Capítulo 367
Despues de cenar, Andrés regresó al Distrito de Huatecán con Isabel solo hasta el anochecer. Había sido un día muy divertido para Isabel, así que se tomó un poco de vino tinto. Cuando volvieron, Andrés la ayudó a entrar, completamente ebria.

En casa, Andrés cerró la puerta de un puntapié. Isabel se volvió y agarró el cuello de Andrés, con ojos vidriosos y expresión ebria:

—Andrés... prométeme que estaremos juntos para siempre, siempre y siempre.

“Clang”

De repente, se oyó un ruido en la habitación, seguido de un grito ahogado. Aunque fue un sonido tenue, Andrés lo notó. También vio la luz debajo de la puerta.

¡Había alguien en la habitación!

Era Luna. Luna sostenía su frente golpeada con una mano y llevaba una maleta en la otra. Salió de la habitación de Isabel, abrió la puerta y vio la luminosa sala de estar, asustándose.

Viendo la postura íntima de ellos, como si estuvieran a punto de hacer algo, Luna se disculpó rápidamente:

—¡Lo siento! Solo vine a recoger la ropa que dejé la últim
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