MatthewDe repente se dirigió hacia mi grupo de trabajo y muy educadamente les hablo.—Disculpen la interrupción, pero acá el señor Matthew tiene prohibido saltarse su horario de alimentación. —Me miró muy seria y alzando una ceja—. ¿No es cierto?Sonreí, esta pequeña cosa mía iba a dominarme sin que nadie pudiese detenerla. Miré a mi gente y asentí, para volver a verla.—Nos vemos dentro de dos horas, todos pueden ir a almorzar.—Sí señor.En ningún momento nos quitamos los ojos de encima, ella me observaba molesta mientras que yo lo hacía con orgullo. Me levanté lento, caminé acortando nuestra distancia haciéndola retroceder. Tan solo tomé su mano llevándola conmigo a través de la puerta que conecta con mi oficina. La deseaba como loco, pero este no era el sitio, al menos no aún. Aun así, sí que podía hacer otras cosas al cerrar la puerta de mi despacho.Luego de besarnos y algo más por un buen rato, nos acurrucamos en el sofá de mi oficina donde me alimento como niño chiquito. Le c
MatthewEstábamos sudados y no me importaba para nada nuestra apariencia, la miré y vi que ella estaba peleando contra el cansancio. Besé su rostro y la cargué, luego de salir de su interior para llevarla hasta el baño. Preparé el agua y me retiré el condón para desecharlo y luego entrar juntos a la ducha. Pensé que solo sería bañarnos y acostarla por nuestro cansancio, pero nada de eso. Algo volvió a encender nuestros deseos y sin esperar, entregamos una vez más nuestros cuerpos, esta vez me tuve que liberar fuera de ella, pero comprobé que la misma intensidad de la primera vez estaba presente. Y también supe que estaba haciendo mal, no estaba protegiéndola adecuadamente y eso debía cambiar.Terminamos durmiendo, desnudos y abrazados, mi cuerpo estaba cansado y satisfecho, mi alma se sentía llena. Y al dormir así, con ella entre mis brazos, tuve esta impresión de que jamás quería que se fuera de ellos. Este era su lugar y mi cuerpo lo sabía, quedó impreso el molde del suyo en mi piel
MatthewCarol era una mujer con más experiencia que yo a pesar de ser menor y no voy a mentir, debido a esto decidí comenzar a estudiar e incluso ver pornografía. Y como plan, sin que se enterara, ya tenía pensado visitar una tienda de juguetes sexuales, compraría lo necesario para divertirnos los dos. De que yo aprendía y nos hacía disfrutar de una vida sexual plena era algo seguro, al menos antes de morir quería lograr esto.Dios Matthew, deja de tener esos pensamientos negativos, nada de irse, solo hay en este corazón ganas de vivir y seguir. Ella es tu ancla, durante tormentas, durante mal tiempo y bellos amaneceres. Ella es la que te estabiliza, tu salvadora, solo debes agarrarte a su promesa de que va a estar contigo hasta el final. Era mi nuevo mantra, el que me decía cada vez que la negatividad rondaba mi cabeza.Llegando a la oficina, le dije que podía hacer lo que quisiera, sin embargo, ella me sorprendió tomando una silla y sentándose a mi lado. Agarró una carpeta y se puso
MatthewA veces es tan alegre, que parece mentira que haya pasado por todo lo desagradable que ha habido en su vida. Yo por mi parte estoy descubriendo, que me hace ser esa persona fuerte que había perdido, me hace querer pensar en el futuro. Me siento libre, pues me puedo soltar, puedo ser yo luego de tantos años siendo retenido por el enemigo. Ocultando mi verdadero ser para que no vieran debilidades. Carol llega y simplemente no puedo evitar que se caiga la máscara, es por eso por lo que quiero protegerla contra esos malditos. Duele ver que le hagan daño por mi culpa sin tener que ver absolutamente nada en el drama que es mi vida con esos parientes desgraciados.Como justo aquel día en que llegó mi tío a la empresa y entró como Pedro por su casa a mi oficina. Hablando como siempre cosas sin sentido y estúpidas, diciendo que él tenía el derecho de pasar sin tocar cuando le exigí que debía anunciarse antes de pasar. Según su gran imaginación, él tiene ese privilegio porque está empre
CarolHace unos días me puse a limpiar la vivienda y quise organizar la oficina de Matt, cuando sin querer descubrí algo que me impactó por completo. Sé que Matt tiene una lista de deseos que hacer conmigo, pero no voy a decirle que la he descubierto, porque me niego a aceptarla. Siento que es una forma de declarar una sentencia de muerte, es como si se estuviera dando por vencido y no voy a permitírselo. Por supuesto que puede sonar egoísta, pero él es lo único que tengo en esta vida y es cierto que siempre puedo empezar de nuevo, pero no quiero. Y aunque deje de gustarle cómo mujer, pienso seguir a su lado hasta que venza todo ese mal que lo envuelve.Recordando la dichosa lista con una taza de café en la mano me quedo mirando la pared de la sala. Me encanta ver lo hermoso que se ve nuestro cuadro de recuerdos, en todas tenemos los dientes afuera. Esto provoca que no pueda dejar de sonreír y de pensar que quiero más retratos llenos de verdad. Más imágenes con él a mi lado, mostrando
CarolFlashback—Sin lugar a duda mi primito tiene buen gusto. Dime cariño, no te gustaría probar la otra rama de la familia.Se acerca demasiado y la verdad es que, aunque no es un hombre feo, lo único que me produce es un profundo asco. No nada más se trata de que no les llega a los talones a Matt, sino que es hasta horrible con las palabras, desagradable a la máxima potencia. Un engreído que cree que cualquier mujer puede caer a sus pies y las trata como a una cualquiera. Bueno, pues para su información, conmigo no va a llegar ni a salir de este edificio.—Prefiero mantenerme en donde estoy, nada más me llama la atención a no ser Matt.Se carcajea y me mira de arriba abajo, menospreciándome.—Tampoco te creas lo último que trajo el barco, chiquilla.—Con más razón, si no lo soy, continúe con su camino e ignóreme por favor. Concédame ese gran gesto de su parte.Vi que sus orejas se pusieron rojas, posiblemente lo he molestado, pero no me importa, nadie va a intimidarme o aprovechars
CarolEs por eso, por lo que quiero que esta noche antes de que lo ingresen tengamos algo hermoso. De nuevo voy a hacer algo que no quiero, pero hay que ser realista, a partir de ahora ambos caminamos en una cuerda floja. Puedo perderlo en un abrir y cerrar de ojos como a mi madre y no quiero pensar en eso. Mi deseo es crear algo lindo por lo cual deba volver a mí. Lo sé, es una tontería, pero siento que sí ocasionó un vínculo carnal entre ambos, mi calor o algo hará que escoja el camino de regreso a mis brazos.Prepare la piscina, pues hoy cumpliré otro de sus deseos de la lista, tendremos relaciones íntimas en ella. Adorno todo con luces tenues y algo de música sensual, cuando él entra se queda otra vez tratando de entender. Camino hacia su dirección con una bata de playa blanca, abierta a los lados hasta la cuerda que divide y abrocha la ropa en el frente, que es también abierta y va exponiendo bastante piel. Abajo, visto un traje de baño de Halter, que es un conjunto de bragas de
CarolSentada en la oficina de Carl:—Cómo vas a convencerlo para que regrese sin sospechar que todo esto es raro.—No estoy segura, pero sé que, bajo ninguna razón, puede saber que yo soy el donador.—Como médico no puedo decirle nada, pero como amigo no creo que esté bien que le escondas ese detalle. Ya lo conoces y a pesar de ser una persona tranquila, cuando le tocan el punto incómodo no es nada bonito de ver.Muerdo mi labio porque es cierto, he visto su incomodidad en el trabajo cuando alguien mete la pata y se pone bien feo. Conmigo se ha enojado, pero jamás a ese nivel. Bueno, para todo hay una primera vez y me importa poco, mientras salve su vida vale la pena que se ponga morado.—Puede ser, pero si le digo no me dejará hacerlo, me protege demasiado por su promesa a mi madre —respire—. Tranquilo yo lo arreglaré, haré que vuelva, tú solo avísame cuando todo esté listo.Cuando al fin Carl se convenció y aceptó mi propuesta, procedimos con todos los análisis y dentro de unos día