「 ✦NO INTERFIERO EN LOS ASUNTOS DE MI MARIDO✦ 」 Cuando Julius se llevó a Serena, Norma comenzó a gritar como loca. ―¡No, no se la lleven! ¡Serena! ¡Serena! ¡Hija! ―La mujer derramó lágrimas de dolor. Miró a Santino y le suplicó una vez más ―Se lo ruego, castígame a mí, pero no a ella. ¡Por favor! ―Lo siento, no soy piadoso con quien no lo merece. Ahora, con respecto a ti… Pues… pasarás un buen tiempo en la cárcel. ―¿La cárcel? ―Sí, querida. Lo que hiciste tiene cárcel, y yo… ―se arregló los puños de su camisa negra ―soy un buen ciudadano, así que hice la denuncia y por supuesto me encargaré de que tu estadía sea la más cruel de todas. Tal vez mueva mis hilos y te coloquen con las más peligrosas, ya sabes. Norma ya no pudo evitarlo, se orinó los pantalones del miedo. Santino alzó una ceja al ver el líquido debajo de la silla. ―Sí, debes tener mucho miedo, porque tu infierno acaba de comenzar. Le dio una sonrisa y se giró. Cuando lo hizo, André venía con un cuchillo en la mano.
「 ✦¿LUNA DE MIEL O DE HIEL?✦ 」 Por la noche, cuando Sophia regresó a la mansión, Santino estaba en el estudio. Había estado dando vueltas en su cabeza la llamada de Tom, así que decidió ir a verlo. Después de unas cuantas respiraciones, llamó. ―Adelante. Cuando abrió la puerta, Santino estaba detrás del escritorio. ―Hola ―dijo nerviosa. Él, aunque estaba emocionado de verla, se controló y mantuvo el desinterés. ―¿Necesitas algo? ―Sí, yo… quería preguntarte una cosa. Santino alzó una ceja y señaló la silla delante de él. Sophia obedeció y tomó asiento. ―Hoy me llamó Tom ―dijo ―me pidió que… que hablara contigo. Me dijo que… ―Si crees que voy a retractarme, mi respuesta es no. ―la cortó. ―No, no es eso… Yo… ―ella apretó los dedos, dudando en preguntarle. ―Sophia… ―Santino murmuro comenzando a perder la paciencia, no es que ella le molestara. Era que no quería estar demasiado cerca, ya que, cada vez, le resultaba menos fácil controlarse. ―¿Hiciste todo eso por mí? ―la pregunt
「 ✦ DEJANDO LAS COSAS CLARAS ✦ 」 El resto del camino hasta llegar al aeropuerto, el silencio se apoderó del auto, ninguno de los dos entabló conversación, hasta que Sophia bajó del coche y vio el avión privado esperándola. ―¿Tienen un avión? ―pregunto anonadada. Santino, quien bajo con la ayuda de uno de los guardaespaldas, movió la silla y la pasó. ―Por supuesto, ¿pensaste que te habías casado con un pelele? Sophia rodó los ojos y lo siguió. ―Gracias por la respuesta, señor arrogante. Santino no se molestó en responder, una vez que subieron al avión, Sophia le hizo otra pregunta. —¿Adónde vamos? ―dijo abrochándose el cinturón de seguridad. ―Nos vamos de luna de miel. ¿Dónde si no? Sophia entrecerró los ojos y le lanzó su veneno. ―¿Qué pasó? ¿Olvidaste tu vacuna contra la rabia? ―Hay una habitación por si quieres dormir un rato ―dijo Santino ignorando su comentario sarcástico. ―El viaje es largo, vamos a Santorini. Sophia no pudo contener su emoción, había escuchado de la
「 ✦ SEDUCCIÓN EN LA PISCINA ✦ 」 Una vez que llegaron a la mansión privada, Santino se escabulló a su habitación, mientras que Sophia recorrió la casa para luego frustrarse dentro de su cuarto. Finalmente, decidió llamar a Janna. ―¿Creo que esto no va a funcionar? ―dijo con decepción. ―¿Por qué? ¿Qué pasó? Estabas emocionada y dispuesta. ―Pasa que mi marido parece hecho de piedra y amargura. Sophia le habló sobre la azafata zorra y el comportamiento frío e indiferente de Santino. ―A ver, quedamos en que tú le darías el empujón, no puedes rendirte ahora. ―No, creo que lo mejor es que… ―De ninguna manera Sophia. ―la interrumpió Janna ―Usa el plan traje de baño, ese nunca falla. ―Janna… ―¿Vas a dejar que una azafata plástica te lleve la delantera? A lo mejor y han quedado en verse. Los celos de Sophia aumentaron de solo imaginar a la azafata con su marido. ―Está bien, voy a hacerlo. ―dijo determinada. ―Así se habla ―la animó Janna ―Vamos, conquístalo, ponlo nervioso. Luego d
「 ✦ SEDUCCION EN LA PISCINA (II)✦ 」 Un segundo después la piscina quedó para ellos dos. Sophia se levantó y caminó por la terraza. Mostrando seguridad y sensualidad a partes iguales. Y Santino no podía apartar la mirada y menos controlar su traidora polla que ya se había puesto dura de solo verla. ―¿Qué estás haciendo? ―le pregunto mientras la veía acostarse en la tumbona, su cuerpo dorado brillando bajo el ardiente sol de Santorini. Ella ignoró su pregunta y, en cambio, buscó en su bolso el protector solar, comenzó a frotar la crema con deliberada lentitud. Santino la observó mientras su polla cobraba más vida. Unos segundos después estaba toda aceitada por la loción y él luchaba por no correrse allí mismo. «Santa Verona, ¡ten piedad!» ―¿Te importaría ponerme un poco en la espalda? ―Sophia preguntó de repente, dándole una sonrisa y ofreciéndole el frasco de loción. Santino levantó las cejas. ―¿Estás segura de eso? ―Bueno, no hay nadie más aquí para ayudarme, pero si tanto te
「 ✦¡ME LLEVA EL DIABLO!✦ 」 Sophia pasó el resto de la tarde en su habitación, incluso cuando uno de los guardaespaldas llamó para avisarle que la comida ya estaba lista, se negó a salir. Las palabras de Santino la habían cabreado, y estaba llegando a pensar que simplemente no le interesaba como mujer. Justo en ese momento, Janna llamó. ―Y bien, dime que ya lo tienes comiendo de tu mano. ―Pues, no, Santino, en vez de volverse loco, se enojó, creo que es mejor abortar este plan. ―Por Dios, Sophia no seas tonta, el enojo es buena señal, si está molesto, es porque no puede contener sus propios impulsos, es hora de seguir con la segunda parte. ―Janna… ―Eh, eh, sin peros, quedamos que no volverías virgen y espero que cumplas tu palabra. Mira, no conozco a tu marido, pero el solo hecho de que te haya quitado de encima a las víboras, ya tiene mi aprobación. Sophia suspiró sabiendo que no había manera de sacar a Janna de su idea. ―Ok, seguiré con el plan. ―Esa es mi amiga, ya sabes, e
「 ✦ CEDER A LA TENTACIÓN✦ 」 ―Di buenas noches, cariño. Te vas. Ella abrió la boca para discutir, pero él la fulminó con la mirada. Sophia puso los ojos en blanco y subió al auto. El silencio una vez más lo acompañó hasta la mansión y no fue hasta que Sophia entró en su habitación que estalló la pelea. ―¡¿Qué demonios ha sido eso?! ―grito ella fuera de sí. ―No vas a andar por tu cuenta Sophia, ¿quién demonios piensas que soy? Ella apretó las cejas con frustración. ―¿Y qué se supone que debo hacer? ¿Quedarme aquí contigo? ¿Para qué? ¿Para que me ignores? ¿Para que huyas de mí como si tuviera una enfermedad incurable? ―Estabas en un maldito club tu sola. Cualquier hombre… ―¡¿Y qué?! ―Sophia finalmente estalló ―¿Qué pasa si eso es lo que estaba buscando? ¿Qué te importa si voy a un maldito club y conozco a alguien y me acuesto con él? ¡¿Qué te importa?! Sus palabras solo añadían más leña al fuego y Santino estaba a segundos de perder la paciencia. ―Sophia, mejor no sigas, ¿de acu
「 ✦ VEN A MI✦ 」Sophia se ajustó la bata y se ató el cinturón. Luego lo desató y lo intentó de nuevo. Había hecho un nudo tan apretado en su primer intento que había impedido su capacidad para respirar. Estaba demasiado ansiosa y a la vez emocionada.Ella sería la única inexperta esta noche. Y no estaba segura de qué esperaría Santino de parte de ella. «No te pongas con eso ahora Sophia» se regañó «¿Después que matas el tigre le tienes miedo al cuero? Tú lo pediste y ahora lo enfrentas» Y con una nueva determinación, caminó por el corredor descalza. Cuando llegó al dormitorio de Santino, llamó antes de abrir la puerta unos centímetros y quedarse pasmada. La habitación estaba completamente oscura y Sophia no entendía por qué. Estaba a punto de creer que su marido se había escapado, cuando escuchó su voz. —Supongo que estás lista—dijo. Igual que siempre, de solo escucharlo, su cuerpo se estremeció y la ansiedad aumentó un poco más. —S… sí. —Bien. ―respondió él ―Entonces acércate.