Me harías muy feliz al dejarme tu comentario en la portada. Realmente espero que estés disfrutando la historia. ¡Ay, Santino! Se dice que las mentiras tienen patas cortas. Besos y abrazos.
「 ✦ PEQUEÑAS DUDAS✦ 」 Cuando Sophia despertó esa mañana, encontró el lado de la cama de Santino vacío. Se levantó deprisa y miró alrededor, solo para descubrir que ya no estaba. ―Diablos ―se quejó. ―Te quedaste dormida, Sophia. ¡¿Cómo te vas a quedar dormida?! Se palmeó la frente e hizo una mueca. Había planeado despertarse antes que su marido para poder finalmente quitarle la máscara. No era que le importara demasiado saber qué había detrás, pero la negatividad de su esposo solo había despertado su curiosidad. Pero ahora se había arruinado su plan y tendría que esperar a que llegara la noche nuevamente. Con un suspiro, salió de la cama y se puso de pie. Cuando dio el primer paso, sus caderas y muslos dolieron, pero una sonrisa se formó en sus labios y pequeños recuerdos de su noche con Santino brillaron en su mente. Lo habían hecho tres veces, bueno, a decir verdad, ella era quien había hecho la mayor parte del trabajo; sin embargo, no le molestaba; más bien, se sentía orgullosa,
「 ✦ LA VERDAD DE ÁNGELO✦ 」 ―Cielo, ¿a dónde voy? ―Sophia caminaba a tientas, y comenzaba a creer que su marido tenía cierto fetiche con los ojos vendados. ―Ten paciencia, Dolcezza, ya casi llegamos. ―Está bien, pero al menos dime a dónde vamos. No te he visto en todo el día y ahora me pides que salga con los ojos vendados. Estoy comenzando a preocuparme, Santino. Él dejó salir una carcajada y la instó a caminar. ―Ya llegamos ―dijo cuando finalmente llegaron a la terraza con vistas al mar, elegantemente decorada. La terraza estaba bañada por la luz tenue de las velas, colocadas estratégicamente alrededor de una mesa para dos, cubierta con un mantel blanco de lino. Un arreglo floral en el centro de la mesa, compuesto por rosas rojas y lirios blancos, desprendía un aroma delicado que se mezclaba con la brisa marina. La luz de la luna reflejada en el mar creaba un escenario casi mágico, mientras que una suave melodía de violín se filtraba desde algún lugar oculto, añadiendo un toque
「 ✦ LLAMADA IMPORTANTE✦ 」Santino se congeló en su silla, y antes de que pudiera articular palabra alguna, Sophia añadió con una mezcla de determinación y dulzura que lo tomó por sorpresa.―Es que me gustaría saber si hay alguna posibilidad, y por muy pequeña que sea, amor… ―Acunó su cara entre sus manos y lo besó con ternura. ―…vamos a tomarla. Estaba pensando que yo podría encargarme de tus masajes, tus ejercicios, tu aseo personal… ―su voz adquirió un tono deliberadamente coqueto al final, haciendo que Santino sintiera un calor inesperado recorrer su cuerpo.―Quiero ser tu pilar desde ahora y acompañarte en esta travesía, amor. No es que me importe tu condición, pero… ―Ella lo besó nuevamente, cortando cualquier intento de objeción por su parte. ―Si hay una posibilidad de que seas el hombre que eras, no la dejaremos pasar.Santino solo pudo mirarla en silencio, tragando duro ante la sinceridad y el amor que veía en los ojos de Sophia.―Amore… no es necesario que te ocupes de esas co
「 ✦ SIN TIEMPO✦ 」Sophia salió del auto con toda la rapidez del mundo, su corazón latía a toda velocidad, negándose a creer que el momento había llegado. Sabía que este día llegaría, pero jamás imaginó que sería tan pronto. Abrió la puerta de la mansión y la mirada triste de Grecia la recibió.―¿Todavía…? ―fue lo único que alcanzó a balbucear.―Sí, querida, ve… ve con ella…Los labios de Sophia temblaban y subió las escaleras de dos en dos. Cuando abrió la puerta de la habitación, su madre aún respiraba, pero sus ojos perdían lentamente su vitalidad.―Mamá… ―susurró tomando asiento a su lado, agarró una de sus manos y la apretó con delicadeza; el frío comenzaba a apoderarse de ella. ―Mami… ―llamó nuevamente, pero Norma parecía estar en su propio mundo; las lágrimas no tardaron en llegar.Sophia aún no podía entender del todo por qué Dios se la quitaba tan pronto, por qué la había castigado con tan terrible enfermedad. Norma, sin embargo, pareció saber que ella estaba allí, y buscó déb
「 ✦ LA UNICA MUJER QUE AMA✦ 」 Al día siguiente, Sophia despertó sola, como de costumbre, había comenzado a descubrir que su marido o se levantaba muy temprano o por alguna razón lo hacía antes que ella. Su teléfono sonó en la mesita de noche, resultó ser Janna.―Hola, Sophia, acabo de enterarme, lo siento mucho.―No te preocupes, sé que estás ocupada con tus pasantías y además tu trabajo.―Oh, nena… Cuánto hubiera querido estar allí, lo lamento.Sophia respiró hondo, el dolor estaba vivo aún, pero se dijo que debía aceptarlo, porque entre más luchara, más difícil sería superarlo.―Está bien, yo… sabía que este día llegaría, solo que duele, duele mucho.El silencio se hizo un momento y de repente Janna habló.―Por cierto, mi tío me ha hablado sobre lo que me pediste, pero no sé si sea un buen momento.Sophia recordó que le había pedido a Janna que hablara con su tío sobre la condición de Santino.―No, dime, quizás me venga bien una buena noticia.―Ok, él dice que depende de dónde esté
「 ✦ UN PASADO POR DESCUBRIR✦ 」Después del encuentro con Vivian, Sophia no pudo dejar de pensar en lo que había dicho. Además, había escuchado ese nombre innumerables veces, lo que no imaginó es que se tratara de la prometida de su marido y menos que estaría muerta. Se dirigió lentamente por el pasillo y llegó a la puerta indicada, su mano sujetó el pomo con un poco de nerviosismo. Respiró hondo y se preparó para enfrentar lo que estuviera detrás. Pero cuando giró el pomo, este no se abrió; la puerta estaba cerrada. Volvió a intentarlo y siguió igual.«¿Está cerrado? ¿Por qué?»Lo intentó una última vez y no tuvo suerte. Cuando se dio la vuelta, el ama de llaves estaba detrás mirándola.―¡Jesús! Me… me asustaste ―balbuceó nerviosa.―¿Qué está haciendo señora?―Yo… yo caminaba por la mansión y quise ver qué había aquí, pero está cerrado.―Sí, se ha mantenido así por mucho tiempo, esa es la antigua habitación del joven Santino.―Ah, no… no sabía ―mintió.―Será mejor que no intente entra
「 ✦ ME PERTENECES✦ 」En cuanto la pregunta salió de sus labios, el humor de Santino cambió y su cuerpo se tensó. El silencio se hizo entre ellos.―¿Santino? ¿Escuchaste?―Sí.―Entonces… ¿Quién es Kiara?Sophia esperaba una respuesta inmediata, pero al parecer había tocado un punto sensible, porque su marido estaba tardando en responder.―No es nadie, amore. No te preocupes.Esa no era la respuesta que Sophia esperaba.―¿Nadie? ¿No es nadie? Todos hablan de ella, por lo tanto, es parte de tu pasado. Primero fue Genevieve, luego tu madre y ahora Vivían. Incluso sé que vivió aquí, Santino. ¿Y dices que no es nadie?Él estaba comenzando a enojarse, y era un hecho que tendría una seria conversación con su madre y luego con Vivian.―Sophia… ya te dije que es algo de lo que no debes preocuparte, no quiero…―¿Por qué guardas sus cosas? ¿Por qué?Él se quedó mudo un instante y de repente sus cejas se apretaron.―¿Fuiste a mi antigua habitación?―Sí, lo hice ―ella se puso de pie ―y para mi mala
「 ✦ ARTEM LEWIS✦ 」La mañana se había despertado con el cielo teñido de un gris tormentoso, un presagio que Santino parecía llevar en el corazón. Su furia era palpable, una tormenta interna que no encontraba calma. Sin detenerse, su destino era la habitación de Vivian. La puerta se abrió de golpe, tomando por sorpresa a la mujer que aún dormía.―¿Santino… tú qué haces aquí?Con movimientos precisos y decididos, Santino empujó su silla de ruedas hasta el borde de la cama, y antes de que Vivían pudiera reaccionar, la tenía agarrada del cuello.―Escucha bien, Vivían, porque solo lo diré una puta vez. ―su voz era un gruñido bajo, cargado de amenaza. ―No vuelvas a entrometerte en mis asuntos con Sophia, ¿está claro?El miedo se pintó en los ojos de Vivian, quien luchaba infructuosamente por liberarse del agarre de Santino.―Sé lo que pretendes y te lo digo de una vez, la única señora de esta casa es Sophia. Ella es mi mujer, la que manda y está sobre ti e incluso sobre mi madre. ―Así que m