Capítulo 24 —Irrupción.Narrador:Sandra estaba en la sala de descanso, ¡sí, esa sala de descanso donde todo se cuece!, sirviéndose una taza del líquido oscuro. El aroma del café recién hecho llenaba el pequeño espacio, mientras varios empleados entraban y salían. La charla trivial sobre el trabajo del día y los planes para el fin de semana flotaba en el aire, pero Sandra tenía otras intenciones. Observó a su alrededor, asegurándose de que las personas correctas estuvieran presentes. En ese momento, Emilia, una de las asistentes administrativas, entró en la sala y se dirigió hacia la cafetera junto a Sandra.—Vaya, qué semana tan agotadora, ¿no? —comentó Emilia mientras se servía café, de manera relajada, deseando saber el chisme del día.—Definitivamente, Emilia. Y lo peor es que no parece que vaya a mejorar pronto —Sandra le sonrió con amabilidad.—¿A qué te refieres? —preguntó Emilia, curiosa.Sandra suspiró dramáticamente y luego bajó la voz, como si estuviera a punto de revelar u
Capítulo 25— La señora Zorzi Narrador Alexandra frotaba sus sienes un poco cansada de tanto trabajo. Gran parte del día había transcurrido, durante el cual se había hallado sumergida en la lectura. Deseosa de tomar algo para seguir, Alex caminó a la famosa sala de café, y sirviéndose una taza, se dispuso a tomar lugar en una mesa cercana. Emilia, al verla a lo lejos, y tras escuchar el jugoso chisme que le contó Sandra, se acercó a ella. Pero no con la intención de hacerla sentir mal, sino para aconsejarla, como una mujer que había pasado justo por lo mismo que Álex, ser utilizada, o al menos eso le hizo pensar la otra. —Alexandra, ¿cierto? Preguntó tomando lugar frente a ella, con una pequeña sonrisa, lo cual hizo que Alex enarcara una ceja al no esperarla. —Sé que he sido algo cruel contigo. Sonia me contó que escuchaste lo que dije el otro día… Y de verdad lo lamento Deteniendo su mano, la cual pretendía llevar la taza a sus labios, Alex no sabía a qué se debía este cambio
Capítulo 26 — Si juegas con fuego, puedes salir quemada.NarradorUn par de días pasaron, y la situación entre Damiano y Alex cada vez era más tensa, por supuesto el señor Zorzi manteniendo la farsa de relación, no desaprovechó la oportunidad para demostrar que eran pareja, con pequeñas muestras de afecto; las cuales al inicio molestaron a Alexandra, pero con el objetivo de colocar a Sandra en su lugar, se las permitía; De hecho en varias ocasiones era ella quien las iniciaba.— Según nuevas órdenes de dirección, señora Valente, será el señor Zorzi quien la acompañará a la negociación con los Williams, a las afueras de la ciudad.Alexandra asintió, sintiendo un poco de molestia por las nuevas órdenes. Se suponía que ese tiempo serviría para despejar su mente lejos de él, y ahora resulta que la acompañaría a cerrar el negocio.Regresando a casa ese día más temprano debido a que tendría que prepararse para viajar al otro día, Alex llamó a Analía, para que en la ausencia de ambos se enca
Capítulo 27 — Confío en tiNarradorTal como lo planearon, cuando amaneció Alex, y Damiano partieron a su destino, al sur del país, en donde verían al señor Williams, quien tenía previsto firmar un contrato por la venta de un terreno, el cual Construcciones Endevor y Cia usaría para uno de sus proyectos.Llegando al hotel, ambos descendieron del auto, cada quien por su lado mientras que el personal se encargaba de las valijas, y caminando hasta la recepción, pensando que se hospedarían en habitaciónes separadas, la boca de Alexandra se abrió ante el asombro de que no sería así, que Damiano había reservado solamente una.—Que disfruten de su estadía, señores Zorzi—Dijo la recepcionista tendiéndole la llave digital. Alexandra pensó que por estar allí, lejos de las personas cercanas a ellos, la farsa de matrimonio finalizaría, que podrían pasear como Damiano Zorzi, y Alexandra Valente, pero al escuchar esto, se quedó perpleja.Por supuesto, no es que le molestara esto porque pensándolo
Capítulo 28— Mañana sigues molestoNarrador.Tras estar al lado de Damiano, y no recibir la respuesta deseada, Alex, un poco molesta, decidió refrescarse un poco. Sabía que era su oportunidad para comenzar con su plan de conquistar al padre de su hijo.Por lo que, envolviendo con una toalla su húmedo cuerpo, una vez finalizó de ducharse, se acercó despacio a la puerta del baño que la llevaba al dormitorio, mientras su corazón palpitaba con fuerza.—Vamos, Alex, no es tan difícil… Además, te sientes atraída por Damiano.Se dijo a sí misma un poco nerviosa, con manos temblorosas cogió el pomo y lo giró lentamente. Al abrirla, pudo verlo, sentado en la cama, con el móvil en su mano. Al escucharla salir, Damiano apartó la vista de su lectura, y la miró fijamente, haciendo que su corazón se acelerara.—¿Piensas dormir? Preguntó ella, cerrando la puerta a sus espaldas y empezando a caminar, se acercó a él, mientras no despegaban la vista uno del otro.—Aún no tengo sueñoRespondió Damiano
Capítulo 29— Incapaz de amar.NarradorAl finalizar, con sus cuerpos perlados por la actividad previa. Alex se dejó caer a un lado de Damiano, y tirando de ella con delicadeza, la recargó sobre su pecho antes de decir— ¿Podemos quedarnos así esta noche? Como una pareja real, aunque no lo seamos.Alex, agotada, solo asintió, y cerrando sus ojos un instante, Damiano empezó a acariciar su cabeza, cayendo ambos en un sueño profundo.Al amanecer, Alex y Damiano bajaron a desayunar como dos enamorados, tomados de la mano, olvidándose por al menos unos segundos de sus diferencias, y llegando al restaurante del hotel, ordenaron enseguida.— En un instante traemos lo que han pedido.Sonriendo, los dos vieron cómo la chica que los atendió, se alejó para buscar lo solicitado, y llamando a casa para saber de Gio, y de la empresa, los dos hablaron por largo rato mientras esperaban, pareciendo una pareja de verdad.—Aquí su orden. Buen provecho Un tiempo después, la mujer regresó, y agradeciendo
Capítulo 30 —Tan cerca y tan lejos…Damiano:Cuando salimos del baño, ambos estábamos un poco desorientados. ¿Qué es lo que había ocurrido allí realmente? Porque no fue solo se*xo, eso lo puedo asegurar. Pero mi mente no quería descifrarlo en ese momento, así que me vestí en silencio.—Estoy cansada… —dijo en un susurro, rompiendo el silencio.—Descansa, yo bajaré al bar —y sin siquiera mirarla, me retiré de la habitación.Bajé al bar del hotel para despejar mi mente. El lugar estaba casi vacío, solo unas pocas personas dispersas en las mesas. Me acerqué a la barra, pedí un whisky doble, y mientras esperaba, vi una figura que no esperaba encontrar. Lucían. Él estaba allí, sentado en una esquina, con esa arrogancia suya de siempre. El hombre que, años atrás, me había arrebatado a mi anterior novia como si fuera un trofeo y se había enterado, gracias a ella, todos mis secretos, usándolos para llevarme al borde de la ruina. No habíamos hablado desde entonces hasta esta mañana, pero el re
Capítulo 31— Deberías ser cuidadosoNarradorLa luz del sol empezó a filtrarse por las ventanas de la habitación del hotel. Golpeando directamente el rostro de Alexandra, quien se encontraba durmiendo plácidamente en los brazos de Damiano. Apretando estos con fuerza, ante la incomodidad de la claridad que los azotaba, tomó asiento en la cama, y notando el brazo que rodeaba su cintura, bajó la vista a su cuerpo, recordando que se encontraba desnuda.¿En qué momento él había regresado? ¿Cómo es que él no cargaba nada de ropa?Quedó sorprendida al ver que no había sido un sueño, y que de verdad él se encontraba allí, durmiendo a su lado. Que las palabras que creyó escuchar salir de su boca, realmente lo hicieron y no pudo evitar sonreír al recordarlasSintiendo su corazón acelerarse al ver el cuerpo de Damiano expuesto pegado a ella, Alex se mantuvo inmóvil sin querer despertarlo, y admirando su rostro, las facciones de este, sin poder evitarlo, elevó su mano para acariciarlo.—¿Desde cu