—No todos tus deseos se cumplirán, ¡incluso si te has convertido en una persona adinerada y muy poderosa! Si deseas tener una amante, seguramente hay otras muchachas también jóvenes y hermosas dispuestas a serlo. No juegues conmigo, ¡porque no puedo asumir las consecuencias! ¡Tampoco permitiré ser tu juguete! Te casarás con Frida y les brindo mis mejores y sinceros deseos. Espero que puedan tener una vida muy feliz y unos hijos adorables.Después de pronunciar estas crudas palabras, Luna corrió directo hacia su habitación. Al entrar, cerró la puerta de un solo golpe y la aseguró. Incapaz de soportar el fuerte dolor de cabeza, se apresuró a tomar unas pastillas que había dejado en la mesita de noche. Cayó al suelo y se agarró fuertemente del cabello, soportando el intenso dolor.En el balcón, después de que Frida lo llamó más de diez veces, Andrés finalmente contestó la llamada:—Dime.Frida habló con suavidad:—Mamá ha reservado una sesión de fotos de boda en exteriores con el fotógraf
Esta fue la única vez que cumplió su palabra, porque Andrés realmente no le hizo nada en lo absoluto durante toda la noche. Sin embargo, no dejaba de acariciarla por todo el cuerpo.Al día siguiente, cuando Luna todavía estaba dormida, sintió un agudo dolor en su zona íntima, pero pronto desapareció. Mordiéndose el labio, Luna soportó en completo silencio, esperando a que él terminara de aliviar su tensión sexual.Después de todo eso, Luna sintió como si le hubiera quitado todas sus fuerzas. Andrés la llevó directo al baño para limpiarla y luego la acostó nuevamente en la cama. Debido al cansancio, Luna volvió nuevamente a quedarse dormida. Cuando despertó, el hombre ya no estaba a su lado. No sabía qué medicamento le había aplicado Andrés, porque después de ese breve descanso, ya no sintió ningún dolor en esa parte.Se vistió y salió de la habitación débilmente. Andrés le había preparado comida en la mesa, pero ella apenas comió solo un poco. A las doce del mediodía, cuando la criada
Cuando Luna finalmente llegó a la cima de la montaña, ya habían pasado tres horas de larga caminata. Había gran cantidad de personas allí rezando. El pastor se encontraba justo debajo de una enorme cruz. Luna se arrodilló fervorosamente, pero ya no tenía ningún deseo en su mente. Es decir, ya no sabía qué más podía pedirle a Dios. ¿Pedir por el bienestar de su familia? Su padre, su único familiar, la había abandonado. ¿Hacerlo por sus amigos? Todos sus amigos parecían haber logrado finalmente lo que deseaban. En cuanto al amor... Luna había decidido que nunca entraría en el sagrado vínculo del matrimonio en toda su vida... Ahora estaba completamente sola en este mundo. Además, ya estaba cerca de su fin... ¿Qué más necesitaba pedirle a Dios? ¿Salud? ¿Podría seguir respirando el aire de este mundo?—Señorita García, que Dios te bendiga —dijo muy amable el pastor.Luna se sorprendió un poco:—¿Usted… todavía me reconoce?—Estuviste aquí hace cuatro años. ¿Has regresado de nuevo para expr
La montaña era muy alta y desde la cima se podía apreciar claramente la puesta de sol. El guardaespaldas recibió una llamada de Andrés y luego se acercó a Luna diciéndole:—Señorita, el jefe quiere hablar con usted.Luna tomó el móvil y le respondió:—¿Qué sucede?—Regresa a casa temprano. Bajar la montaña caminando es muy peligroso. Ve y toma el teleférico. No me hagas preocuparme por ti, ¿de acuerdo?Escuchadas las palabras de Andrés, Luna guardó absoluto silencio. Al mismo tiempo, oyó la voz de Frida:—Andrés, me he cambiado de vestido de novia. Solo necesitamos tomar algunas fotos más antes de terminar con todo esto.Luna colgó de inmediato la llamada sin decir absolutamente nada, luego le devolvió el móvil al guardaespaldas:—Vámonos.—Señorita, el teleférico está por allá.Sin embargo, Luna no le hizo caso. Ya había oscurecido por completo cuando comenzaron a descender la montaña. Tenían que caminar con mucho cuidado en la oscuridad, y todos los guardaespaldas encendieron las lin
—Debe estar todo muy bien ahora.Debido a la aterradora presencia de Andrés, Frida no se atrevió a revelarle la verdad a Luna. Para ser muy honesta, sintió un poco de alegría al escuchar la pregunta de Luna, ya que eso significaba que Gabriel todavía le importaba. En realidad, él todavía se encontraba en coma después del accidente. Tal vez seguía luchando con todas sus fuerzas, solo para esperar el regreso de Luna...Luna también sintió un gran alivio al saber que Gabriel estaba bien. Andrés llevó a Frida a su casa primero. Al principio, Frida quería que él y Luna se alojaran en su casa esta noche. Sin embargo, no se atrevió a enfadarlo, por lo que solo les dijo:—Luna, puedes venir a buscarme cuando tengas tiempo libre. Serás bienvenida aquí.Luna aceptó con la cabeza. En el momento en que la puerta se cerró, Andrés se transformó en un lobo enfurecido y agarró con fuerza la barbilla de Luna. La interrogó con rabia reprimida:—Después de tantos años, todavía no lo has olvidado, ¿verda
Pero, a Frida no le importaba eso en absoluto porque, pronto iba a tramitar el registro de matrimonio. Después de ese día, sería oficialmente la esposa de Andrés. Nadie le arrebataría ese título. Todo el mundo era egoísta, y Frida no era una excepción a la regla. En realidad, ella no era tan generosa. Una vez que se casara con Andrés, encontraría justamente una excusa para enviar a Luna directo al extranjero en secreto. Se acercó con cautela a Luna y le dijo:—En realidad, Gabriel nunca quiso casarse con Alessia. Antes de que te fueras, él había decidido que, si no aceptabas al niño, se lo devolvería a Alessia y la alejaría definitivamente de la familia Sánchez. También encargaría a otros de cuidar del niño. Hace dos años, la noticia de la boda entre él y Alessia era totalmente falsa. En cuanto a la entrevista, fue un chantaje montado por Alessia. Amenazó con la vida del niño para que los demás se enteraran de la noticia. Hay algo que aún no te he contado. Alessia murió en el accidente
—Cancela las reuniones innecesarias por la tarde —ordenó de inmediato Andrés a Álvaro.—Entendido, jefe —le respondió muy respetuoso Álvaro.En ese momento, Andrés finalmente posó la mirada en Luna y le dijo con una voz fría y distante:—Más tarde, los guardaespaldas te llevarán de regreso a casa.Andrés bajó de inmediato la mirada y solo afirmó con la cabeza.Mucho tiempo después, un guardaespaldas entró en la oficina y le informó:—Señorita, el jefe se ha ido. Tenemos dos horas disponibles para ir al hospital.Luna salió en un auto disfrazado porque en el otro que solía usar había registrado un dispositivo de rastreo colocado por Andrés. En su móvil, él podría tener perfectamente su ubicación actualizada en todo momento.En el coche, el guardaespaldas le dio rápidamente un conjunto de uniforme del personal de hospital y una máscara, mientras le decía:—En el hospital hay muchos subordinados del jefe. Necesitarás disfrazarte como una verdadera enfermera para poder entrar. Aquí tienes
Luna no sabía muy bien cómo había entrado al pabellón para acercarse a la cama. Sentía una mezcla de emociones muy complejas. El olor penetrante del desinfectante también irritaba profundamente sus nervios.Al abrir la puerta, vio de inmediato al hombre en la cama, con una máscara de oxígeno y los ojos cerrados en coma. Estaba extremadamente delgado. Notó de inmediato una gran área de quemadura en el dorso de la mano del hombre y ya no quedaba un solo trozo de piel sana en sus piernas. Si no supiera que la persona acostada allí era Gabriel, tal vez ni siquiera en ese momento lo reconocería.Cubriendo su boca, las lágrimas caían en completo silencio. ¿Por qué había llegado él a esta situación tan dolorosa? Intentó acercarse más, pero sentía como si sus pies estuvieran llenos de plomo.Él terminó así por su culpa, ¿verdad? Había una voz en su mente que le decía repetidamente una y otra vez:—¡Él terminó así todo por tu culpa!Él sufrió el accidente automovilístico por su culpa... Si ella