「 ✦SUEÑO O REALIDAD✦ 」 Santino se acercó a la cama con pasos silenciosos, observando cómo la luz de la luna se filtraba por la ventana, iluminando el rostro de Sophia en un juego de sombras y claros. Parecía tan pacífica, tan ajena a la tormenta de emociones que él llevaba dentro. Por un momento, se permitió simplemente mirarla, absorbiendo cada detalle de su rostro, cada curva de su cuerpo bajo las sábanas. Pero entonces, la realidad de la situación lo golpeó con fuerza. ¿Qué estaba haciendo? Sí, técnicamente era su esposa, pero nada en su acuerdo había sido convencional. No había amor, solo era un acuerdo por un año. Con un suspiro lleno de conflicto y remordimiento, Santino dio un paso atrás. Se obligó a entender que no debía; no podía cruzar esa línea. Pero sus emociones eran otras, unas que le decían que la tomara. Era como vivir su infierno personal. «¿Qué demonios estás haciéndome mujer?» Santino no pudo contenerse a la poderosa atracción que Sophia despertaba en él. Y sa
「 ✦¿ESTUVISTE EN MI HABITACIÓN? ✦ 」 Al día siguiente, cuando Sophia abrió los ojos, un fuerte dolor de cabeza la golpeó de inmediato. La noche anterior había terminado una botella entera de vodka, buscando el valor para enfrentar lo que su “marido” pudiera intentar. Sin embargo, parecía que su “esposo” no había visitado su habitación. Se levantó de la cama y se dirigió al baño, solo para que un grito alarmado rompiera el silencio momentos después. Mirándose al espejo, ella observó su cuello con incredulidad, había pequeños chupetones. ―¿Qué es esto? ¿Por qué yo…? No, no puede ser. Me quedé dormida y… ¿Acaso él…? ―vestigios de un hombre besándola y tocándola inundo su mente y la sorpresa rápidamente se transformó en ira. ―¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve a…? ― pero luego las imágenes de ella correspondiéndole la hicieron sonrojar ― ¡Oh Dios! ¿Y si yo lo propicié? Estaba borracha y dicen que el alcohol te hace hacer cosas estúpidas. Ella se jaló de los cabellos con impotencia. ―¿Qué
「 ✦¡MAMI VOLVISTE! ✦ 」 Cuando salió del estudio, la dulce voz del pequeño Ángelo resonó en el salón. ―¡Mami, volviste! ―El chiquillo abrió los brazos y rodeó las piernas de Sophia. Ella le dio una dulce sonrisa y se agachó delante de él. ―Sí, estoy aquí. ―Papá cumplió su palabra ―dijo el niño ―él dijo que volverías, que él te traería de vuelta. La sonrisa de Sophia desapareció. ―¿Eso dijo? ―Sí, ahora serás mi mamá para siempre, ¿verdad? Ya mis compañeros de la escuela no se burlarán de mí porque no tengo mamá. A Sophia se le apretó el corazón y, sin pensarlo, abrazó al niño. ―Sí, mi amor, nadie se burlará de ti, porque ahora… yo soy tu mami. Esto fue lo último que Santino escuchó cuando salía del estudio, sin embargo, no quiso interrumpir, así que se mantuvo en silencio. La escena ante él lo conmovió; nunca había visto a Ángelo ser tan feliz como ahora y, a pesar de que había cuidado de él como prometió, sabía que lo que más anhelaba era una madre. ―Ven, vamos a desayunar,
「 ✦LA SEÑORA D' LUCA. ✦ 」 En la sala, los destellos de porcelana y cristal estrellándose contra el piso eran el único testimonio de la destrucción que los hombres estaban causando. Norma, paralizada por la confusión, intentaba inútilmente encontrar respuestas, pero estos seguían su camino de destrucción sin ofrecer explicación alguna. Serena, alarmada por el ruido, bajó corriendo las escaleras y se encontró con el caos. ―¿Mamá, qué está pasando? ―preguntó, su voz temblorosa, reflejando el miedo y la sorpresa que sentía. Norma, tratando de mantener la calma por el bien de su hija, la abrazó fuertemente. ―No lo sé, cariño. El sonido del cristal rompiéndose les cortó la respiración. Un hombre sostenía un jarrón costoso en alto. ―¡Detente! ―gritó con una mezcla de desesperación y furia. ―Eso vale mucho dinero. El hombre la miró, sonrió con desdén y luego dejó caer el jarrón, que se estrelló contra el suelo en mil pedazos. En ese momento, Tom irrumpió en la sala. ―¿Quiénes son uste
「 ✦YA NO ESTOY BAJO TU CONTROL ✦ 」La pantalla del móvil de Sophia se iluminó siniestramente con un nombre que le provocó un escalofrío instantáneo: Norma. Con una mueca en sus labios, deslizó su dedo con resignación para contestar.―¿Qué quieres ahora, Norma? Creí que ya no tengo por qué escuchar tu voz venenosa ―dijo Sophia con desdén.―Oh, querida Sophia, tu matrimonio no te ha hecho más inteligente, ¿verdad? ―La voz de Norma era como el hielo, fría y cortante. ―Pensar que te has liberado de mí es una fantasía infantil. Siempre habrá maneras de hacerte volver a mí.Sophia sintió cómo la impotencia y la ira se retorcían en su estómago.―He terminado de estar bajo tu sombra, Norma. Desde que dejé esa casa, dejaste de tener control sobre mí, ―replicó.Pero la risa de Norma resonó a través del teléfono.―¿Tan ingenua eres, querida? ¿Has olvidado que tengo a tu madre? Su bienestar, su futuro, todo está en mis manos ―el tono de la mujer destilaba crueldad.El corazón de Sophia se detuvo
「 ✦DÍA DE COMPRAS ✦ 」Más tarde, ese día, Sophia aún estaba en la habitación de Ángelo cuando el ama de llaves llamó a la puerta.―Señora, debe bajar de inmediato, el señor Santino dejó órdenes para usted.―¿Órdenes? ¿Cuáles órdenes?―No lo sé, señora. Pero debería bajar.Sophia dejó el tren sobre la cama y se agachó delante de Ángelo.―¿Qué tal si jugamos en la noche? Primero voy a ver qué clase de órdenes dejó tu padre y tú aprovechas y haces la tarea.Ángelo asintió con entusiasmo y exclamó con una sonrisa traviesa:―Papá siempre es el jefe gruñón, ¡pero yo seré el jefe superhéroe de la diversión!Sophia sonrió y lo besó antes de levantarse e irse. Cuando llegó al salón, André la esperaba en compañía de dos hombres más.―Buenos días, señora. ―se acercó y extendió su mano. ―Soy André Rossi, para servirle.Sophia miró la mano y dudó un poco, todo era nuevo para ella, pero lo que la hizo dudar un poco más fue el aspecto intimidante de André.―Soy el asistente personal de Santino ―dijo
「 ✦NO VUELVAS A SONREIRLE ✦ 」 Genevieve palideció ligeramente, dándose cuenta de su desliz. ―Nada, querida, olvida que mencioné ese nombre ―dijo rápidamente, su voz temblaba ligeramente. En el auto, Santino jugaba nervioso con su encendedor, abriéndolo y cerrándolo repetidamente, lo que comenzaba a exasperar a André. ―¿Quieres parar? ―dijo André, claramente molesto por el ruido constante. Santino cerró abruptamente el encendedor y sus ojos seguían fijos en la tienda de Genevieve. De alguna manera, estaba nervioso por ella, por la noche que les esperaba, por todo lo que tendría que enfrentar. Era por eso, que decidió primero tener una charla. Estaba sumido en estos pensamientos cuando Sophia salió de la tienda acompañada de Genevieve, enfundada en un seductor vestido rojo. Su abrigo de piel blanco caía sobre sus hombros y su cabello brillaba bajo las farolas de las lámparas. La garganta de Santino se cerró ante la visión. Sophia le dio una sonrisa a Genevieve y se despidió para l
「 ✦LA ESPOSA SOY YO ✦ 」 ―No hay nadie follable esta noche ―dijo el hombre mientras bebía un trago de su bebida. ―No empieces con tus necedades, Damiano, recuerda que necesito que te comportes como lo que eres, un D’Luca. El hombre de cabello castaño y ojos café rodó los ojos. ―¿Qué tiene de malo divertirse? No he follado desde que dejamos Sicilia, padre, un buen coño me relaja. El otro hombre lo miró amenazante y dio un paso hacia su hijo. ―Ya tendrás tiempo para divertirte con cualquier zorra, pero esta noche te quiero alerta y sobre todo capaz. Damiano y Rocco D’Luca eran el tío y primo de Santino. ―Sí, sí, como quieras. ―Damiano se giró y sus ojos captaron a la mujer que entraba enfundada en un vestido rojo. ―Por la Verona ―murmuró ―¿quién es ella? Sus ojos recorrieron a Sophia y se detuvieron en su trasero, cuando se giró para entregarle el abrigo de piel al mayordomo. ―Buen culo ―comentó sus ojos recorriendo cada curva. Rocco siguió la mirada de su hijo y no se molestó