —suelto.Mi madre deja escapar un chillido y yo la miro sorprendida y también debo admitir, divertida.—¡No lo puedo creer! —exclama, yo arrugo el entrecejo.—¿Qué no puedes creer?—Bueno, que estés de novia, es decir, Caleb es ardiente, tienes un buen gusto y ¡tu carnada debe ser fenomenal para traerlo con correa tan luego! —dice ella, yo no lo puedo evitar y me largo a reír.—¡No digas eso en su presencia! —digo mientras me limpio una lágrima que escapa. Ella mueve la mano.—¡Claro que no!Mi madre cierra la puerta detrás de mí cuando entro a la casa, hay rico olor; olor a tostadas. Mi padre está sentado en la cocina, al verme se sorprende pero luego mueve la cabeza.—A veces me olvido que los niños ya van a fiestas —dice, yo sonrío y me acerco a darle u
—Cuando Jane me contó que Caleb tenía una novia, yo creí que estaba bromeando —dice André riendo—. Era tan libre… —comienza pero Jane lo interrumpe rodando los ojos.—Querrás decir que era un mujeriego porque tú eras igual cuando te conocí —dice ella, André le da una mirada avergonzado.—Si, pero es que no sabía que aparecerías en mi vida, cariño.—Claro que no.—Ella venía de Argentina, como intercambio, y cuando la vi, pensé que era la chica más hermosa que había conocido en mi vida —dijo André, la mirada llena de amor que le dedico a su esposa no me sorprendió, pero lo que sí lo hizo, fue el hecho de que ellos se conocieron en una situación parecida a la nuestra.—Sí, y la forma en que ustedes se conocieron me hizo recordar aquello, tú viniendo de otro país, y mi nene siendo un chico malo —dice ella, yo asiento y luego le doy una mirada a Caleb. —Es verdad, yo no había asociado el parecido hasta que lo mencionaste —dice él. Toma mi mano por debajo de la mesa y la aprieta.—Se supo
—Creo que deberíamos hacer algo así como salir a una cita —dice Caleb, paso mis dedos por alrededor de su brazo fuerte, haciendo círculos.—¿Algo así como una cita? —espeto divertida, Caleb ríe.—No sé como se hacen esas cosas, ayúdame —pide, yo me levanto un poco y lo miro.¿Alguna vez dije que me encantaban sus ojos?—Yo tampoco, pero no sé, quizás podríamos ir a comer algo a algún lugar que conozcas —digo encogiéndome de hombros—. No te sientas presionado, en serio, esas cosas no me importan, teniendo en cuenta que cualquier día podemos ir a comer o cosas así.—¡Qué bueno que no vas a pedirme esas cosas! —exclama, yo muevo la cabeza divertida.—Es que soy de la idea que podemos conocernos de cualquier forma, sin necesidad de tener que estar saliendo a lugares, ahora mismo nos estábamos conociendo de lo mejor —digo, él asiente y se agacha para darme un beso en los labios.—Quién iba a pensar que la chica nueva iba a dar vuelta todo mi mundo —suspira él.—¿Doy vuelta tu mundo?—Me ha
—¡Mierda, Caleb, quédate quieto! —le susurro. Ambos estamos sentados en la mesa. Mi padre esta en la cabecera de la misma. Mi madre a su lado Izquierdo, Benja a su lado Derecho. Yo estoy al lado de mi madre junto con Caleb. Jacinta, como era de esperarse, esta al lado de mi hermano.—Lo siento.—Bueno, ya que estamos todos en la mesa, podemos comer. —dice mamá con una sonrisa.Yo saco de inmediato las papas con mayo. Benjamín siempre se llena el plato con ellas Mi querido hermano, también la toma.—Cuidado —me advierte. Lo fulmino con la mirada, pero él me también me mira así.—Cuidado tú.—¡Por Dios, ya están peleando por la comida! —exclama mi mamá. Pero Benja y yo no dejamos de mirarnos.—Corrección, mamá, solo nos advertimos sobre sacar demasiadas papas mayos. Ya que a tu hijo se le olvida que los demás queremos comer. —corrijo.—Mi hijo es tu hermano, Trinidad.—Ahora mismo, no estoy muy seguro de tener una hermana. —Ya van a empezar —declara papá en un suspiro.—Voy a darle a
Hoy era el primer día que nos verían a Caleb y a mí como novios en el instituto. Alice me había dicho que íbamos a ser el chismesito del día o semana. Y no pude contradecirla, porque en ese lugar de estudio lo único que siempre habían, eran chismes.Caleb iba a pasarme a buscar, pero yo quería ser fiel al plan de irnos por la mañana con Alice y Benja. Aunque ahora se nos sumaba Jacinta. Que iba a nuestro instituto también.La verdad es que no sé cómo hizo Benja para tenerla escondida.Lo sé, era demasiada coincidencia, pero bueno.—Hola mis niños. —saludó mi papá cuando entró a la cocina.—Hola papi. —¿Tu hermano?—¡Benja, por Dios, date prisa! —grito, mi padre ríe mientras me besa en la frente.—¡Qué ya voy!—Se demora más que yo en arreglarse —le digo a mi padre mientras me sirvo unas tostadas con mermelada. Él se sienta a mi lado y asiente.—Se esta poniendo guapo para Jacinta.—Ya la enamoró ¿acaso quiere que ella se de cuenta la clase de bestia que es? Miro a mi padre esperand