Te amo… si, y esa es la verdad que oculto de mí mismo para evitar convertirme en tu maldito esclavo. Dominic Luego de calmarnos y acordar no continuar con la pelea, el idiota conocido de Atenea se largó, ella y yo hemos venido a la oficina que era de su padre. Ninguno ha dicho ni una sola palabra, tanto ella como yo estamos respirando irá, lo que me gustaría saber es si su enojo es porque arruine su café o por espectáculo que se armó en la calle. Seguramente saldremos en las noticias cuando algún estúpido cuelgue el video de la pelea, me da igual que lo hagan, volvería a hacerlo si otro se atreve a respirar cerca de ella. —Di lo que tengas que decir —pronuncio cuando ella da su décima vuelta. Voltea la cabeza hacia mí y me lanza dardos envenenados con la mirada. Algo aparte de lo que paso le molesta, estoy seguro de que anoche hice algo. —Eres un imbécil —bufa antes de girarse por completo y colocar los brazos en jarra—. Después de lo que paso entre los dos creí que dejarías de s
Deseo que al morir tú seas mi último pensamiento y que al reencarnar sea tu sonrisa la primera que vea, para entender que valió la pena vivir amándote y morir idolatrándote. Dominic Dentro de la ambulancia me colocan oxígeno al tiempo que me realizan una serie de preguntas básicas, las cuales respondo abriendo y cerrando los ojos, una vez quiere decir “sí” dos veces es un “no”. Al llegar al hospital me ingresan y soy recibido por el médico de guardia en el área de urgencias, el cual me indica que me tomara una muestra de sangre, además de practicarme una serie de estudios, incluyendo un TAC de cabeza para descartar hemorragias u algún daño al tejido cerebral y soy llevado de manera inmediata al área donde harán las radiografías. Durante el procedimiento que consiste en meterme dentro de un tubo conectado a una computadora, en lo único que puedo pensar es Atenea, ella no sabe que estoy aquí por lo que trato de relajarme y no entrar en pánico como me indica el doctor luego de suminis
La noche se convierte en una falacia al llegar el día. Es por eso que añoro con todas mis fuerzas e imploro al inferno vivir en una noche eterna donde tu mentira sea mi única verdad.AteneaPor un segundo tuve esperanzas de que lo de anoche no hubiese sido algo que paso y ya sin ningún valor, pero ahora es peor, solo fue un efecto secundario de una maldita droga que le dieron, no me deseaba como lo demostró en cada caricia hasta su confesión solo fue una ilusión. Lo mejor es que nunca se entere de que le entregue mi virginidad, así cuando se terminen los dos años nos podremos separar sin problemas.De verdad ansiaba que lo que paso entre los dos hubiese sido real, me estoy enamorando del hombre equivocado y debo hacer algo para detener a mis sentimientos, no es sano para mí permitir que esto siga creciendo. Si tan solo fuese verdad lo que me demuestra y no solo una farsa para que todo el mundo piense que somos la pareja perfecta.—No pienses tanto en lo que te he dicho, créeme es más
Deseo ser tuya una y otra vez, que mis sentidos se colapsen por tus besos, que todo en mi ser se rinda ante la delicia que es que me hagas el amor. Atenea No entiendo por qué este deseo de hacer cualquier cosa para seducirlo, nunca he sido así, pero desde que me hizo el amor no dejo de pensar en nuestros cuerpos fundiéndose, volviéndose uno mientras juntos alcanzamos la gloria infinita del éxtasis carnal. Me remuevo en el asiento del auto y froto los muslos entre sí buscando calmar el hormigueo en mi intimidad. —¿Estás incómoda? —pregunta al ver que me muevo como un gusano de un lado a otro. Niego e intento quedarme quieta para ya no llamar su atención. —Hoy te ves algo diferente, ¿te hiciste algo en el cabello? —cuestiona nuevamente curioso. Lo único diferente en mí es que ya no soy virgen. —Tal vez es la ropa, decidí usar algo más acorde al puesto que ahora tengo dentro de la empresa de mi padre —miento y desvío mi atención hacia la ventanilla. Nos quedamos en silencio nuevam
La confusión es el juego con que el amor se divierte, te enreda en su red de emociones para luego enterrar la afilada hoja de una daga en lo más profundo de tu corazón y reírse en tu cara mientras te desangras ante sus ojos.Atenea El corazón me sigue latiendo muy fuerte, debo encontrar la manera de controlar mis emociones, pero es tan difícil hacerlo cuando todo lo que pienso es volver a estar con él. Me termino de cambiar la ropa de oficina por algo más cómodo y voy a la sala en donde deje a Dominic, me pregunto de qué querrá que hablemos.¿Y si recordó lo que paso anoche entre los dos?, no, no, no por favor, no. Es mucho más sencillo para mí que él no lo recuerde, aunque en realidad es una tortura, conocer lo que significa hacer el amor y tener que ignorar el hecho de que mi cuerpo ansia sentir de nuevo cada caricia. Por Dios Atenea, él no estaba consiente, no es como que haya querido que eso pasara, únicamente fue un efecto de lo que sea que le hayan dado.Pensar en eso solo me h
Somos víctima de la hipocresía de nuestros cuerpos, el juguete con el que se divierte la ilógica vida que vivimos, la burla de lo que creemos sentir al hablar de amor.DominicMi orgullo y mi hombría se desmoronan a cada paso que ella da para alejarse de mí, siento vergüenza de mí mismo, jamás había tocado a una mujer de esa manera. Perdí los estribos con ella y eso no es una excusa aceptable, por mucho que me desquicie, esa no es la manera correcta, pero es que me niego a la idea de tener que aceptar que ella salga con otros tipos, así sea solo a tomar café y menos cuando se comporta tan natural y sonriente con ellos.Me lleno de ira, de solo pensar que ella pueda... ella es mía, mi esposa y está obligada a serme fiel, quiera o no. Voy tras ella hasta la habitación, pero al intentar abrir me doy cuenta de que está cerrada con llave, golpeo con fuerza la puerta para que me abra, pero no obtengo ninguna respuesta de su parte, sigo golpeando cada vez más fuerte hasta que al final quedo
El infierno se vuelve insoportable cuando tus ojos no me miran, por primera vez en esta miserable vida siento que la condena me pesa.DominicHan pasado dos semanas desde que Atenea y yo discutimos, hoy volvemos a la casa en el Sound y sigue sin dirigirme la palabra, sigue cumpliendo con su palabra de aparentar en público, pero el hecho de que al llegar a casa me ignore completamente me saca de mis casillas, es como si dejara de existir al cruzar la puerta, ni siquiera se molesta en disimular delante de los empleados que soy un cero a la izquierda para ella.Por el equipo de seguridad sé que está harta de que la sigan a todas partes, siento algo de culpa por haber ordenado que la custodio mujer la acompañe hasta en el baño, prácticamente la he dejado sin privacidad, me siento más tranquilo al saber que ningún otro la pretende, pero ¿a qué costo?, sus sonrisas son falsas y a pesar de ir tomada de la mano conmigo la distancia que nos separa es inmensa.Al menos estoy teniendo más entrad
Soy el idiota que pretende entrar en tu paraíso, haces bien en darme la espalda y negarte a escuchar mis palabras.Dominic Le coloco el algodón con un poco de alcohol debajo de la nariz, lo que le ayuda a reaccionar, se queja con incomodidad haciendo que me sienta todavía más culpable de lo que ya me siento. Abre sus ojos y su mirada azul se posa en mi cara por un segundo con calidez antes de convertirse en una mirada dura y acusadora.—¿Te sientes bien? —pregunto a pesar de que con sus gestos me da una clara orden. Que me largue.—Gracias por preocuparte, pero ya estoy mejor.Intenta levantarse, pero parece estar algo mareada todavía.—No te levantes, te desmayaste, será mejor que te quedes en cama hasta que te sientas mejor —sugiero con suavidad.Es increíble como ella me hace pasar de un estado emocional a otro en milésimas de segundos.—No es nada, no comí bien, eso es todo —alega obstinada y se sienta en el borde de la cama, por lo que me muevo para quedarme de pie frente a ella