Pedro levantó la cabeza lentamente, mostrando algo de interés. La dirección que Belén le había dado indicaba que Eusebio vivía en la farmacia Elixir Vital. Y esa farmacia era precisamente el consultorio de Herminio. Hace años, Herminio había salvado a Eusebio, que estaba gravemente herido y al borde de la muerte, y luego lo había escondido. Eusebio había estado en coma durante diez años, y Herminio lo había cuidado todo ese tiempo.

—¿Conocerlo? ¡Por supuesto! No es por presumir, pero Herminio y yo somos muy buenos amigos. A menudo se sube a mi taxi. Si vas a consultarlo, solo menciona mi nombre y te aseguro que te hará un descuento—dijo el hombre calvo con orgullo.

—¿De verdad? ¿Qué tal es Herminio como persona? —preguntó Pedro.

—La reputación de Herminio es impecable. ¡Es un hombre increíblemente amable! —El hombre calvo levantó el pulgar y elogió: —Cuando los pobres van a consultarlo, casi nunca les cobra nada y hasta les da medicinas gratis. Incluso cuando cobra, solo pide una pe