Andrés se agachó un poco y recogió la foto que acababa de caer de su libro. Mientras la miraba detenidamente, su expresión se volvió sombría y le habló con voz fría a María:—¿No te dije que no vinieras al hospital sin mi permiso?Dicho esto, se puso de pie, bajó la mirada y su aura sombría se intensificó aún más.María parecía segura de que Andrés no le haría daño, y se rio con gran frialdad:—¿Te preocupa tanto lo que le haré? No te preocupes, no le prestaré mucha atención a tan solo una Luna García. La persona que estoy buscando ahora no es ella, eres tú. ¡No olvides lo que me prometiste! Soy tu futura esposa. Si no viniera hoy, temo que incluso perderías tu alma con esa miserable zorra.Andrés le respondió:—No te metas en mis asuntos, ocúpate mejor de los tuyos.—¡Andrés! Si te atreves a salir de la habitación para buscarla, tengo el poder suficiente de recuperar las acciones en la empresa. ¡No olvides que todo lo que tienes ahora es gracias a mí ayuda!María gritó detrás de él, p
A pesar del agudo dolor, Luna se esforzó por borrar las marcas que él dejó. Antes de empezar a trabajar, Luna fue directo al baño. Sin saber si el hombre lo hizo intencionalmente, Luna se dio cuenta de un pequeño mordisco en su labio superior cuando se paró frente al espejo. Con mucho cuidado, tocó suavemente la herida y frunció el ceño de dolor. ¿Era de veras un perro en celo? En realidad, antes de venir al estudio, había cubierto las marcas de besos en su cuello con maquillaje, pero ahora…En ese momento, se escuchó el sonido del inodoro y la puerta del compartimento se abrió. Salió Gloria. Le echó una leve mirada con gran indiferencia a Luna, se dirigió al lavamanos junto a ella, se lavó las manos y se marchó de inmediato como si no hubiera visto nada, sin decir una sola palabra. Luna siempre había sentido que Gloria le tenía una especie de envidia inexplicable contra ella. Ambas trabajaban en el mismo estudio, pero Gloria rara vez interactuaba con ella. Aparte de las tareas de col
Después de terminar el boceto, Luna tomó una foto y la envió por correo electrónico a la empresa contratante para que la aprobaran. Mientras esperaba la confirmación, se estiró los hombros y fue a tomar un pequeño vaso de agua del dispensador.Miró su teléfono y ya casi eran las siete de la tarde. No sabía cómo Andrés obtuvo su número, pero le había enviado varios mensajes. Ella solo los revisó rápidamente antes de apagar el teléfono.Media hora después, recibió la aprobación y comenzó muy tranquila a prepararse para darle color al boceto. Justo cuando dio un paso adelante, alguien chocó con su hombro. Levantó la mirada y escuchó la voz fría de Gloria:—Mira antes de moverte.Se disculpó rápidamente y siguió muy tranquila su camino. Alrededor de las ocho y media, los miembros del estudio se fueron uno por uno hasta que solo quedó ella. A las diez y media, Luna se recostó en la mesa y, sin darse cuenta, se quedó profundamente dormida. Al instante, sintió que su cuerpo fue levantado y ab
El pasillo de emergencia estaba iluminado por las tenues luces de los sensores. Luna se apoyaba con firmeza en la pared, envuelta por la sombra de una figura alta. Él bajó la cabeza, con respiración muy agitada, y su vista se fijó claramente en la punta de la nariz de la muchacha, mientras le decía:—¿Quieres intentarlo en el pasillo?Las luces no eran muy brillantes, y su luz amarillenta envolvía por completo los afilados rasgos faciales del hombre. En esa corta distancia casi íntima, bajo la mirada aún más suave que la normal, Luna se puso algo nerviosa y asustada, su corazón latía desbocado, respiraba entrecortadamente y lo miró muy furiosa, diciendo:—Andrés, de veras no te pases. Alguien podría venir.Andrés rozó ligeramente sus labios con su lengua, susurrando al oído:—Cariño, solo esta vez, ¿de acuerdo?Luna miró con rapidez el oscuro pasillo de arriba abajo, su pecho temblaba como si estuviera a punto de llorar:—Dijiste que no me forzarías más.Andrés se inclinó con ternura s
Un fuerte escalofrío recorrió la espalda de Luna. Ya no podía soportarlo más. Cuando llegaron al piso 85, de repente se abrió la puerta del pasillo…—Señor, señorita, pueden tomar por el favor el ascensor…Luna frunció el ceño. No esperaba que hubiera alguien allí. Su rostro se sonrojó muchísimo de vergüenza. Andrés la miró con gran malicia y dijo lentamente:—A ella le gusta esta manera.Mientras hablaba, pensaba acerca de la sutil belleza que había debajo de la falda de la joven…—¿No te rendirás todavía? —le preguntó a Luna en tono muy provocativo y la lanzó al aire.Luna se asustó muchísimo y gritó de miedo. Se apoyó incómodamente en su hombro. En realidad, Andrés también sentía tormentos causados por la sensación de hinchazón en su parte inferior.De repente, Luna tuvo una gran idea y se apoyó completamente en su hombro. Este gesto pareció complacerlo, después de todo, en todos estos años, era una de las pocas veces que ella se acercaba voluntariamente. Ella soltó los pies que ten
La noche en Francia no era muy diferente a la de su país de origen. Desde el piso 88, la vista era realmente impresionante, pero los ojos de Andrés eran más fríos que la luna en el cielo.Andrés tenía un cigarrillo entre los labios mientras lo encendía, exhalando una bocanada de humo blanco. María se acercó apresurada, un poco enfadada, y le habló al hombre frente a ella con tono muy interrogativo:—Definitivamente, ya me he rendido ante ti dos veces. ¿Qué más quieres de mí? Andrés, sabes que ustedes dos no pueden estar juntos.María creía que, ella en realidad, lo había ayudado a establecer Prosperidad, por lo que tenía en su mano una participación ligeramente mayor, de esta manera, podría controlarlo firmemente. Sin embargo, ahora todo en realidad se había desviado… Andrés estaba enredado totalmente con Luna, pero ella, ya no era la mitad imprescindible de él. Ahora ella sentía que se había convertido tan solo en una pieza que él utilizaba para ascender su posición.Andrés la miró de
—Además de los diez mil al año solo en concepto de matrícula, sin contar los demás gastos, eso ya es una cifra insoportable para ti. Incluso si tienes una beca que cubra todos los costos de estudio, el costo de vida sería suficiente para agobiarte. En aquella época, si viniste a la capital, ¿qué pasó con tu madre discapacitada? Entonces, la universidad local en tu ciudad natal fue tu única opción, ¿verdad? —dijo Andrés con gran firmeza.María se quedó muy aturdida por un momento al escuchar las palabras del hombre.Mientras tanto, Andrés reveló una amplia sonrisa muy fría y continuó hablando:—Y el hecho de que hayas venido a la capital significa que tu madre discapacitada falleció tres años después. Con tu nivel educativo, como mucho eres una estudiante universitaria promedio. La capital siempre ha estado repleta de talento, por lo tanto, considerando tus “habilidades académicas”, en realidad no te destacas particularmente. Si lo observamos muy bien desde la tendencia de desarrollo de
En la oscuridad, encendió la luz. Echó un ligero vistazo al armario derrumbado y luego miró a la muchacha que ya estaba profundamente dormida en la cama. Parecía que ella no había sentido nada en lo absoluto.Ella llevaba puesto un delicado camisón blanco de tirantes, con una fina manta cubriendo su vientre. Sus bonitos ojos con largas pestañas estaban cerrados, mientras que sus largas y esbeltas piernas quedaban totalmente al descubierto. Se podía percibir un abismo de tentadora belleza bajo su falda, lo que le provocaba a Andrés un deseo de cometer los actos más indebidos.Él cerró la puerta con delicadeza y apretó un poco el ceño adolorido. Luego, muy cansado, se quitó la chaqueta del traje y la arrojó descuidadamente en la cama antes de dirigirse al baño.En su sueño, Luna pareció escuchar el sonido de la ducha, pero solo se despertó brevemente antes de dar la vuelta y volverse nuevamente a dormir.Andrés se duchó rápidamente y luego se acostó en la cama junto a Luna. Ella no mostr