Este sería el último capítulo del año, porque hoy es el último día del año. Así que tengan un muy Feliz 2025 y nos vemos mañana con el próximo capítulo. A partir de ahora comienzan los capítulos dobles por día 🎆🎇🎉. 🌠 Gracias por leer. 🌟✨💫 🌠🌠🌠
Gabriela, con pasos decididos, se adentró en el almacén donde Diego y Rouge estaban terminando de organizar las cajas para la última entrega del día. La luz mortecina del atardecer se filtraba por las ventanas polvorientas, proyectando sombras alargadas sobre las paredes. Al abrir la puerta, el viento frío de la tarde agitó su cabello. Diego levantó la vista al escuchar los pasos. Sus ojos se encontraron.Diego la vio primero. Al reconocerla, pasó su rostro de la sorpresa a la confusión.—Gabi… —murmuró, incrédulo, mientras dejó caer la caja que estaba organizando.Rouge, que estaba más cerca, dejó caer un par de herramientas que llevaba en la mano y retrocedió instintivamente, aunque trató de disimular su incomodidad. La llegada de Gabriela no podía significar nada bueno.Gabriela no esperó a que nadie hablara.—Estoy libre gracias a la Mandataria Marta —anunció sin preámbulos, sus ojos recorriendo el lugar con una intensidad que hacía difícil sostenerle la mirada.Diego frunció el c
El sol brillaba con una intensidad que Gwen apenas podía sentir. Las calles de Pueblo Plasmar parecían más vacías de lo habitual, pero para ella, el silencio solo amplificaba el ruido en su mente. Aunque había superado obstáculos que la habrían derrotado meses atrás, se sentía atrapada en una batalla constante, una que nadie más podía ver.La dualidad de su existencia como Sanguínea y Plasmática la desgarraba internamente, una lucha interna entre sus miedos más profundos y sus deseos más sinceros. Su sangre, la que le conectaba a un pasado que deseaba olvidar, luchaba contra la energía que la hacía poderosa pero que también la alejaba de la humanidad que intentaba conservar, una pelea que superaba las barreras físicas y mentales. No solo se enfrentaba a enemigos externos, sino también a sus propias debilidades.Por las noches, cuan
Al caer esa misma noche, Gwen volvió sola al bosque. El aire frío del atardecer acariciaba su piel herida mientras se sentaba bajo el roble antiguo. Las hojas susurraban al compás del viento, como si compartieran un secreto que sólo la naturaleza conocía.Gwen cerró los ojos, tratando de calmar su mente, de conectar con la energía que Row le había enseñado a percibir. Había pasado horas meditando, buscando un equilibrio que parecía siempre escaparse de su alcance. Pero esta vez, algo era diferente.El susurro bajo y tembloroso resonó en su mente, un eco que esta vez parecía venir desde las profundidades de su conciencia."Gwen..."Su respiración se aceleró, pero se obligó a mantenerse tranquila. El viento dejó de soplar, y el bosque quedó en un silencio tan profundo que parecía que el mundo había contenido la respiración.Al abrir los ojos, ya no estaba bajo el roble.* * *Un vacío oscuro y cambiante la rodeaba, un espacio vasto que parecía retorcerse y adaptarse con cada pensamiento
El sonido de las botas de Gwen resonaba en el suelo metálico de la sala de entrenamiento del subsuelo de Miss Centella, su tutora legal. Era tarde, demasiado tarde, pero Gwen no podía dormir. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen del atentado al GMA volvía a su mente como un eco perpetuo.Las explosiones, los gritos… el rostro de su tía desapareciendo entre el fuego y el caos. Su respiración se agitó mientras apretaba los puños, tratando de calmar el vórtice de emociones que la consumía.Frente a ella, una serie de dianas metálicas se alzaban, esperando recibir el impacto de su Succinetismo. Con un movimiento rápido, Gwen extendió la mano y lanzó una ráfaga de energía. Los metales respondieron al instante, girando en el aire antes de impactar con fuerza contra los blancos.Cada golpe acertado llenaba la sala de ruido, pero el vacío dentro de Gwen sólo crecía. El poder era impresionante, pero no suficiente. Nunca lo era.<
Gwen caminaba con pasos decididos por las calles de Pueblo Plasmar, el aire fresco de la noche rozando su rostro. Tras resolver el problema con Teo, su mente volvía a centrarse en Dodge, el último enemigo pendiente en su lista.Era una deuda personal que pesaba en el fondo de su mente. Dodge era un fantasma que siempre parecía estar un paso adelante, escapando de su alcance. Aunque la Agrupación Plasma ya no la presionaba para capturarlo, Gwen sabía que debía enfrentarlo tarde o temprano."Si es que alguna vez llega ese día".Sin embargo, decidió que ese día sería hoy.* * *Mientras buscaba pistas sobre el paradero de Dodge, algo inusual llamó su atención. Un extraño silencio envolvía el pueblo. Las calles, normalmente llenas de murmullos y actividad, parecían estar sumidas en un vacío inquietan
La Muerte Inesperada.Poco después, Gwen fue sorprendida por un nuevo ataque. Dos mercenarios armados con Armas de Municiones aparecieron de la nada, disparando los proyectiles de metal. Recordando las enseñanzas de Rawdon, Gwen activó su Barrera Succinética.El escudo brilló con su correspondiente fuerza azulada, desviando las municiones, pero algo salió mal. Uno de los proyectiles rebotó con su energía, cambiando de dirección y alcanzando mortalmente a uno de los atacantes.El otro huyó, dejando a Gwen sola frente al cuerpo inerte.Conmocionada, Gwen se enfrentó a las consecuencias emocionales de esta muerte inesperada. El silencio volvió a rodearla, pero esta vez era abrumador. Gwen bajó las manos lentamente, su respiración acelerada.—No puede ser… —murmuró, avanzando hacia el cuerpo.El hombre yacía sin vida, su energía drenada. La muerte inesperada de un civil Plasmático, aunque un del
En la tarde del viernes 14 de julio, Gwen repasaba informes sobre las capacidades de los Plasmáticos en busca de respuestas. Su mirada vagaba por los textos, pero su mente estaba en otra parte. Desde la muerte reciente de un Plasmático, un miedo oscuro había comenzado a arraigarse en su interior. La supuesta invulnerabilidad de los Plasmáticos ya no era un hecho absoluto. Incluso ella, con sus habilidades híbridas, sentía esa amenaza.Sus dedos tamborileaban contra la mesa mientras su mente se llenaba de preguntas. Su investigación había revelado que su habilidad iba más allá de la simple absorción de Energía Dióxida. Su cuerpo respondía instintivamente a las amenazas, como las Municiones de Metal, otorgándole una defensa superior. Sin embargo, las consecuencias eran inquietantes.Su Absorción Automatizada, un don que le otorgaba una defensa superior, ¿podría haber contribuido a la fatiga y vulnerabilidad de los Plasmáticos? Las palabras de Mactodo resonaron en su memoria: "Todo poder
Cada rumor sobre el misterioso individuo que había filtrado información confidencial tenía sentido ahora: las filtraciones de información confidencial, las transmisiones que desafiaban a la Mandataria. Todo apuntaba a Sunday, su hermano menor, el genio que siempre estaba un paso adelante.El orgullo y la preocupación se mezclaron en el pecho de Gwen.—¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto? —preguntó, aún procesando la información.—Desde que descubrí cómo manipular las frecuencias de la Mandataria —admitió Sunday, sin rastro de arrepentimiento.La revelación la dejó boquiabierta, «Sunday "había estado trabajando encubierto en la Transmisora Local todo este tiempo"». Esto aclaró muchas dudas que Gwen había tenido sobre cómo su identidad Sanguínea no había