Hooola. Aquí en Venezuela es el día de las madres, por eso les dejo este regalito hoy Domingo. Espero que la hayan pasado bien y les mando un abrazote.
Dakota ¡Nerviosa! Esa es la palabra que me describe ahora, ¿Por qué? Ya pasé una vez la vergüenza de ser abandonada en el altar, y estoy segura que el trauma que no sabía que existía, está allí y quiere salir. Me miro de nuevo en el espejo y mi vestido tipo sirena hubiera Sido lo que una vez quise para ir a un felices por siempre, es ajustado con tela de seda y una abertura en la pierna. Arriba lleva un delicado encaje con piedras brillantes que lo hace ver cómo si fuera brillo escarchado. Las tiras gruesas que caen abajo de mis hombros y funcionan como mangas, la da el toque elegante. Se me aguan los ojos al ver mi reflejo porque me encantaría que todo hubiera pasado diferente. Escucho el toque de la puerta y doy el permiso de pasar, entra la maquilladora para poner el toque final en mi peinado, que consiste en una pequeña diadema en forma de flor con destellos de piedras brillantes, que hace que mi cabello recogido con mechones sueltos, parezca peinado de princesa de Disney.
DakotaMiro a mi alrededor y parece que todo no fuera un montaje, todos sonríen felices con una copa en la mano. El salón es bastante amplio y se ve que fue muy bien decorado, al parecer el organizador si tiene buen gusto. —No negaré que el idiota finge muy bien— Sofía me sorprende cuando me habla en susurros —Hasta parece enamorado— ambas lo miramos desde la mesa, mientras a él lo felicitan. Tiene a mi pequeña en sus brazos como si fuera su padre y la presenta muy orgulloso. Mirándolos hasta a mí me derrite el corazón, pero no puedo dejar engañarme por las apariencias. —Solo está convenciendo a todos que esto es real— digo más para convencerme a mí misma. Mi amiga no responde, por lo que volteo la mitada a ella —¿Qué?— pregunto cuando me mira con los ojos entrecerrados —Estas bastante enamorada amiga, no quiero que salgas lastimada. —eso no pasará.No me responde porque se escucha por el micrófono que comenzará el baile de los señores Parker. ¡Dios mío! Hasta el apellido de ese
Dakota Al despedirme de mi niña, las lágrimas se acumulan en mis ojos, primera vez que me voy por tanto tiempo. La abrazo y la beso con tanto amor, que mi madre me la quita con la excusa que me convencerá de quedarme. Jeremy se despide de mi familia y luego me toma de la mano llevándome hasta el auto, al subirme miro por la ventana donde todos salen para agitar su mano y despedirse. Joder, ahora sí es que la adrenalina comienza en mi corazón, sé que me resistiré hasta el final porque lo que hizo no lo dejaré pasar por alto, no soy tan estúpida como para perdonarle este error. Ni siquiera sé lo hice a Harry, menos a este hombre. Aunque no teníamos nada, se sentía como que si. Incluso me decía que yo era suya Acelera y ni siquiera me preocupo por voltear, siento que su mirada me quema el cuello, pero no miraré, este jodido cree que aquí me entregaré a él como si nada. —-De verdad te ves muy hermosa. —Gracias. No dice nada más, pero sé que quiere que le hable, no le daré el
Jeremy —Ya estamos aterrizando— avisa la azafata después de más de 27 horas de vuelo y yo solo gruño. Mi humor ha estado cada vez peor porque no puedo tener el jodido cuerpo de mi mujer. ¡Dakota! Quien pensaría que sería ella la que me hiciera sentar cabeza. Joder, ni en otra vida me hubiera imaginado casado. Aún no me lo creo. —Tranquilo, cariño— dice en burla aunque esa simple palabra de ternura, me pone como un tren en el corazón y mis partes más preciadas —Ya llegaremos, aunque posiblemente quiera detenerme a comer primero— finge inocencia y la fulmino con la mirada por provocarme. —No te dejaré salir de la jodida habitación cuando aterricemos y lleguemos— miro como aprieta sus piernas imaginándose lo que vendrá y se levanta la esquina de mi labio con satisfacción Me vuelvo a ajustar la erección porque de solo pensarla a ella conmigo a solas en un cuarto, me hará levantarme y llevarla al cuarto de atrás sin importarme si aún no hemos aterrizado. Como travesura, le agarro e
Dakota Despertar al lado de Jeremy es todo un sueño húmedo. El hombre tiene el rostro relajado mientras su respiración sigue de manera y uniforme. Levanto la sábana y puedo ver el cuerpo que me comí y viceversa, en todo el día de ayer. A pesar de que fueron muchas horas de vuelo, el hombre tenía energía para actuar como un adolescente cachondo. Tres veces me tuvo anoche, Joder, las tres muy buenas. El hombre sabe cómo complacer, imagino mi cara ahora de recién follada. Me levanto con cuidado de no despertarlo y me meto en la ducha, necesito quitarme el olor a sexo que llevo. Al salir veo que aún no se despierta, y como quiero darle una sorpresa, me visto rápido con un vestido corto de vuelos color azul claro y unas sandalias bajas, de las cosas que nos dejaron ayer en un momento de interrupción en nuestra intimidad. Me detengo antes de salir de la habitación para darle otro vistazo y suspiro al pensar en todo lo que tuve que aceptar ayer, no sé si es que este hombre tiene poder de
Dakota Decir que he pasado unos días maravillosos, sería un eufemismo. Todo fue extraordinario, y sin contar lo bien que se ha portado Jeremy. Y pensar que quería hacer todo esto por un contrato, aunque todo inició así. Lo miro haciendo unas llamadas de la empresa, y aprovecho que no me ve para comérmelo con los ojos. El es uno de esos hombres que solo buscaba para una noche porque lo tomaba por mujeriego, nunca me hubiese imaginado casada con él. Miro mi anillo como prueba de que todo si pasó y sonrío recordando como sucedió todo. Definitivamente Jeremy es un hombre que suele planificar las cosas. Estos cinco días, hemos estado recorriendo la isla y los lugares que aún no habíamos visitado, por supuesto en la noche lo que menos hacemos es dormir, pero eso está bien para mí, me encanta estar con él. Cuando cuelga, viene con una sonrisa hacia mi, me abraza y como siempre que parece que no puede resistirse, me da un beso profundo. Y no negaré, me encanta que lo haga. —¿Nos vamos?
Dakota Me siento terriblemente mal, he vomitado como dos veces en el camino, no pude dormir en estás 24 horas de vuelo y el dolor de cabeza me amenaza con desmayarme. Ni siquiera he probado bocado desde ayer que salimos del bungalow. Para cuándo pisamos Los Angeles, mi corazón palpita aún más rápido por la anticipación, solo quiero tener a mi pequeña en mis brazos y luego buscar que Jeremy me perdone. Joder, que idiota fui. Mi esposo no me ha dirigido la palabra desde que salimos de Las Maldivas, y lo entiendo, cree que no confío en él, que le oculté cosas porque aún me veo con Harry. Si supiera que no está ni cerca de eso, solo lo quiero a él, desde antes que estuviéramos juntos en San Francisco, me di cuenta que estoy enamorada de él. Ni siquiera intento hablarle porque estoy bastante segura de que me gritaría. Tiene un temperamento fuerte desde que lo conocí. Su mandíbula está apretada y los nudillos blancos de tanto que los ha llevado apretados dentro de su bolsillo. Cuan
Dakota La tensión es insoportable, no solo por el hecho de que mi amiga y el investigador se cayeron,al parecer, mal desde el principio, sino porque la madre de Harry se niega a dar información sobre este si Jeremy no habla con ella. —Por favor— ruego desesperada queriendo saber más de mi niña. Escucho a Jeremy gruñir y siente hacia mi —pero primero dime dónde está ese desgraciado— Jeremy no esconde su molestia —El está en una de sus propiedades recientes, a unos 20 minutos de aquí. —¿Está segura?— ella asiente y se nota la preocupación en su cara —Me llamó hace unos 10 minutos— nos ve de forma alternada y luego su mirada se fija en mi —Dime Dakota, ¿Que está sucediendo? —Luego le explicó, por favor deme la dirección en un papel para ir por mi pequeña. La señora se va por unos segundos regresando con un pequeño trozo de papel en la mano y me lo tiende, cuando Jeremy busca salir, ella lo toma del brazo —Prometiste hablar conmigo— le recuerda. La duda se instala en