todo está prácticamente listo, los días siguientes poco duermo queriendo que todo quede perfecto. Escogemos los vestidos de las damas de honor, por supuesto Camila y mi amiga.

La chica ha sido demasiado linda y aunque no será una común, tratamos que sea lo más perfecta posible. El plateado es mi color elegido ya que representa el lujo, prestigio y elegancia.

Antes de mi boda, mi despedida de soltera se hace una noche antes y la limosina contratada por Camila me espera.

Llegué temprano de la oficina, aun me causa mucha curiosidad el sobre que vi en las manos de Máx, pero lo dejo pasar.

—Mami, estas muy linda.

Me miro en el espejo con las palabras de mi hijo y me veo bien definitivamente. Me miro por todos lados reconociendo el tremendo mujeron que soy. La cual está a la altura de lo que sea. Recojo mi cabello en una coleta alta sintiéndome poderosa, arrasadora, salvaje. Hoy, mañana y siempre fabulosa, única, grandiosa.

La limosina me espera y dentro de esta, Camila y mi amiga