Al atardecer.

Después de despedir a todos, Pedro convocó a los líderes adjuntos de la Pandilla Kirin a una reunión en el salón de conferencias.

—Ha sido un día largo y todos han trabajado duro— Pedro se sentó en la silla principal y levantó la mano para indicar a todos que se sentaran. Luego continuó: —Los he llamado aquí para anunciar dos cosas. La primera, quiero nombrar a Rodolfo como el sublíder de la Pandilla Kirin, para que gestione todos los asuntos internos.

Al escuchar esto, todos los líderes adjuntos se levantaron y felicitaron a Rodolfo: —¡Felicidades por ser nombrado sublíder!

Rodolfo era fuerte, de alta jerarquía, y leal a la Pandilla Kirin. Era eficiente en su trabajo y un confidente de Pedro. Era lógico que nadie objetara su nombramiento.

—Gracias, Sr. Pedro, por su confianza. Prometo servir con total dedicación— Rodolfo respondió con las manos unidas, su rostro serio.

Pedro no solo le había salvado la vida, sino que también le había dado una nueva. Siempre había e