Capítulo VI
El hastío de las mujeres
-Hija, sé que no serás feliz aquí en esta casa donde tu padre manda y ordena pero habrás de acostumbrarte yo lo he hecho, se puede hacer.
-Mamá tú no has sido feliz desde que tus padres, los abuelos perdieron en la bolsa su dinero y se quedaron en la ruina, él los ayudó a recuperarse a cambio de mantenerse lejos de vosotros. Desde entonces esta es tu jaula, y la mía, solo que yo conseguí salir al mundo y … hasta fui feliz por un par de días.
-Hija cuéntame esa historia estamos solas y podemos ser francas.
-¿Eso es lo que te ha pedio papá?
-No hija, debes confiar en mí estamos en una situación muy similar.
-Lo siento mamá pero cuando él habla humilla y tú callas te conviertes en su cómplice. ¿Qué estamos en la misma situación?, de eso anda tú estás así porque eres sumisa obediente al macho de la familia. Yo deseo ser feliz, bueno lo deseaba ya no importa nada.
-Eso quiere decir que has conocido a alguien algún hombre que se enamoró de ti y tú de él. Eso debe ser maravilloso, cuando yo conocía a tu padre era tan guapo, tan atento, creí que me amaría siempre pero algo se rompió dentro de él y cambió. Se convirtió en el hombre que tú has conocido siempre. Agrio, dictador, sin compasión. Tuve dos abortos antes de poder tenerte y creo que le afectó no tener un varón que llevase su apellido, creo que es la razón por la que se lleva tan mal contigo y te maltrata. Yo le hablé muchas veces pero a mi no me presta ninguna atención.
-Claro y tengo que creerte, yo soy mujer y puedo hacer lo mismo que haga cualquier hombre estate segura de ello pero he trabajado de camarera porque no me disteis la educación que s da a un varón. Déjame en paz madre no tienes credibilidad para esta hija torturada. ¿O te vas a atrever a rebelarte contra él?, eso me parecía-dijo ante la pasividad y silencio de su madre.
Se alejó d ella y la dejó sola y con la expresión de mayor tristeza re flejada en su rostro. Margot sentía como un volcán estallando en una explosión dentro de sí. Todos sus sentimientos se agolpaban y intentaban salir a flor de piel para gritar su dolor y liberarse de unas cadenas que le pesaban demasiado.
Betsy se quedó sentada pensando en las duras palabras de su hija y reconoció que tenía razón, pero nada podía hacer salvo resignarse sus padres habían recuperado su posición social y ella debía pagar por la ayuda de su esposo el todopoderoso dios de las finanzas. Su hija seguía ahora su camino, su doloroso camino y nada lo podría impedir. Se levantó y caminó hacia la mansión, aquella jaula de oro que solo era la más terrible de las prisiones. Solo si un día moría su marido podría volver a vivir a reír a ser feliz el resto de vida que a ella le quedase. Trataría de que la vida le fuese algo más agradable a su hija y de paliar su dolor si ella le dejaba claro. Subió las escaleras de la mansión y se dirigió a su saloncito de té allí recibía a su amigas de la asociación de mujeres de la coalición católica.
La mesa estaba bien servida con un juego de café Royal Albert floreado, y dos bandejas de pastas y macarons franceses. La conversación giraría como casi siempre sobre el tiempo, los niños, las posibles bodas…a Betsy se le antojaban cada vez más aburridas. Pero era su misión en la vida dar fiestas y ser la imagen de su marido. Fueron llegando vestidas de marca con joyas de diamantes y esmeraldas y se fueron acomodando alrededor de la mesita de cristal. Dos criadas fueron trayendo más pastas y otro juego de café porque estaban viniendo más mujeres de las invitadas en un principio. De seguro habían conocido la noticia del regreso de Margot y deseaban cotillear. Les iba a dar el gusto, pero no como ellas creían.
-Querida tenemos que felicitarte tu ansiada hija a regresado es una noticia maravillosa, -dijo la esposa de lord Camilton, mientras mordía un macaron y se tomaba la tacita de té que le servía la criada.
-Verás, es una maravilla tenerla de nuevo en casa, ahora me siento menos sola, Benjamín está fuera mucho tiempo y yo necesitaba a alguien con quien charlar.
-¡Ay! Es tan tierno, ahora seguro que le buscarás un buen partido, estuvo a punto de casarse hace dos años ¿verdad?, creo que con el hijo de los Reschield.
-Que buena memoria querida, -le respondió sarcástica pues ella decía siempre que tenía una memoria desastrosa- sí estuvo a punto.
-¿Y que pasó?, es un chico muy guapo, con buena posición social…
-Pues ella no le amaba y…cortó con él.
-¡¡Oooohhh!!, pero el amor y el matrimonio ya se sabe que no van de la mano querida, mira mi caso, y soy feliz.
-Pues debo decirte que me casé enamorada de Banjamín, y si hubiese sido como de novios aún lo estaría.
-Bueno, bueno, no la atosiguemos estará nerviosa e ilusionada, -añadió Nancy Stalton, la esposa norteamericana de un nuevo y afamado rico de los negocios del acero en Alemania.
-Es que pocas veces surge una noticia tan extraordinaria aquí apenas pasa nada.
-Y por ello os habéis citado aquí todas, -las señaló con el dedo índice moviéndolo en círculo. Pues bien está a gusto en casa, y pensando en recuperarse de un secuestro terrible.
Una algarabía acompañada del típico griterío femenino atronó el aire.
-Betsy había dejado caer la bomba para ver las reacciones de sus coamdres y ver sus expresiones de falsa sorpresa y quizás alguna se traicionase y le diera una pista sobre lo que el estaba ocurriendo a su hija.
-La justicia se hará cargo deberían ahorcarlos a todos que miedo ha debido pasar tu hija…
-La justicia querida Mandy no hace nada nunca pero tengo otros recursos para llegar hasta el final y saber se lo ocurrido.
La mencionada Nancy se quedó en silencio y palideció. Aquello alertó a Betsy que se volvió hacia el resto del grupo para evitar que ella viese a su vez su reacción.
-Queridas os he invitado hoy porque quiero que celebréis conmigo el regreso de mi adorada hija Margot y no me interroguéis más que me sentiré como una arrestada por un crimen ja ja ja
La merienda se desarrolló ya como otras veces en una tediosa tarde de té y pastas que cada vez hastiaba más a Betsy.
Benjamín en su despacho ordenaba sus asuntos había ido a visitar a su médico y éste le había dicho que le quedaban unos meses de vida no más. Lloró por primera vez en muchos años iba a dejar todo en manos de su esposa e hija y ninguna de las dos estaba preparada para lleva sus negocios. Estaba pensando en preparar a Margot pero su aversión hacia él lo impedía. Ten dría que tener mucha mano izquierda para convencerla. Y creía saber cómo. Llamó al mayordomo un hombre fiel como un perro que llevaba cuarenta años sirviendo a la familia. Miguel, que así se llamaba, llegó envarado y correctamente ataviado, como correspondía a su rango en la casa.
-Miguel, tengo que encargarle algo que solo puedo confiar a alguien de mi absoluta confianza.
-Usted me dirá señor, el señor sabe que le soy fiel y que lo que me diga o encargue quedará entre nosotros.
-Verá Miguel me quedan pocos meses de vida, ya, ya,-levantó la mano para detener als evidentes palabras de lamento de su mayordomao- sé que es terrible pero hay que ser prácticos deseo preparar a mi hija Margot para que me suceda en los negocios pero ella me odia.
-Señor su hija es muy débil sim me permite opinar deberá endurecerla para que se haga cargo de sus negocios y sea digna sucesora, si me lo indica yo la podré ayudar.
-Soy de su misma opinión Miguel. Es por eso que le he hecho llamar, quiero que se haga su confidente su amigo que me diga qué piensa qué desea que odia, y vaya convenciéndola de que es mi heredera la mujer que gobernará a los Greene.
-Su hija es feminista y eso de ser la primera mujer en la familia y en su entorno que dirija un emporio como el suyo, señor, será muy de su agrado, no tema, la convenceré.
-Bien, retírese y no le cuente a nadie lo que le acabo e referir es una orden.
Miguel se retiró en silencio y esbozando una sonrisa en su faz de habitual imperturbable. Llevaba sirviendo en la casa demasiado tiempo bajo la férula inmisericorde de aquel hombre cruel, y ahora se moría si, le ayudaría pero no por fidelidad sino por cariño a aquella niña que él había criado pues su madre y su padre se habían desentendido de ella por diferentes razones. Ella al ser rechazada por no haberle dado heredero varón a su esposo había volcado su rabia en la niña que había deseado huir desde que tuvo uso de razón. Era su momento y el de Margot.
Capítulo VII La época de las mujeresBenjamín sentía que su tiempo se terminaba y su hija, estaba convencido de que nunca aceptaría llevar sus negocios, eran bastante turbios como todos los de los gran des magnates y ella era una idealista que creía en el Flower Power. Si Miguel no conseguía convencerla tendría que malvenderlo todo.A Betsy no le había importado nada lo que él hacía y su familia estaría encantada de saber que se moría.Miguel había trazado un plan de choque para hablar con Margot y decirle justo lo que necesitaba saber. Estaba “arreglando” un seto cuando Margot pasó por delante de él.-Señorita no se vuelva, por favor haga como que coge unas flores he de decirle algo importante.Margot sintió que alguien confiaba en ella y se arriesgaba por ella pero pronto desechó la idea Miguel era el perro fiel de su padre.-Señorita debería hacerse cargo del negocio de su padre tengo sobradas razones para creer que se muere. Por favor no reaccione
Capítulo VIII El novioBenjamín Greene estaba adquiriendo su chaqué en una sastrería en la que solo los más ricos podían comprar sus atuendos de boda.-Espero que se esmera me caso y debe ser el traje más caro y mejor diseñado de todos.-Señor,-le respondió el sastre-sin duda este será el más distinguido créame.Benjamín se recreaba ante el espejo mientras le tomaba medidas el sastre y pensaba en lo pobres que habían sido su madre y su difunto padre. Apenas tenían para mal comer y sus ropas eran de segunda mano, pero un día la fortuna llamó a su puerta al morir su tío, este le dejó una fortuna. Era como si los cielos mismos se hubiesen abierto. Él acrecentó aquella invirtiendo en bolsa y en productos financieros muy acertados. Ahora era el más rico de los que caminaban por Inglaterra. Lores y duques, sires y banqueros anhelaban ser sus amigos y relacionarse con él. Ni su falta de título nobiliario les impedía hacerlo. Aquel traje les hubiera dado de comer todo u
Capítulo IX El emporio de una mujer En los centros de control de las diferentes empresas del emporio industrial de los Greene, se percataban de que un cambio a mejor estaba acaeciendo, pero ignoraban de quién provenía. Las manufacturas crecían en las exportaciones y se estaban construyendo seis polígonos industriales nuevos en Thailandia y España. Ahora tocaba restaurar el corazón y restañar las heridas además de resolver el misterio de las cartas que permanecía en la sombra.-Harold no te lo dije porque estaba fuera de su ámbito era camarera, y eso demuestra a las claras que no quería el dinero de mis padres, siempre condicionado a hacer lo que ellos desean de mi. He vivido varios años libre de us dictados y en una buhardilla de doce metros cuadrados. Tengo poca ropa, barata y cobro una miseria.-Yo debí escucharte como lo hago ahora, pero me sentí engañado sin razón, ¿podrás perdonarme algún día?-No seas tonto no hay nada que perdonar solo
Capítulo IX El emporio de una mujer En los centros de control de las diferentes empresas del emporio industrial de los Greene, se percataban de que un cambio a mejor estaba acaeciendo, pero ignoraban de quién provenía. Las manufacturas crecían en las exportaciones y se estaban construyendo seis polígonos industriales nuevos en Thailandia y España. Ahora tocaba restaurar el corazón y restañar las heridas además de resolver el misterio de las cartas que permanecía en la sombra.-Harold no te lo dije porque estaba fuera de su ámbito era camarera, y eso demuestra a las claras que no quería el dinero de mis padres, siempre condicionado a hacer lo que ellos desean de mi. He vivido varios años libre de us dictados y en una buhardilla de doce metros cuadrados. Tengo poca ropa, barata y cobro una miseria.-Yo debí escucharte como lo hago ahora, pero me sentí engañado sin razón, ¿podrás perdonarme algún día?-No seas tonto no hay nada que perdonar solo
Capítulo X Una ruptura inesperada Harold estudiaba como salir de aquel infecto lugar y su abogado tardó en llegar apenas media hora estaba en un atasco. Le soltaron con cargos, no tenían pruebas y debería quedarse en la ciudad tras abonar una fianza. Se preguntaba donde estaría Margot y al llegar a su casa ella estaba en el portal aterida de frío y con un extraño junto a ella se fue hacia él furioso y le pegó un buen puñetazo que lo derribó sin sentido.-¡ Maldito secuestrador!-No cariñooo es quien me ha sacado del bosque es mi salvador ¡ay diosss!El conductor que la trajese hasta la casa de Harold despertó y se asustó al ver a su agresor cerca.-Tranquilo es mi novio creyó que era usted el secuestrador perdónele se lo ruego. ¿Está usted bien, quiere tomar algo? Le pondrá un brandy.Una vez aclarado todo el asunto Margot le relató lo de las notas como conoció a Harold y como se la llevaron de su misma casa, y a pesar de ser exactos en su relato, el c
Capítulo XI Una venganza gélidaTras la boda de Benjamín con Betsy, y su regreso de la luna de miel, que más había sido de hiel que otra cosa, Betsy se dedicó a buscar quedarse embarazada, cuestión en la que Benjamín Greene puso también todo su empeño. Un heredero varón era el primero de sus objetivos. Pero la mala suerte marcó sus destinos y tuvieron una preciosa niña a los tres años de casados. ¿O no fue el primer hijo de Betsy?Ella se sentía descuidada y apartada de todo lo que no fuera la imagen que debía dar de esposa sumisa en las fiestas. No le faltaban las joyas ostentosas ni los vestidos de alta costura, ni dinero en abundancia para pagar sueldos de numerosos criados y doncellas y provisiones exquisitas para sus fiestas. En resumen era la esposa perfecta, salvo en cumplir con sus obligación de procurarle un heredero varón. Pero Benjamín no podía dedicarse a sentimentalismos ni tan siquiera a su hija a la que consideraba poco menos que inexistente. Sus colegas de pro
Capítulo XII Otro FrankLos invitados iban marchándose educadamente a medida que les permitían hacerlo los agentes encargados de interrogarles. Eran gente influyente y no debían molestarles más de lo debido. La finca quedó vacía y llena de pedazos de tarta y piedras esparcidos por doquier. Los criados se afanaban por limpiarlo todo y dejarlo impoluto para borrar así el daño causado. La ceremonia quedaba pospuesta y Harold abrazaba a la novia para calmarla. El día más importante de su vida estaba arruinado.-Tranquila es solo un leve retraso todo se hará a su debido tiempo todos volverán y nos casaremos como m estaba previsto. -Le decía Harold que no s e .lo creía ni él. Nadie volvería a la finca en muchos años y su boda, que se celebraría, sería mucho más discreta de lo que ella hubiera deseado.-Es terrible mamá, para una vez que descubro el amor y decido casarme, que estamos todos de acuerdo, sucede esto…no sé que va a ser de mí, ya n
Capítulo XIII El arrepentimientoBetsy guardaba un gran secreto que la atormentaba desde hacía tanto tiempo que pugnaba por salir a la luz. Sabía que cuando lo hiciese Benjamín se divorciaría y perdería cuanto tenía. Pero su vida debía cambiar y lo haría, por el bien de Margot y por el suyo propio. Se retiró dejándoles solos, no deseaba amargarles la luna de miel ya tendrían tiempo de pensar y sufrir cuando regresasen.Harold y Margot se marcharon rumo al aeropuerto para tomar su avión y disfrutar de la compañía el uno del otro durante un m es entero, sin preocupaciones y responsabilidades.-Me parece mentira que mis padres hayan entrado en razón pensé que jamás aceptarían mi matrimonio contigo. Estoy sorprendida, maravillosamente sorprendida. -Se acurrucó contra el hombro de Harold.-LO que no acabo de saber es quien nos conocía tanto como para creer que conocernos y salir funcionaría a la perfección, me asusta lo reconozco. -dijo Harold pensativo. Cuando regresemos será