Lentamente, te estás metiendo dentro de mí, invades con descaro cada uno de mis pensamientos y de la nada te conviertes en el deseo insatisfecho de mi pecho.DominicNo estoy seguro de si el corazón que siento retumbar con tanta fuerza es el de ella o el mío, sin embargo, si puedo asegurar que ambos estamos envueltos en la misma nube de la que no queremos bajar, su mirada plantada en la mía me dice tantas cosas que también deseo en este momento, como volver a besar sus labios, aceptar la invitación que me hace al tenerlo entreabiertos mientras nuestros alientos se mezclan.Alguno de los dos debe de tener un poco de cordura y no quiero ser yo, pero es obvio que lo que ella está sintiendo en este momento es nuevo e hipnotizante, que no tendrá la voluntad para detenerme antes de que la pasión reclame su lugar en medio de nuestros cuerpos.—Es mejor que volvamos —musito provocando que la decepción aparezca en sus pupilas—. Esto no puede pasar entre los dos, fueron tus condiciones —añado c
La pasión recién descubierta de en mi cuerpo exige hambrienta seguir colgada de tus labios hasta perderme en la mágica lujuria que detonan tus manos al contacto con mi piel. AteneaHemos venido todo el camino en silencio, la verdad no sé qué decir de todo lo ha pasado en esta última hora. Dominic me sorprende, jamás espere que se comportara de esa manera conmigo, creo que lo demonice sin conocerlo y ahora me encuentro en la disyuntiva de no saber cómo definirlo con exactitud. Me aterra, me atrae, me intimida y al mismo tiempo empiezo a necesitar su compañía, y sus besos, esa manera de tocarme, de despertar algo en mí que no sabía que existía.Me atrevo a mirarlo cuando estamos por llegar y como si estuviésemos conectados, él voltea a mirarme también provocando que las palabras se consuman en mis labios y las ideas se esfumen de mi mente. Inconscientemente, me paso la lengua por el labio inferior y dejo la boca entreabierta, las sensaciones que se despertaron con el Sound de fondo vue
¿Abandonarte? Me siento incapaz de vivir sin verte por más de dos segundos, ¿Qué le haces a mi mente y a mi corazón? AteneaLuego de ponerme al día con Alicia y de confiarle lo que paso en la casa, procedo a contarle lo de mi hermano, jamás imagine que actuaría de esa manera, fuera de sí y obsesionado por el dinero. Es claro que ni mis padres ni yo hemos pensado nunca en dejarlo en la calle ni quitarle los recursos, pero él no lo ve de esa manera, lo quiere todo para mandarlo a la mierda como ha hecho con su vida.Alicia me ha contado que la casa está convertida en un antro y es seguro que Alberto está abusando de los empleados, no puedo permitir que esas personas sufran un trato inhumano, conozco a mi hermano… no, en realidad no lo conozco, el hombre que conocía era el que se mantenía a raya solo porque mi padre estaba con vida, ahora no le teme a nada y es capaz hasta de quitarme la vida si se le presenta la oportunidad.—Señorita, no creo que sea buena idea que baje la guardia con
Enamorarnos está prohibido, no importa cuánto deseo exista entre los dos, amarnos nunca será una opción, solo nos une la decisión de alguien más.AteneaUn par de toques en la puerta hacen que retorne del mundo de las fantasías y me concentre en la realidad nuevamente. Debo empezar a madurar, soy una mujer de diecinueve años casada con un hombre un tanto mayor que yo, aunque la diferencia no es tanta, solo seis años, sin embargo, es necesario que empiece a ver el mundo como lo que es: una realidad llena de dificultades que aunque mi vida está excesivamente allanada por la fortuna que poseo no deja de tener sus obstáculos.—Pasa Alicia —digo y enseguida la mencionada entra cargando una bandeja con la bebida que le pedí hace rato.La deja sobre la mesita a un lado de la cama y se me queda mirando. Alicia, más que una mucama o asistente, es como mi amiga, no es que no tenga otros amigos, sino que ella me conoce mucho mejor.—Alicia, sé que temes que me equivoque, pero de eso se trata la
Quiero sacar de mi cabeza el deseo que despiertas en mi cuerpo, sin embargo, el sabor de tus labios se niega a abandonar mis recuerdos.Dominic¿En qué maldito momento olvidé que esto es una transacción comercial? Quede como un imbécil delante de ella, ¿Qué me importa a mí si compra o no una casa distinta cada día? Por mí se puede ir a la Patagonia si se le pega la real gana. Salgo del penthouse con la espuma saliéndome de la boca y no me detengo, sino hasta que llego a mi auto me subo, pero en vez de encenderlo empiezo a golpear el volante con frustración.Deje mis compromisos botados por venir con ella, no sé en qué demonios estaba pensando, tal vez en lo más profundo de mi fuero creí que podríamos continuar con lo que empezamos en la casa. Solo lleva dos días siendo mi esposa y juro que está por volverme loco, nunca imagine que los matrimonios si resultarían ser como pintan: una maldita penitencia.Definitivamente, es mejor que esto se detenga antes de que se salga de control y las
Recorrer tu piel desnuda es el delirio que embriaga a mi alma. Ansío perder los sentidos en medio de tu éxtasis y desaparecer al final de cada uno de tus jadeos. Dominic Se resiste por algunos segundos en los que la mantengo sujetada firmemente con ambos brazos hasta que finalmente coloca sus manos a ambos lados de mi cara y me devuelve el beso, nuestras lenguas se encuentran una vez más y se regocijan en el deseo que se despierta en nuestros cuerpos. Seguro de que ya no va a escapar, dejo que ms manos la recorran a conciencia mientras mi mente talla su silueta en cada una de mis neuronas. Sus manos tímidas y temblorosas se mantienen firmes en mi cara, por lo que no queriendo romper el encantamiento del que parece presa decido, romper la fina blusa de su pijama, se estremece al sentir el roce de mis manos en la piel desnuda de su espalda, me doy tiempo de acariciar y explorar con suavidad disfrutando de su textura para luego dejar que mi mano se acerque con parsimonia hasta su pecho
Me he vuelto adicto al dulce aroma de tu piel, a la suavidad prohibida de tus labios, al sonido de tus gemidos y a la lujuria con la que te liberas entre mis brazos. Dominic Le marco al celular, pero por más que lo que hago repetidas veces ella no contesta y eso me hace sentir frustrado. Odio que me ignoren de esa manera, yo únicamente quiero saber si anoche hice o no algo de lo que debes disculparme, no recuerdo haber tomado demasiado, regrese conduciendo, eso significa que estaba consiente cuando llegué ¿Entonces porque no recuerdo que sucedió después? ¡Maldición, esa niña tonta me está volviendo loco! —¿Quiere que le sirva el desayuno, señor? —pregunta la señora López sacándome de mis pensamientos. —No, gracias —digo al tiempo que tomo la taza de café que coloca delante de mí. Tomo solo un sorbo que me cae pesado en el estómago por lo que dejo la taza prácticamente llena sobre la encimera de la isla y salgo del departamento, de camino me encuentro con la mucama que trajo Aten
Te amo… si, y esa es la verdad que oculto de mí mismo para evitar convertirme en tu maldito esclavo. Dominic Luego de calmarnos y acordar no continuar con la pelea, el idiota conocido de Atenea se largó, ella y yo hemos venido a la oficina que era de su padre. Ninguno ha dicho ni una sola palabra, tanto ella como yo estamos respirando irá, lo que me gustaría saber es si su enojo es porque arruine su café o por espectáculo que se armó en la calle. Seguramente saldremos en las noticias cuando algún estúpido cuelgue el video de la pelea, me da igual que lo hagan, volvería a hacerlo si otro se atreve a respirar cerca de ella. —Di lo que tengas que decir —pronuncio cuando ella da su décima vuelta. Voltea la cabeza hacia mí y me lanza dardos envenenados con la mirada. Algo aparte de lo que paso le molesta, estoy seguro de que anoche hice algo. —Eres un imbécil —bufa antes de girarse por completo y colocar los brazos en jarra—. Después de lo que paso entre los dos creí que dejarías de s