Lara está tan asustada que simplemente asiente con la cabeza mientras toma agua y la bebe de un solo trago. James se acerca a Lara, la abraza y, al mismo tiempo, la imagen de Michele viene a su mente. ¿Cómo pudo esa mujer ser tan descarada de esa manera? Lo peor es que su descaro llamó su atención, aunque él intente no recordarla, su imagen sigue apareciendo en su mente.

— ¿Qué pasa, cariño? Pareces un poco distante. Ayer no te vi volver a la habitación. Llegué a pensar que te quedaste donde estabas.

— No, querida. Me quedé en la recepción viendo un poco de televisión, pero después de un tiempo decidí volver aquí. Ya estabas dormida, así que no quería despertarte. No hice ruido, solo me senté aquí, revisé algunos correos electrónicos y luego me quedé dormido con el teléfono en el regazo. Me desperté hace poco con el ruido de los truenos.

— No, cariño, te lo estoy diciendo ahora, estás un poco extraño, un poco distante, como si estuvieras pensando en algo.

— No fue nada. Fue solo una s