La enfermera no pudo pasar del hombre que ya llevaba más de una hora esperando a la doctora Pussett, observar como mira su reloj y aun así permanecer sentado en esa misma silla, la ablandó, sabe que la doctora no vendrá, así que saliendo de la estación de enfermeras se acercó a él.
―Señor Loughty. ―Vik se puso en pie al instante, como si fuera familiar de algún paciente. ―La doctora sigue en cirugía. ―Sonrió. ―¿Por qué no se va a casa y lo intenta después? La cirugía puede tardar hasta cuatro horas, ya lleva aquí casi dos. ―Vik suspiró, nunca pensó que el tiempo de un doctor fuera tan limitado.―La esperaré cuanto deba. ―Decidió no irse, debe verla ese día. ―Por favor, cuando salga, dígale que la esperan. ―A la enfermera se le hizo realmente romántica su decisión.―No todos tenemos esa suerte. ―Vik alzó las cejas. ―Por lo general, nuestras parejas se cansan de esperar y se marchan. ―Dio un paso atrás. ―La cafetería está en este piso, para que sepa. ―Le guiñó y se retiró, la doctora les dijo que no le dieran razones de ella, básicamente está obedeciendo, ella intentó hacer que se fuera y no fusionó, no se podrá enojar.Vikram suspiró y miró las rosas y los chocolates, ¿Por qué se interesa en una mujer que seguramente no tendrá tiempo para él? Sonrió, le gusta que las mujeres tengan su propia identidad, que gocen de un éxito que ellas misma lograron, desde luego esa mujer es la indicada.Tras reunirse con Esko, ambos se marcharon a la cafetería para beber café, no hay alcohol y no quiere irse ni un minuto, no desea perder la oportunidad de hablar con Yannick, la mujer mantiene ocupada, eso le han dicho al indagar un poco más al respecto.―Una mujer realmente ocupada, ¿No? ―Esko miró a su jefe. ―Creo que debería intentarlo otro día. ―Le aconsejó, pero Vik se negó.―Es un pequeño precio que debo pagar. ―Resopló. ―Debo hablar con ella hoy, no me importa si debo esperarla hasta que termine su turno. ―Esko alzó las cejas.―¿Sabe que ella puede doblar? ―Vikram asintió despreocupado. ―Bueno, si cree que esto vale la pena, está bien. ―Apretó los labios hasta ponerlos en una fina línea debido a la mirada de su jefe.En el quirófano las cosas parecían no estar bien, el niño estaba teniendo complicaciones, al parecer había estado demasiado tiempo con las bolas dentro y estas crecieron de un tamaño poco soportable para el delicado intestino del niño.―Hay otra obstrucción. ―Comunicó la interna Fischer. ―Al parecer se mezclaron con el excremento y por eso no lo vimos. ―Yannick siguió trabajando, de desconcentrarse puede dañar el intestino.―¿Qué debemos hacer en ese caso, doctora? ―Le preguntó a la interna.―Debemos abrir el otro tramo de intestino, así haciendo una operación más extensa y más riesgosa. ―Yannick asintió.―Entonces hay que hacerlo, salvemos la vida y el intestino de este niño. ―Yannick siguió sacando las pequeñas bolas de las entrañas del pequeño. ―¿Cuántas se tragó? ―Miró la bandeja y negó, son demasiadas. ―Con cuidado, tenemos que hacer lo posible para no dañar el intestino más de lo que está, quiero que este niño tenga una vida normal. ―Fischer se detuvo, no quiere ser la culpable de que algo salga mal.―Su presión desciende. ―Las máquinas iniciaron a pitar. ―Doctora, los niveles de oxígenos están disminuyendo considerablemente. ―Informó la enfermera.―Hay que buscar la hemorragia. ―Ordenó Yannick buscando la causa del sangrado. ―¿Dónde está? ¿Dónde está? ―Siguió buscando con un poco de desesperación, el pitillo la está volviendo loca. ―Aquí estás. ―Respiró al encontrarla y tras hacerle presión para detenerla. ― Tenemos una incisión, ¿Cómo procedemos doctora Fischer?―¿Puedo tocarla? ―Yannick quitó el dedo y las máquinas iniciaron a pitar al instante. ―No es muy grande, se puede cauterizar y estará bien. ―Yannick asintió.―Entonces proceda, doctora. ―Fischer sonrió emocionada.―Cauterizador, por favor. ―Le pidió a la enfermera.―Cauterizador, doctora. ―Yannick sonrió, recuerda la primera vez que cauterizó una herida.—Succión por favor. —La interna esperó pacientemente y cuando pudo cauterizó la herida.―Me gusta cuando la fiera de pediatría mantiene la calma y lo tiene todo bajo control. ―Yannick miró al anestesiólogo, no le perdonará a ese interno que lo buscara precisamente a él.―Logan Green, siempre tan adulador. ―Las enfermeras se miraron entre ellas, siempre hay drama cuando esos dos trabajan juntos.―Yo solamente digo lo que veo, doctora Pussett, ¿Hasta eso le molesta de mí? ―Nick intentó ignorarlo, pero el hombre sabía cómo tocarle la fibra más sensible del cuerpo.―No estamos en el lugar ni es el momento correcto, doctor Green, estoy en medio de una operación. ―El hombre sonrió.―Todos en este quirófano sabemos que le gusta hablar mientras opera, es su manera de concentrarse. ―Yannick sonrió.―Sin duda sigue siendo el mismo odioso de siempre.―¿En serio? Los meses que mantuvimos una relación me dejó en claro que amaba eso de mí. ―Yannick apartó las manos de su paciente y miró a su anestesiólogo con incredulidad. ―¿Lo recuerda, doctora Pussett? ¿O también lo olvidó como nuestra relación? ―Yannick negó y decidió terminar su cirugía lo antes posible.―Esto es una broma. ―Gruñó molesta.―Si me aceptara el café, no me vería obligado a hablar de nuestras cosas frente a los demás, ¿Qué dices Lulu? ¿Me apoyas? ―La enfermera asintió.―Debería aceptarle el café, doctora. ―Nick miró a la mujer y negó.―Creí que éramos amigas, Lulu, realmente lo creí. ―El hombre agrandó la sonrisa, desde siempre ha amado trabajar con Yannick, pero después de ese corto tiempo en el que fueron amantes, lo ama mucho más.La operación fue todo un éxito, el niño logró salir con bien de la operación y Yannick junto a su equipo de cirugía, salieron con una sensación agradable en sus pechos. Como siempre, cirujana y ayudante se dirigieron a la sala de espera para darles las buenas noticias a los familiares.―¿Podría darle las noticias usted y de paso la explicación? ―Fischer la miró. ―Me siento muy nerviosa. ―Yannick la comprendió, la mayoría del tiempo se sienten con miedo cuando es una noticia mala, pero aun así aceptó.―Señora Collins. ―La mujer, al verla, se puso en pie de inmediato junto a su esposo. ―La operación de su hijo fue todo un éxito. ―Sonrió cuando la mujer le abrazó.―Gracias, gracias por ayudar a mi bebé. ―Se apartó de ella y la miró con lágrimas en los ojos. ―¿Puedo verlo? ―Yannick asintió.―Ya lo están subiendo a postoperatorio, le hemos hecho una colostomía temporal, esto es para ayudarle a la parte lastimada de su intestino sanar, cuando ya esté totalmente recuperado, le haremos otra cirugía para unir el intestino. ―La mujer se abrazó a su esposo. ―No tienen que preocuparse, no será una cirugía complicada. ―Miró a su interna. ―Doctora Fischer, ¿Puede llevar a los señores Collins a la habitación de su hijo? Y explicarle paso a paso el procedimiento. ―Yannick soltó un profundo suspiró a la vez que retira su cofia de superhéroes.―Así que no eres una camarera. ―Nick giró con rapidez y ver al hombre frente a ella la descolocó, ¿Acaso la esperó todo ese tiempo?―Señor Loughty. ―El tono de sorpresa fue inevitable. ―Creí que se había retirado. ―Al verlo alzar las cejas, cerró los ojos por su metedura de pata.―O sea que sabías que yo estaba aquí desde el inicio. ―Yannick lo miró a los ojos y lamió sus labios, ese gesto la dejó mucho más en evidencia. ―Toma, son para ti. ―Al mirar las flores, se debatió entre si recibirlas o no, y finalmente decidió no agarrarlas.―No estoy muerta, señor Loughty, me hubiera gustado un ramo de libros o de comida. ―Se cruzó de brazos. ―Supongo que me esperó para hablar de algo importante o de lo contrario no estuviera aquí, ¿Me equivoco? ―Vikram se sintió mal por su rechazó, pero aun así le tendió los chocolates.―Te vi en algunas ocasiones comiendo de estos cuando trabajabas para mí. ―Nick sonrió sin poder evitarlo, once años han pasado y él recuerda ese detalle.―Muchas gracias. ―Lo tomó de buenas maneras, ¿Por qué un hombre como él recordaría cualquiera cosa de su asistente? Esa pregunta se quedará sin responder porque no piensa hacerla. ―Tengo una operación en media hora, si vino a reclamarme porque no le dije la verdad hace dos semanas, debo decirle que no lo siento, usted fue quien dedujo a lo que me dedicaba. ―El corazón de Vik aceleró sus latidos, justo por eso se enamoró de ella, esa mujer no ve en él un hombre con dinero, un hombre apuesto e interesante, ella simplemente ve a un hombre.―De hecho, eso era parte de mi visita, pero no lo principal. ―Miró su reloj. ―¿Me concederías veinte minutos para tratar de platicar y quizás convencerte de aceptar una cena para cuando salgas? ―Nick bastante confundida, también miró su reloj y sin saber qué hacer asintió, no entiende para que está ahí y no se quedará con las dudas.―Un café me iría bastante bien. ―Vik la siguió a la cafetería.―Creí que el café era conmigo, Yannick. ―Logan la miró con las cejas alzadas y una sonrisa en sus labios.―Debe tener presente que se pelean por mí, doctor Green. ―Tras su broma, ambos sonrieron y se despidieron de esa manera. ―Tiene exactamente diez minutos, señor Loughty, ¿Qué desea? ―Ambos se sentaron.―Tengo una propuesta para ti. ―Fue al grano, está molesto al saber que ese tipo algo tiene o tuvo que ver con ella.―¿Una propuesta? ―Lo miró confundido.―Estoy en busca de una esposa, pero soy un hombre demasiado exigente. ―Yannick se ahogó con su saliva al escucharlo decir esa locura. ―Te conozco desde hace once años, trabajé contigo cinco meses y... ―Calló lo que diría y pasó a lo siguiente. ―Yo estoy seguro de que serias una buena esposa para mí.―¿Está usted bien? ―Lo miró con incredulidad.―No respondas aún. ―La cortó. ―Ven conmigo a una cena y me explicaré mejor. ―Yannick se paró de su puesto.―Está bien. ―Aceptó. ―Lo llamaré en cuanto salga del trabajo. ―Vik sonrió como pocas veces lo hace.―Tranquila, la esperaré aquí. ―Tras asentir, tomó el ramo de flores y se marchó, no sin antes regalarle el ramo a una de las enfermeras.Yannick lo miró con incredulidad, ¿Acaso sabia él que no asistiría a esa cena? No está loca para aceptar una propuesta como esa, ¿Por qué aceptaría ser ella esposa de él así sin más? Está realmente loco.Con la cabeza echa un lío, se encaminó a la habitación de su paciente, debe explicar por qué se retrasó la cirugía y calmar a la incubadora de bebés. Intentó dejar de pensarlo, se esforzó por no darle vueltas, pero Vikram Loughty, su exjefe, el único de su pasado que ha visto en su presente, la persona que menos pensó que vería y además de eso el que menos consideró que tratara con ella, le dijo en palabras muy directas que la quiere como su esposa.―¿Cómo está el campeón de pediatría? ―El niño sonrió al verla. ―¿Listo para ir a quirófano a deshacernos de esa vesícula?―¡Sí, muy listo! ―El niño se mostró valiente.―¿Pasó algo doctora? ―La mujer la miró. ―¿Por qué se retrasaron? ¿Acaso salió algo mal en los exámenes? ―Yannick negó de inmediato.―No tiene de que preocuparse, señora Clar
Vikram miró la comida sobre la mesa y suspiró, lo ha arruinado absolutamente todo, ¿Qué hará ahora? ¿Cómo podrá llegar nuevamente a ella? Está seguro de que no deseará volver a verle la cara después de las cosas que dijo. ¿Por qué no pensó mejor sus palabras? Por primera vez en su vida está siendo torpe con lo que quiere.Sin nada más que hacer en ese lugar, pidió que le prepararan la comida para llevar y salió del lugar, al mirar a todos lados no la vio, así que supuso que ella se había marchado a su casa. Caminando solo con la comida en mano, fue hasta el hospital para reunirse con Esko.―Ha regresado muy pronto. ―Vik le entregó la comida a su guardaespaldas. ―Gracias. ―El hombre abrió el paquete y lo primero que sacó fue las papas fritas que Yannick dejó. ―¿Cómo ha ido?―¿Alguna vez me viste fallar estrepitosamente? ―Esko alzó las cejas. ―Tenía la oportunidad, Esko, la tenía ahí, frente a mí y actué como un tonto, ¿Por qué actué de esa manera? ―Negó furioso.―Todavía está enamorado
―Creí que estabas en casa. ―Yannick se sobresaltó al escuchar la voz de Jack tan cerca de ella. ―¿Qué haces aquí, Yannick? Vi cuando salías del hospital hace un par de horas. ―Yannick dejó de mirar al interno que medica al bebé por un shock respiratorio y miró a su jefe.―Jefe, ¿Puede por favor no aparecer de esa manera? ―Volvió a mirar al interno que logró controlar la situación. ―Ese chico me va a odiar. ―Susurró negando.―¿No es el bebé prematuro con síndrome de abstinencia? ―Al verla asentir alzó las cejas. ―¿Qué ha hecho ese chico para que le hicieras esto?―Es muy insensible. ―Apartándose, lo invitó a seguirla. ―Pero es bueno en lo que hace, si tan solo se involucrara un poco más, fuera el mejor interno. ―Lo miró a los ojos. ―El chico es buenísimo en todo, esto lo hará un mejor doctor. ―Jack miró las puertas del ascensor.―¿Estás segura? Tú casi renuncias cuando te lo hice a ti. ―La miró de reojo. ―Fueron casi dos años en los que me hablabas meramente si era respecto al trabajo.
―¿Qué sucede? ―Candela se acostó a su lado. ―¿Un mal despertar? ―Yannick miró el techo, se siente más oscuro, vacía, desmotivada y siente como que todo lo malo de su vida estuviera pasando por su cabeza recordándole todo lo que ha sufrido hasta ese momento. ―Háblame, llevas en cama un ahora y estás por llegar tarde al trabajo. ―Yannick no la miró, no parpadeó, ni se movió un centímetro, realmente siente la necesidad de quedarse en cama todo el día.―Siento que hoy no es mi día. ―Aquella contestación que tardó más de lo que esperó, provocó una sonrisa en Candela, para ella ningún día es bueno. —Hoy todo está más oscuro.―No seas dramática, vamos, ponte en pie, es hora de dar oportunidades, tienes que salvar vidas. ―Yannick giró la cabeza para mirar a su amiga.―Realmente siento que no debo salir de mi cama hoy, siento como si la muerte me estuviera esperando ahí afuera. ―Candela besó su frente y tras ponerse en pie inició a tirar de ella.―Estás desmotivada, quizás estés cansada, pero
Yannick miró a la mujer a su lado, en otro momento hubiera reaccionado con impresión, pero justo en ese instante se siente inútil, impotente y enojada, no debió salir de su cama, ella sabía que era un día gris.―Dudo mucho que sea un día soleado. ―Se sentó en la banca y miró al frente. ―Muchas veces un día gris es más que un día malo. ―Sophie se sentó junto a ella.―A juzgar por la sangre en tu uniforme, sé que ha sido duro. ―Suspiró. ―Creó que no elegí el mejor momento para visitarte. ―Sonrió al mirarla.―No se preocupe, todo el tiempo pasan estas cosas. ―La calmó retomando el control. ―Soy doctora, debo estar acostumbrada.―Ser doctora no te hace una máquina, linda, puedes derrumbarte y sentir algunas veces. ―Yannick miró a la mujer, sus palabras la reconfortan, pero no lo demostró.―¿Está bien? ¿Ha venido a una consulta? Yo puedo pedirle el favor a mis compañeros para que tenga el mejor servicio y…―Oh, no, linda. ―La cortó. ―Esta vieja está en perfecto estado de salud gracias a Dio
Yannick decidió cerrar, limpiar y acondicionar el cuerpo de Emir, ella misma, verlo en esa mesa de cirugía con los ojos cerrados y tan pacífico le rompió el alma. Era solo una cirugía para saber como estaba la infección, era solo eso y ahora está ahí sin vida, sin posibilidades de sonreír, hablar y contagiar esa alegría de la que era dueño.No pudo hacer nada, lo sabía, le quedaba claro todo al repasar cada paso en su cabeza, pero aun así no puede evitar sentir culpa. Es parte de su trabajo perder vidas, es inevitable no fallar en algunas cirugías, pero no lo concibe.Ella debió quedarse en casa, debió quedarse mirando el techo por el resto del día, no debió salir de su casa. Tenía la sensación de que la muerte la estaba esperando, pero al parecer ella es la muerte.Tras mirar a Emir por unos interminables minutos, decidió salir del quirófano, debe enfrentar a Mónica, debe ver a una mujer a los ojos y decirle que su niño, que su hijo, ese que luchaba contra el cáncer, murió en la mesa
Yannick miró por la ventanilla, desde luego debió quedarse en su cama sin hacer nada y reprochándole a la vida lo injusto que es con ella y otras tantas personas. El día ha sido pesado y como cereza del pastel demostró su debilidad a Vikram Loughty, el hombre que la salvó de las garras de su ex maltratador, pero que la dejó ir sin más.―¿Se enojó con su madre por contarme la verdad? ―No lo miró, siguió observando la ciudad a través de la ventanilla del auto.―Un poco. ―Aceptó. ―Creí que te sentirías obligada a pagarme lo que desinteresadamente hice por ti. ―Yannick giró la cabeza para poder mirarlo.―¿Por qué es así conmigo? ―Preguntó un tanto confusa al recordar las palabras de Candela. ―Usted es un hombre serio, frío y desinteresado con los demás, ¿Por qué me salvó? ―Vik miró fijamente el camino, mentiría como siempre, pero ella se abrió a él y es justo que él haga lo mismo.―Las personas conocen y saben de mí lo que yo quiero. ―Lamió sus labios. ―Que los demás digan que soy frío, se
Vikram tuvo que viajar por trabajo justo después de la fiesta, aquello no le dio tiempo para hablar bien las cosas con Yannick y, por tanto, está un poco nervioso ahora que la volverá a ver. Se siente aliviado por su aceptación, pero que se besaran, que coquetearan y actuaran como una pareja de verdad lo tiene un poco desconcertado.¿Cómo es posible que se pueda tener tanta química? No tiene respuesta a esa pregunta, o quizás sí, ella sabe cómo hacer su trabajo y lo dejó bien en claro. Se siente satisfecho al saber que todos creyeron su historia y nadie lo cuestionó, al contrario, lo felicitaron por tener una prometida como ella, por supuesto el tema del anillo de compromiso salió a la luz, pero Yannick resolvió y le demostró una vez más que lo tiene todo para ser su esposa.Las cosas en Colombia no habían estado bien, algunos de los hoteles estaban dando problemas y se vio obligado a extender su estadía a una semana, ya lo estaba solucionando todo, pero aun así quería estar seguro de