—Solo estoy dando un buen consejo. Si usas el método equivocado para tratar a esta paciente y termina muriendo, será demasiado tarde para arrepentirse— dijo Pedro con frialdad.

—¡Estás hablando tonterías! —Ovidio exclamó con desagrado. —Este método de salvar vidas me lo enseñó personalmente mi maestro y nunca ha fallado. ¿Acaso crees que eres más hábil que mi maestro?

—Los métodos para salvar vidas no son inmutables. Deben adaptarse a la situación. A veces funcionan y a veces no. Hay que ser flexible— continuó Pedro.

—¡Cállate! Si sigues parloteando, te echaré de aquí inmediatamente— Ovidio se enfureció.

Él era un discípulo destacado de Herminio, el futuro médico jefe de la farmacia elixir vital. ¡Y un don nadie se atrevía a darle lecciones en público! ¡Qué descaro!

—Ya que no confías en mí, entonces olvídalo— Pedro sacudió la cabeza y dejó de hablar.

—¡Dejen de hablar y salven a la paciente! —el jefe de los guardaespaldas los apremió.

Ovidio reprimió su ira y comenzó a concentr