Marjorie estaba muy sorprendida por lo que acababa de escuchar de su hijastro, siempre había sido un hombre mujeriego. Que no le daba importancia a ninguna mujer y a pesar de que ella tenía claro que algún día llegaría la afortunada, jamás creyó que sería alguien como Lia.Y no porque Marjorie no la considerara adecuada, por lo que sabía era una mujer muy inteligente, le parecía hermosa y además se veía muy tierna y buena persona, todo lo contrario a lo que siempre imagino para Evan. Siempre creyó elegiría a la hija de una familia rica, sin muchas luces para poderla dominar y un físico despampanante. Pero no, ahí estaba enamorado de una chica normal y observando con celos la sesión con el fotógrafo.Aquello la hizo sonreír. Si él supiera que no tenía que temer nada de Demian.— Lia quiero que tomes esa rosa amarilla, con delicadeza. Sin arrancarla del rosal y te inclinas levemente para olerla — dijo el fotógrafo, quién ya había echado varias fotos a la joven.Lia asintió y se inclinó,
Lia no recordaba haber vivido un fin de semana mejor que aquel. Fue tan perfecto que pasó demasiado rápido. La familia de Evan la había acogido y tratado con mucho cariño, haciendo que se sintiera muy cómoda en su casa.Pero lo mejor del fin de semana fue, sin duda, lo mismo que le aterraba ese lunes cuando por fin pudo alejarse de Evan y su influencia y es que ella se estaba enamorando muy rápido de ese hombre. ¿Qué pasaría si se le pasaba el capricho?No quería ni pensarlo, por suerte tenía tanto trabajo que no podía pensar en nada más, al menos durante las horas que permaneciera en la empresa y también por suerte él tenía una importante reunión y no estaría ese día en la empresa .Tenía que pasar toda la mañana enseñando a los miembros de su nuevo equipo. Cómo instalar su aplicación en todos los servidores y hacerla funcionar, estaba emocionada a la par que nerviosa.— Señorita Taylor la esperan en su despacho — Le dijo su nueva secretaria y es que desde que había sido ascendida y
Lia estaba completamente ensimismada mirando a Evan, se veía tan jodidamente atractivo con ese semblante peligroso amenazando a su exnovio que ni siquiera prestó atención al rostro de Max y lo rápido que abandonó su despacho.No era capaz de entender como había podido olvidarse tan rápido de Max si apenas hacía una semana todavía lo lloraba y ahora ni siquiera le importaba en lo más mínimo, más bien le caía mal por la forma en que la había tratado en la fiesta y sobre todo por como la había tratado nuevamente esa mañana.— Se suponía que tú no venías hoy a la oficina — dijo Lia sin poder apartar la vista de su novio.—¿Quién dice que he venido a trabajar?— dijo él atrayéndola, dejando de lado su aura asesina una vez que él ex de Lía abandonó su oficina y volviéndose muy dulce con ella.—Solo he venido a verte — mencionó mientras dejaba piquitos en sus labios — y que bueno que lo hice, no puedo imaginar que es lo que habría pasado si no hubiera llegado justo en ese momento.Todavía pod
Todos estaban esperando a que Lia llegara a la Junta de presentación del proyecto que estaban por iniciar, la mayoría de empleados habían visto la prensa y lo sucedido el fin de semana entre Lia y el CEO de la empresa y los que no lo habían visto se habían enterado por el insaciable cuchicheo sobre el tema.Pero lo que ninguno de ellos esperaba era ver llegar a la chica junto a Evan, caminando uno al lado del otro sonriendo mientras hablaban, de hecho pocas personas habían visto sonreír a ese hombre.Varias bocas quedaron abiertas en el instante en que llegaron y él se sentó en una de las sillas indicadas para los empleados, dejando que fuera ella quien hiciera la presentación para solo observar como se desenvolvía, o eso parecía, porque él solo quería seguir al lado de ella tal y como su chica le había pedido.—Buenos días, equipo. Soy Lia Taylor y seré su supervisora en este nuevo departamento de la empresa, también soy la creadora de la aplicación con la que trabajaremos — aunque n
Lia se sentía muy celosa por lo ocurrido durante la reunión, la forma en que todas miraban a Evan la hacia consciente de lo mucho que le gustaba, no el percatarse de como lo miraban, si no lo mucho que le molestaba, lo mucho que sus celos se encendían de un modo en que solo quería asegurarse de que él seguía sintiéndose atraído por ella.Lo empujó al interior del despacho más cercano, poco le importaba que no fuera el suyo y tras cerrar acorraló al CEO de la empresa contra la puerta.Los ojos verdosos de Lia se oscurecieron y tomaron un matiz esmeralda volviéndose un tanto amenazante, recordaba aquel antiguo y famoso escritor ingles que describió ese sentimiento como un monstruo de ojos verdes.Evan Jamás hubiera creído que ver a su novia celosa lo pondría tan duro, es más, jamás creyó que deseara ver a una mujer celosa, pero ahí estaba encantado de ver ese sentimiento encender la mirada de su novia, de esa mujer a la que le había pedido que se comprometiera con él en un contrato.Eso
Lia se sintió triunfadora, de conseguir que su jefe, un hombre tan imperturbable como frío, con fama de no tener ningún tipo de piedad, en cuanto a trabajo se refería, decidiera parar una junta solo para estar con ella.—Dime, ¿me encuentro bien?— le preguntó Evan con la ropa toda desaliñada, al igual que despeinado a causa de ese momento íntimo entre ellos.Ella no podía dejar de mirar el bulto que se notaba en sus pantalones, estaba por decir que no, que no iba nada bien porque notará aquello y mucho menos mirarlo, pero él no le dejó contestar.Evan tomó de la mano a Lia sin esperar que ella respondiera y caminó con ella nuevamente hasta donde se realizaba la junta y esperaban los empleados.—Lo siento, pero esta junta será aplazada hasta dentro de tres días— dijo mostrándose ante todos tan desaliñado que todo el mundo pensó que algo le había pasado.Lia se sentía extraña de la mano de él en público, era cierto que lo suyo se sabía, primero por la prensa, y luego porque en realidad
Él viaje hasta la casa de la playa se le hizo demasiado largo, cada vez que giraba el rostro y lo veía sentía más ganas de besarlo nuevamente ¿Cómo podía ser tan perfectamente guapo? Pero no era solo eso, Evan tenía algo que le hacía acudir a él, como las moscas quedan inevitablemente atrapadas en la miel,Él era miel, perfecta, pura. Lleno de energía y de virtudes, y ella una mosca, así se veía a su lado, no entendía cómo él no era capaz de verlo, era demasiado para alguien como ella.—¿Qué es lo que piensas? — le preguntó llegando a la casa y estacionando el auto.Sintiendo cómo ella no le quitaba la mirada de encima.— Creo que eres muy guapo — respondió segura de lo que decía sin entender muy bien que le había llevado a fijarse en ella.—¿Será que le guste, señorita Taylor?— le preguntó volviendo a besarla antes de bajar y abrirle la puerta del auto.Una vez la tuvo de nuevo a su alcance, Evan no pudo quitarle las manos de encima, ella ejercía un magnetismo en el difícil de explic
Evan recorrió con delicadeza y destreza las curvas de Lia, descubriendo con su toque nuevas formas de encender esa piel, de erizarla, pero no solo sus dedos fueron los únicos que encontraron nuevas maneras de hacerla gemir también sus labios, descubrió que a Lia le excitaba mucho que deslizara su barba en sus muslos internos, era pasar el su mentón con su barba a medio crecer, los gemidos que ella le prodigaba era miel para sus oídos, y para su entrepierna que en ese momento se encontraba más que firme y con la punta húmeda, era un gran esfuerzo el que Evan hacía para no buscar enterrarse en el interior de su novia, pero no lo haría hasta que ella misma lo deseara, hasta que ya no pudiera soportar solo encenderse y no lograr apagarse.Alzo su mirada solo para ver en ella el deseo encendido en su mirada un deseo que lo llevó a dirigirse a esos pliegues que no hacían más que iniciarlo cada vez al llevar uno de sus dedos entre ellos y notar lo húmeda que estaba, no solo sus dedos, ansiab