Después del examen, Luna se paró en la entrada de la preparatoria sosteniendo un paraguas. La lluvia caía incesante y empapaba sus pantalones y medias. Por lo general, si Gabriel le decía que vendría a recogerla, muy rara vez llegaba tarde.Esperó casi diez minutos y decidió llamarlo. Pero al marcar su número de teléfono, recibió un mensaje de voz indicando que su número no estaba en servicio.Luna se frotó suavemente los brazos para quitarse el frío y, con la cabeza agachada, le envió un mensaje. Pero no recibió respuesta a ninguno de ellos. Hoy habían planeado tomar fotos de su compromiso, así que él no debería llegar tarde. ¿Habrá tenido algún accidente imprevisto?Luna pensó en contactar a Eric, pero luego se dio cuenta de que no tenía su número de teléfono. Mientras veía cómo la lluvia se intensificaba aún más, entró rápidamente en una tienda de cadena. Se sentó cerca de la ventana y comenzó a hacer los deberes allí.El tiempo pasaba y una empleada se acercó para recordarle:—Seño
Después de terminar la comida, Luna regresó a su propia habitación. No tuvo tiempo para tener algunos pensamientos innecesarios, ya que el examen estaba a menos de diez días de distancia. Necesitaba estar muy preparada para enfrentar la prueba, incluso si ya había sido admitida en la academia de artes. No podía permitirse obtener resultados demasiado bajos en este examen.A las once y media de la noche, después de terminar de estudiar, apagó la luz y se preparó para dormir. En ese momento, el pequeño gato naranja que estaba debajo de la cama saltó tímidamente sobre ella y se acurrucó junto a su cabeza en la almohada, moviendo sus patas como si estuviera amasando. Bajo la tenue luz de la lámpara de noche, Luna lo acarició tiernamente:—¿Por qué sigues haciendo esto ya que eres tan grande? Pequeñito, buenas noches.Cerró los ojos y pronto, se quedó dormida.Cuando Gabriel llegó a casa, ya eran las dos y media de la madrugada.—Joven señor —saludó un sirviente.Al ver la herida en los lab
Luna levantó la copa y dio un pequeñosorbo de agua fría. Las palabras de Gabriel la sacaron de su ensoñación. Se quedó quieta durante cinco segundos, escuchando el tic-tac del reloj en la sala. Miró a Gabriel con total tranquilidad, apretando ligeramente los labios, y luego le preguntó con calma:—Entendido. ¿Quieres que me vaya por un tiempo?Luna se mantuvo serena, sin que Gabriel pudiera detectar ningún tipo de frustración o disgusto en su estado de ánimo. De hecho, ella también se había dado cuenta de que la mirada de Gabriel ya no tenía el cálido y profundo amor de antes. Cuando la miraba ahora, parecía estar mirando a una completa extraña, con una pizca de interrogación, como si quisiera entender todos sus verdaderos pensamientos.En realidad, su cambio no era tan repentino como impredecible. En estos días, rara vez regresaba a casa y, cuando lo hacía, era en plena madrugada. Luna también tenía las respuestas justas en su corazón, porque también había experimentado el profundo a
Gabriel dejó el periódico que tenía en sus manos y se levantó del sofá, mientras le decía:—Por ahora, solo estamos posponiendo la ceremonia de compromiso. Podemos cambiar la fecha en las cartas de invitaciones.Mientras hablaba, su mirada se fijaba en el rostro de Luna, intentando así leer algo en su expresión.Dafne lo reprendió:—¡Cállate! No te pregunté. No olvides que tú mismo propusiste este compromiso. Ahora todo el mundo está al tanto. Si lo cancelas ahora, ¿sabes lo que dirán las personas? ¿Realmente, has considerado cómo se sentirá Luna?Rara vez Dafne hablaba de esta manera tan fuerte con Gabriel. Luna bajó la mirada y sintió un nudo muy fuerte en su garganta. Después de pensarlo detenidamente, por fin habló:—Tal vez Gabriel todavía no esté preparado, por eso quiere cancelar el compromiso por ahora. Tal vez tenga sus propias razones. Después de todo, el matrimonio es un asunto muy importante que afecta toda la vida. Estoy de acuerdo en posponer temporalmente el compromiso.
Una furia ardiente consumía por completo el corazón de Gabriel. Como si se hubiera vuelto loco, pisó el acelerador con toda su fuerza y llegaron a la puerta de la preparatoria de Luna varias veces más rápido que el tiempo normal.Luna no entendía por qué estaba tan alterado, el ambiente en el coche estaba lleno de tensión. —¡Baja del coche! —exclamó Gabriel con una voz fría.Luna se desabrochó el cinturón de seguridad en completo silencio y salió inmediatamente del coche. Gabriel la miraba fijamente mientras se alejaba, sus ojos oscuros estaban llenos de ira y celos… La traición de Luna era algo que él no nunca podría aceptarlo. ¿Ella quería que él la perdonara? ¿Cómo podría hacerlo? ¿Debería entonces, ignorar su existencia, o aparentar que nada hubiera pasado para seguir con ella? Él la amaba tanto, pero había soportado sus engaños una y otra vez…Él golpeó con fuerza la ventana del coche, haciendo que su piel se rompiera inmediatamente y comenzara a sangrar por los nudillos. El coche
Sin embargo, después de la investigación, se dio cuenta de que la verdad no era tan simple como pensaba. Se sorprendió muchísimo, porque descubrió que la Luna del pasado era completamente diferente a la chica a la que él había conocido actualmente. Pero la realidad era que, ella había traicionado a Gabriel y había tenido relaciones íntimas y ocultas con Andrés Martínez, y se había acercado a Gabriel con el solo propósito de beneficiar a la empresa Riviera...En realidad, Eric también tenía sus propias sospechas. Después de todo, todo eso apareció frente a ellos justo cuando los dos estaban a punto de comprometerse… ¿Sería todo esto demasiada coincidencia?Ellos obtuvieron todas esas pruebas, de que Luna conspiró en secreto con Andrés en ese momento, y cada una de esas pruebas podría confirmar efectivamente sus delitos… A Eric simplemente le parecía extraño instintivamente, pero no pudo lograr figurar la razón.Andrés era el heredero designado por Miguel García, además, había sido una p
Un fuerte empujón hizo que Luna cayera bruscamente al suelo. Sus manos se cortaron con los pedazos de vidrio y sintió un dolor punzante. La sangre se deslizaba con rapidez por sus palmas, manchando así el dobladillo de su ropa.Gabriel mostró un abismo de compasión en sus ojos y dio medio paso hacia adelante, pero al instante se detuvo y esa emoción desapareció por completo. Se dio la vuelta, resistiendo la tentación de mirarla, y miró hacia afuera del gran ventanal de la habitación. Entrecerró los ojos y su voz contenía una ira totalmente reprimida:—Sal de aquí primero.No quería lastimarla, solo no podía aceptar su traición. La amaba tanto y le daba todo lo que ella quería, pero ella simplemente lo trataba como a un simple tonto, engañándolo una y otra vez. Cuando ella hacía el amor en la cama con Andrés Martínez, ¿también se burlaban de su estupidez?Luna se arrancó con fuerza los pequeños pedazos de vidrio incrustados en las palmas de su mano, soportando el fuerte dolor. Dejó que
En la mansión de la familia García, Miguel estaba en el estudio. Acababa de colgar la llamada. Su mirada volvió a posarse nuevamente en Andrés y le preguntó:—¿Cómo supiste que Gabriel quiere suspender el compromiso?Después de haberle confiado todas las responsabilidades, se dio cuenta de que su hijo era muy astuto y bastante perspicaz. Ya no era el niño fácilmente controlable de antes.—El matrimonio de Luna con la familia Sánchez está estrechamente relacionado con el gran interés de la empresa. Como su hermano mayor, debo prestar muchísimo más atención a esto.Andrés le preparó una taza de café y se la entregó respetuosamente con ambas manos. En realidad, Miguel no tenía mucho que decir ante esta sabia respuesta. Tomó la taza de café y dio un pequeño sorbo, luego le dijo:—Me alegra mucho que puedas considerar este asunto de esta manera. Eso también significa que me has aceptado como tu padre.Miguel dio otro sorbo de café y continuó:—¿Tienes puesto tus ojos en la familia Sánchez?