Me quedé totalmente sorprendida ¡estoy embarazada! Y es así como recibo la noticia, este tipo no tenía arreglo, pero aún sí lo amaba con locura.
—¿Te han dicho alguna vez lo extraño que eres?
—¿Lo soy?
—¿Tú que crees?
—Que me hace feliz el hecho de que vayas a ser la madre de mi hijo. — sonreí.
—Y yo de serlo. — lo abracé.
—¿Nos vamos?
—Sí.
Lo tomé del brazo mientras avanzábamos hacia la puerta. Sacó una tarjeta y
Cinco años despuésEstábamos los tres en la piscina disfrutando del día, yo, Hazel y Harry, mi hijo de cuatro años. Le pusimos ese nombre por el padre adoptivo de Alex. A estas alturas Harry ya sabía nadar, gracias a su hermano que pasaba mucho tiempo en la piscina, quería muchísimo a su hermanito desde que había llegado al mundo. Si bien le costaba conversar con gente de su alrededor, lo hacía sin problemas con él, estaba muy motivado, su hermanito le había cambiado la vida y a pesar de que ahora tenía nueve años —pronto cumpliría los diez —seguían entusiasmándole los cómics y las pelis de súper héroes. Había conseguido que Harry les pusiera interés, aunque no había conseguido que también fuera muy fan de Capitán
Me desperté sobresaltada, miré mi reloj de mesa y daban las ocho y diez minutos, por lo visto mi despertador había conspirado contra mí justo en el momento más importante de mi vida.— Freya, que llegas tarde. — escuché la voz de mi hermana tras la puerta.—Ya voy.Tenía una entrevista que hacer a las nueve y no quería perdérmelo por nada del mundo. Me levanté a toda velocidad y me metí en el cuarto de baño, me cepillé los dientes y me di una ducha rápida, tenía que llegar a tiempo si quería conseguir el puesto de niñera. Salí del baño, me envolví en una toalla y me puse una falda ajustada que me llegaba un poco por encima de las rodillas, acompañado de una blusa azul de algodón
El auto se detuvo en el gran edificio donde tenía mi entrevista. Me bajé de él y ya dentro del edificio conseguí un ascensor que me llevaría a la planta que me correspondía, pulsé el botón de la planta doce, estaba tan nerviosa que de vez en cuando miraba la hora, hasta los segundos podían llegar a parecer unos minutos interminables. Se abrió el ascensor después de unos intensos segundos justo cuando daban las nueve en punto, deseé que no fueran demasiado dura conmigo. Me encontré con una recepcionista que estaba en su puesto observando la computadora.—Buenos días señorita —me saludó ella al verme —¿puedo ayudarla en algo?—Tengo una entrevista ahora y me gustaría saber si puedo... Todo mi equipaje estaba listo, Maura había pasado toda la noche ayudándome a empaquetarlo, le daba pena separarse de su hermanita del alma.—No tienes por qué exagerarlo todo, ni que me fuera a otro punto del país, solo me cambio de casa, podremos vernos cuando queramos.—Pero ya no será lo mismo.Maura estaba echada en la cama mientras yo me peinaba el cabello frente al espejo, estaba lista para marcharse.—Venga alégrate por mí. - puse caras y me senté en la cama junto a ella.—Sí que me he alegro por tí, pero también quieCapítulo tres
Subí al auto con Alfred, el tipo era silencioso, como también amable. Minutos más tarde estábamos aparcando en el centro del niño. Bajé del coche y Alfred se quedó a esperarme. Subí las escaleras y entré. Crucé algunas salas donde se estaban tomando clases, obviamente era una escuela privada, pregunté por la dirección y me indicaron el lugar. Llegué y llamé a la puerta, me dieron permiso para entrar. Frente a mí había un niño de espaldas, ese debía ser Hazel y al otro lado de la mesa estaba una mujer. Me pidió sentarme. Me senté junto al niño que tenía la mirada puesta en sus pies tambaleantes.—Hola Hazel. —lo saludé, pero no recibí respuesta alguna, solo su mirada que después regresó a sus pies.
Lo ayudé a ponerse en pie y salimos del cuarto. Bajamos las escaleras con cuidado, lo llevaba agarrado de la mano. Al otro lado del salón se encontraba el despacho con puertas desplegables, cuando nos acercamos a ellas sentí que me apretaban la muñeca, miré al niño, tenía miedo.—Hey, no pasa nada—intenté calmarlo—estoy contigo, todo saldrá bien ¿de acuerdo? —asintió con la cabeza. Llamé a la puerta y entramos.Allí delante de mí, lo vi, era inconfundible con es aspecto impecable, estaba de espaldas concluyendo una llamada, depositó el teléfono sobre el escritorio y se volvió hacia nosotros. Sin duda él era su padre, tenían algún que otro parecido. No se me había pasado por la cabeza que trabajaría para él, el tipo perfecto y guapo con el que soñaba ¿seguro
Estaba en mi cama durmiendo plácidamente, me sentía incómoda en mi propia cama, di vueltas de un lado a otro de la cama y poco a poco fui abriendo los ojos hasta que lo vi, ¡Era Alex! Estaba sentado sobre la cama observándome, pegué un grito de susto y me acomodé, pero, ¿qué hacía en mi cama?—¡Dios, jefe! ¿Qué hace aquí? —aparté los mechones de pelo de mi frente, podía imaginarme lo horrible que me veía.—Lo siento, no pretendía asustarte, ¿estás bien? —y encima se preocupaba.—No lo sé, ¿qué quiere, señor?—Quería saber si se sentía cómoda aquí
Alex la mayor parte de las veces podía parecer estar muy serio, pero nunca me imaginé verlo enojado, estaba totalmente furioso porque le habían quitado al niño, entonces supe lo mucho que podía importarle y cómo no, se trataba de su hijo. Cogió las llaves de su coche y lo vimos dirigirse al auto, nadie pudo detenerlo.—Alex, ten mucho cuidado con lo que vayas a hacer por favor. —le sugirió su amigo.Alex ni se molestó en dirigir ninguna palabra, estaba totalmente dispuesto a cualquier cosa y tuve más miedo aún, ¿qué tal si su cabreo fuera a impedirle recuperar a su hijo?, no podía permitirlo y no quería hacerlo porque aparte de todo se trataba de Hazel. Me acerqué al auto que ahora estaba en marcha y me monté en el asiento del copil