— Y yo, mi querido, estoy aquí que no me aguanto de alegría, hasta en el impulso terminé abrazando al médico en agradecimiento. No sé si lo entendió muy bien, pero incluso me sentí avergonzada después. Pero espero que comprenda que fue mi felicidad.

— Seguro que el médico entenderá. Son muy relajados y saben muy bien la alegría que nos dan cuando nos dicen que uno de los pacientes se está recuperando, especialmente usted, que es una madre angustiada y espera la recuperación de su hija. Estoy muy feliz y no veo la hora de poder ir allá para estar a su lado y al lado de mi princesa.

— Lo bueno será que aquí podrás verla, ¿verdad, mi amor? Porque en el otro hospital no te dejaban entrar, solo yo podía entrar y a la hora marcada, además de que solo podía estar dentro por un máximo de 10 minutos. Pero fue lo mejor que hiciste, traerla a este hospital. Aquí es maravilloso y la atención es excepcional. De ayer a hoy, Camila ha tenido un buen desarrollo. Si hubieras ido al otro hospital, creo