Luna había terminado de comer mientras Andrés aún comía despaciosamente, como si estuviera retrasándose de forma deliberada. Pero Luna no tenía intención de esperarlo. Se levantó, se colocó la mochila al hombro y se marchó sin decir una sola palabra.

Sin embargo, antes de poder siquiera salir del restaurante, fue interceptada inmediatamente por los guardaespaldas. Sin Andrés acompañándola, no podía salir del restaurante en lo absoluto… Se dio la vuelta y vio a la persona que aún estaba sentada en su lugar, limpiándose la boca lentamente, toda su paciencia desapareció por completo. Ya que no podía salir, entonces decidió sentarse en un rincón y abrir su portátil para revisar y responder al correo del plan enviado por la compañía al cliente.

Estaba tan ocupada que había olvidado por completo la hora. Aprovechando los últimos minutos, sacó un boceto simple y un lápiz, y rápidamente dibujó un breve manuscrito según las necesidades del cliente. De repente, sonó su teléfono en el bolsillo y