Xoxo
「 ✦ UNA AVENTURA✦ 」 Santino le chupo el labio inferior entre los dientes, arrancándole un gemido. Un sonido que hizo que su polla se pusiera rígida de inmediato. Él apretó sus caderas contra las de ella y gimió. Pero una parte de Sophia seguía intentando contenerse. Todavía no estando dispuesta a entregarle todo. Sin embargo, él estaba dispuesto a conseguirlo. ―De una forma u otra, va a tener que enfrentarse a sus sentimientos por mí, amore ―le susurro mientras dejaba un reguero de besos en su cuello. Le inclinó la cabeza hacia un lado, profundizando el beso y forzando un gemido más profundo de ella, era un cruce entre un gemido y una súplica de ayuda. Le pasó la lengua por el labio inferior, mordiéndolo ligeramente, mientras su polla se endurecía y se frotaba contra su muslo. Sus lenguas se entrelazaron y sus manos recorrieron su cuerpo, trazando las perfectas líneas de su pequeño reloj de arena. Metió las manos debajo de su vestido, subiéndolo lentamente a través de sus muslos.
「 ✦ DESCARO✦ 」Alexei, con sus hombres a la espalda, irrumpió en la caseta. Al ver a Sophia y Santino tan cerca, su voz cortó el aire con una frialdad penetrante.―¿Qué hace una Antonov con un D’Luca?Sophia, intentando recomponerse rápidamente, estaba a punto de hablar cuando Santino se adelantó con una confianza que rozaba la insolencia.―No le veo lo raro, es mi mujer. ¿Con quién más debería estar?Sus ojos se clavaron en Artem, quien le sostuvo la mirada de manera desafiante.―Vienes a mi casa, entras como una maldita rata y además, ¿follas con mi prima? Ya es mucho el descaro, D’Luca ―espetó Alexei.Santino se rio con desdén.―No entré como una rata, si eso te ayuda en algo. Y con respecto a lo de follar… ―se giró y miró a Sophia. ―Es normal en parejas recién casadas, no pueden quitarse las manos de encima.La tensión en la caseta se disparó cuando Artem, superado por la rabia, apuntó a Santino con su arma.― ¡Déjala en paz! ―gruñó ―Ya le has hecho suficiente daño. Sophia no quie
「 ✦ UN TRATO INESPERADO✦ 」 En ese momento, los hombres de Alexei y Santino estaban a punto de comenzar un enfrentamiento, cada uno con el dedo en el gatillo, listos para desatar el caos. Pero fue el grito desgarrado de Tatiana el que rompió el tenso silencio. ―¡Basta! ¡Deténganse! ―su voz, cargada de desesperación, resonó en la caseta, haciendo que todos se detuvieran. Tatiana, con una determinación que sorprendió a todos, se colocó firme entre Alexei y Santino. Miró a su marido directamente a los ojos y estos imploraban misericordia. ―No lo hagas, por favor, Alexei… Alexei, con una ceja alzada, intentó disuadirla. ―Tatiana, no intervengas en mis asuntos, así que vete. Pero ella no se movió, en cambio, dio un paso adelante, acortando la distancia entre ellos. ―Por favor… ―suplicó, de nuevo, su voz casi un susurro. Desde que se casaron, era la primera vez que Tatiana tomaba la iniciativa de acercarse a él de tal manera. Alexei tragó, visiblemente afectado por su aproximación. ―…
「 ✦ UNA PÉRDIDA✦ 」 La tensión entre todos era palpable. Claudia, temblorosa y visiblemente asustada, miraba a su alrededor, tratando de encontrar alguna señal de comprensión o compasión. Pero lo único que encontró fue la mirada furiosa de Sophia y la indiferencia calculada de los hombres de Alexei. Santino, aun bajo la vigilancia de Artem y los demás, intentó acercarse a Sophia, con sus manos extendidas en un gesto de súplica. ―Amore, por favor, déjame explicarte ― rogó, su voz llena de desesperación. Pero Sophia no estaba dispuesta a escuchar. ―¡Explicar qué, Santino! ¿Qué aún sigues con esta perra? ―su voz, aunque temblorosa, estaba llena de determinación. ―¿Y quieres que crea que hay un nosotros? Alexei, observando la escena con diversión, finalmente intervino. ―Basta de esto. No tengo tiempo para dramas personales. Sophia caminó hacia Santino y presionó un dedo en su pecho, sus ojos destilando un frío desdén. ―Considérate un fantasma para mí; muerto y olvidado. ―las palabr
「 ✦ UNA MUJER CELOSA✦ 」Mientras tanto, Sophia en su habitación se debatía en su propia tormenta interior. La idea de que Claudia se hubiera ido con Santino la atormentaba. No pudiendo seguir aguantando, salió dispuesta a descubrirlo, pero se encontró con Tatiana.―Sophia, ¿a dónde vas?Ella tuvo el impulso de mentir, pero decidió no hacerlo.―¿Ya se fueron?Tatiana comprendió de inmediato y dio un paso hacia ella.―No, él no la llevó consigo.―¿Qué? ―las cejas de Sophia se apretaron.―Sí, a pesar de que Alexei le dijo que podía irse con tu marido, él no la llevó con él. De hecho, dejó muy clara su posición.―A ver, no entiendo, ¿qué posición?Tatiana sonrió y la agarró de los hombros.―Santino dijo que ella no tocaría su polla ni en mil años, y que lo que viste fue el beso más desagradable que había tenido. Lo dijo antes de irse y dejarla para que Alexei hiciera con ella lo que quisiera, pero sé que mi marido no te dirá una sola palabra.El corazón de Sophia latió rápido.―O sea que…
「 ✦ ¿FUISTE TU? ✦ 」Sophia seguía apuntando a Claudia cuando entraron Artem y Alexei.― ¡¿Qué demonios?! ―dijo Alexei acercándose con prisa. ― ¿De dónde sacaste esa arma?Pero Sophia lo ignoró, sus ojos seguían fijos en Claudia.― ¿Me estás escuchando? ¡¿De dónde sacaste esta arma?!―Se la quité a uno de tus hombres.― ¿Qué?―Sí, a veces solo hay que decir las palabras adecuadas.Alexei miró a Claudia y luego a Sophia.―Entiendo que estés enojada, pero esta no eres tú. Si ni siquiera te gusta la violencia, ¿cómo es que…?Ella apartó el arma y se la entregó a Alexei.―Uno puede cambiar de parecer en un instante, además, solo vine aquí para escuchar la verdad de ella, y ya lo hice. No te preocupes por mi primo, no voy a ir al infierno, al menos no por ella, porque no pensaba ensuciar mi alma con alguien que no vale la pena.Sophia caminó hacia la salida y Alexei la detuvo.― ¿Y qué va a pasar ahora que sabes la verdad, primita? ¿Vas a ir corriendo a los brazos de Santino?Sophia bajó la
「 ✦ ESTAR CON EL✦ 」 Alexei rodó los ojos y lanzó la servilleta sobre la mesa. ―No soy el culpable de todas las muertes de esta ciudad, prima. Y no soy la parca, por si lo preguntas. ―Entonces… ―Murió de causas naturales, o eso es lo que dice ahí. Sophia leyó nuevamente y vio que ese mismo día sería el sepelio. ―Tengo que irme ―anunció, dejando el periódico y caminando hacia las escaleras. ―Espera, ¿a dónde vas? Ella no se molestó en detenerse. ―Voy a acompañar a mi marido, yo más que nadie sé lo mucho que Santino quería a su abuelo. Aunque Alexei puso todo tipo de trabas, Sophia logró salirse con la suya y en ese preciso momento el sedán negro entraba al cementerio. Había una gran fila de autos lujosos. Autos de la mafia. Y supuso que había todo tipo de gente, por supuesto, la gran mayoría buscando algún beneficio. Los latidos del corazón de Sophia se aceleraron cuando el vehículo se detuvo. Se quedó sentada con las manos en el regazo hasta que se abrió la puerta. —¿Qué h
「 ✦ ESCAPANDO✦ 」 El tiempo pareció detenerse mientras el sonido retumbaba en el aire. La multitud entró en pánico, dispersándose en todas direcciones, mientras los guardaespaldas reaccionaban instintivamente, sacando sus armas y buscando al tirador. Sophia, por instinto, buscó a Santino, queriendo asegurarse de que estuviera a salvo. Lo encontró inmóvil, su mirada aún clavada en el lugar donde había estado el hombre sospechoso, que ahora había desaparecido. En medio del caos, Sophia se acercó, su preocupación por él, superando cualquier temor. ―¡Santino! ―gritó, tratando de captar su atención. Finalmente, él la miró, sus ojos reflejando una mezcla de ira y sorpresa. ―¡Tenemos que salir de aquí! ―le dijo ella, agarrándolo del brazo, solo para encontrar sus dedos manchados de sangre. ―¡Dios mío, estás herido! ¡Estás herido! La gente continuó dispersándose como hormigas agitadas. Y se produjo una nueva cacofonía de disparos. ―¡Señor! ¡Tenemos que salir de aquí! ―dijo uno de los