Cuando Lia Taylor pasó por allí, se desestabilizó y casi cae al suelo. Ella, a pesar de que no estaba muy acostumbrada a ir en tacones, logró estabilizarse y seguir caminando hasta el final donde sonrió a los fotógrafos tal y como lo hizo la primera vez, algo sonrojada por el traspié.Maldita sea, pensó ella, estaba demasiado nerviosa como para ponerse más nerviosa, ni siquiera se le había pasado por la cabeza la posibilidad de que alguien le hubiera querido saborear. Solo creyó que era torpe, aun así logró terminar con compostura dejando que los flashes le devolvieran la confianza, esperando el momento en el que la diseñadora se uniera también a ella.Max, quien observó todo desde lejos, negó, no solo no había hecho caer a Lia, sino que había atraído la maldita atención de Evan quien al estar cerca de la pista, se topó con una de esas dichosas canicas, lo que hizo que rápidamente empezara buscar por todos lados.Lo bueno de todo eso, fue que en ese momento él estaba muy lejos de ahí,
Charlie Taylor odiaba los trajes, pero le sentaban realmente bien y lo sabía, más aquella noche en la que estaba especialmente interesado en verse bien porque volvería a ver a alguien a quien, hasta la fecha, había odiado, al menos hasta la noche anterior, Elian, el ex de su amante y también a su vez amante de este.Había recibido un regalo suyo en la tienda, aunque más que un regalo era una reposición de la ropa que rompió el día anterior y aunque pensó en llamarlo durante todo el día. No era realmente capaz de saber que quería hacer o qué le iba a decir, tal vez lo mejor era alejarse de él porque meterse con alguien que le importaba a Dylan no era muy buena idea, sobre todo porque a él también le importaba Dylan.A pesar de eso, allí estaba observándolo en el catering mientras conversaba amigablemente con una chica que parecía coquetearle, hasta que la música del desfile empezó a sonar y la joven se alejó para acercarse a la pasarela y a su vez Charlie aprovechó para acercarse al co
Evan estaba ahí de rodillas frente a todos, con el anillo en su mano, más nervioso que la vez que reprobó su primera materia y no sabía cómo explicarle a su padre lo que había pasado, mucho más nervioso que cuando sacó su carnet de conducir y tuvo en su mano el precioso Lamborghini de su padre y mucho más nervioso que la primera vez que fue puesto a cargo de la empresa, dónde tuvo que formar un carácter fuerte e imponente para no dejar que nadie lo subestimara.—Lia, ¿Te quieres casar conmigo? Me harías el hombre más afortunado del planeta si dices que sí.Todos esos acontecimientos que habían marcado su vida, no sé comparaban con nada a los nervios que sentía esperando por la respuesta de los labios de su bella novia. Lia Taylor quien en ese momento parecía hacer que a él le diera algo si no le contestaba rápido.Los flashes deslumbraban a Lia causándole molestia, algo de lo que la seguridad del evento se percató, evitando así que los señores Taylor descubrieran su habilidad y tapade
— Marchémonos de aquí…— Pidió Lia en un susurro contra la boca de su prometido entre beso y beso.Aunque Lia sabía que debían disfrutar de la fiesta y, como rostro de la nueva temporada de XL beautiful debería estar allí, no había nada que deseara tanto como estar a solas con su reciente prometido, fue por eso por lo que tras la petición de Evan se dirigió rápidamente hasta el vestuario para sacarse el vestido que llevaba y ponerse algo mucho más cómodo.Evan se las ingenió para quedarse a solas con su prometida, en el vestidor. Marjorie fue su cómplice en eso. Hizo que sus vestuarios quedarán vacíos mientras Evan estaba con Lía.—No tardes, tienes 15 minutos para estar con ella, después de eso no puedo garantizar que no tengas interrupciones.Él había asentido y se dirigió hasta donde se encontraba su amada prometida. Aunque no lo pareciera, Evan temblaba a cada paso que daba y que lo acercaba más a Lía.La encontró de espalda tratando de quitarse vestido, él sonrió coqueto sin perde
—¿Crees que Marjorie se enoje si llego a romper su vestido?— le preguntó a Lia, mientras alzaba la falda del vestido.Evan estaba odiando que tuviera mucho vuelo y que le costará mucho descubrir las piernas de su amada y poder llegar hasta sus braguitas para poder romperlas, lo haría pero no. No estaban en casa, estaban en un lugar donde solo le habían dado quince minutos.—Mierda mi amor, cuando nos casemos no podré evitarlo, pero romperé el maldito vestido que portes ese día y me impida tomarte. Cómo este ahora.Lia no pudo evitar la carcajada que salió de su boca mientras se apartaba de él, a pesar de lo mucho que lo necesitaba cerca, más que cerca, lo necesitaba dentro.—Solo debes dejarlo caer — aseguró Lia mientras dejaba que el vestido se deslizara hacia el suelo, quedando solo con esa ropa interior blanca y de encaje típica de una novia — Espero que nuestra luna de miel sea en un lugar mucho más romántico que este vestidor aseguró ella moviéndose hasta el tocador donde mostrán
Khan se observaba al espejo, estaba harto de fingir ser quien no era, demasiados años escondiendo su verdad e intentando restablecer su imperio. Esta vez había sido mucho más inteligente, desde el principio hizo que todos sus negocios se vieran completamente legales, de cara a la sociedad era un rico empresario iraní que había llegado a Estados Unidos hacía apenas 10 años y tuvo la suerte de dar con una hermosa y guapa mujer que le abrió las puertas a la alta sociedad estadounidense.Khan había dejado de ser el peligroso mafioso perseguido por las autoridades para convertirse en el rico heredero Harun Habib de los Emiratos árabes, gracias a los contactos de su nueva esposa consiguió hacer un enorme fraude piramidal con el que pagaba las inversiones de uno con las de los otros hasta conseguir rearmar su organización, todavía le quedaba mucho camino por recorrer.Las mafias eran celosas de su territorio y nadie lo conocía, no podría salir a la luz hasta eliminar a esa persona que sería
— Bueno, pues cuando termines te agradecería que vinieras a ver a tu madre, con tu desayuno del brazo a ser posible.Harun sonrió por la forma en que su mujer hablaba con Evan, era una de las cosas que le gustaban de Leticia aparte de su belleza y su dinero, su lengua afilada.Lia estaba en la cama pendiente de la conversación de su novio, aunque lo único que deseaba era volver a tenerlo en la cama con él.—Entonces tendrá que ser en el almuerzo madre, sabes que el desayuno es el alimento más importante del día, deberías probarlo algún día, puede que eso te mantenga de buen humor.Por supuesto que su madre poseía una gran lengua afilada, pero la de Evan lo era aún más, además no permitiría que su madre bajo ninguna circunstancia se atreviera a decir algo hiriente de Lía, una vez terminó de decirle eso colgó.No le daría opción de réplica a su madre.—Entonces en qué me había quedado— mencionó Evan, acomodándose de nuevo sobre el cuerpo de su bella prometida para sentirse piel con piel
—Lia… Lia… Te amo…— susurró besándola mientras sus manos recorrían la parte baja de su cintura — no te dejaré escapar de mi lado.— Te amo Evan…— Aseguró ella sintiendo el miembro de su amante palpitando en su interior, haciendo que se estremeciera que sus ganas de dominarlo crecieran y es que no había nada mejor para Lia que hacer estremecer a su pareja y verlo rendido a sus peticiones.—No más que yo LíaPara Evan era una necesidad hacerle el amor a su pareja, algo que necesitaba del mismo modo que necesitaba respirar y que necesitaba besarla.Le encantaba todo de ella, sobre todo si se trataba de él recorriendo sus curvas.— Todavía no mi amor…— Lia agarró las manos de Evan quién tan hábilmente las usaba para estimular todo su cuerpo y en un movimiento rápido rodó quedando sobre él las manos contra la almohada para inmovilizarlo.Ella quedó completamente empalada en la erección de su amante, la cual montaba con esmero, con una necesidad que le quemaba por dentro.Evan no sé, espera